Ava
Llevo un mes ya en Italia y puedo decir que me siento completamente diferente, la nostalgia me invade por momentos pero agarro fuerzas y debo seguir adelante, vine aquí por mi y debo hacer lo mejor que puedo para olvidar todo aquello que me lastima. Ha sido un poco difícil adaptarme a los horarios de acá, ya tengo mi trabajo en un hospital de la ciudad, es hora de volver a mi vida laboral, me comunico con mis padres casi todos los días, poco a poco siento que voy mejorando, duele pero no tanto, se que él debe de estar siendo feliz con quien en verdad ama y eso es suficiente para mi.
Estos días aquí han sido duros pero he tratado de enfocarme en mi y solo en mi, trato de distraer mis pensamientos, por las noches lloro cuando lo recuerdo, eso es lo unico que tengo de él, recuerdos en mi memoria, pero esos recuerdos son de cuando estábamos en Canadá, pero eso es algo que debo superar y lo haré yo se que si. Cada día me levanto motivada en ser mejor, siempre me recuerdo que lo que hice estuvo bien y fui valiente al hacerlo. Si no hubiera tomado esa decisión ahora yo sería su esposa pero no sería feliz. Italia es un país muy hermoso me he enamorado, me gusta salir y caminar, muchas veces visito algún parque, siempre llevo un libro y lo leo en total tranquilidad.
....
— Seis meses ya en Italia — dije para mi, estaba en el balcón de mi departamento, de aquí podía observar gran parte la ciudad iluminada, hace dos horas había llegado de mi turno en el hospital, pero no había podido dormir a pesar de haber tenido una jornada cansada, estaba como ginecóloga de emergencia, atendia consultas rutinarias y alguna emergencia que llegaba por abortos.
Sostenía una copa de vino en mi mano y observaba el resplandor de la luna, extraño tanto a mis padres, se que estuve muchos años separados de ellos pero en mente siempre tuve presente que volvería a casa, pero ahora.... Ahora no se cuando volveré, en este momento debería estas con mis padres celebrando las fiestas, un año nuevo llega y yo estoy lejos de ellos, espero ir con ellos para mis vacaciones, no se como estará mi corazón para ese momento. No quiero llegar a Estados Unidos y que con la primera persona que me encuentre sea él, tengo tan mala suerte que estoy segura que sería así, suelto una risa amarga y bebo todo el contenido de mi copa.
Una noche más, una noche triste más, la nostalgia suele llegar a mi deferente, flashes de momentos felices. ¿Será que algún día podré sacar a Ethan de mi corazón?. Esa es una pregunta para la cual aun no tengo respuesta, yo espero que si pueda lograrlo. Yo no era para Ethan y quizás por más que lo quisiera, creo que él tampoco era para mí. La diferencia es que él ya amaba a alguien y yo solo lo amaba a él.
¿Algún día llegará alguien más a mi vida?
Yo espero que si, quiero ser feliz, formar una familia, construir nuevos sueños, pues me la pase soñando con él, trabajaría junto a él en el hospital de su padre, imaginaba nuestra casa, nuestros días de vacaciones.
Me serví más vino y trate de ignoran esos pensamientos que solo me traían tristeza, ya no debía pensar en eso, dije que en cuanto bajara de ese avión Ethan quedaría allí lejos de mi pero no aquí estoy de nuevo pensándolo, pero es que es tan difícil sanar un corazón roto pero no es imposible, no lo será para mi. Aunque sienta esta tristeza dentro de mi, siento que ya ni duele, no como ese día en el que decidí quitarme aquel vestido de novia y alejarme de mi país para empezar de nuevo y seguir con mi vida.
Bebo de mi copa de nuevo, no debería estar sola pero es así como quiero estar, mis amigas me invitaron a pasar con ellas las fiestas pero no quiero interrumpir en sus celebraciones. Si hay algo a lo que le temo hoy es a volver a enamorarme y no poder ser correspondida. Ahora estoy siguiendo mi vida pero como cualquier mujer también quiero sentirme amada, algo que no he sentido.
....
En los siguientes meses me seguí enfocando en mi profesión, aunque ya llevaba muchos meses aquí, aún no he aprendido muy bien el italiano, he estudiado lo básico del idioma, aunque lo más que he leído son libros de medicina en Italiano, hay palabras que nunca he usado, pero si hablo con un paciente y en términos médicos ahí sí manejo muy bien el idioma, trataba de aprender una palabra nueva cada día.
— Ava — escucho que me llaman, volteo y veo a Loren correr hasta mi — ¿Tienes turno mañana?— interroga.
— No, mañana tengo libre. ¿Por qué? — pregunté con curiosidad.
— ¿No quieres ir con nosotros esta noche a un discoteca?— me quedo pensando.
— Anda Ava vamos, tu casi no sales con nosotras — insiste.
— Está bien iré, me informan la hora y el lugar — respondí finalmente.
— ¡Sí!. Le diré a Sandra que te envíe un mensaje con la dirección y todo, ponte super sexy— dijo y salió corriendo.
Voy hacia mi consultorio y guardo todas mis cosas, iré a mi departamento y buscaré algo no tan formal que pueda usar para ir con las chicas, Loren y Sandra son mis amigas ellas son enfermeras, hicimos una amistad desde que llegué aquí.
Al llegar a mi departamento me doy un largo baño, necesitaba relajarme sentía mucho estrés, estuve en la tina un largo rato. Salgo de la tina y envuelvo una toalla alrededor de mi cuerpo, busco mi secador para poder secar mi cabello y luego peinarlo, pongo un poco de música mientras me arreglo, busco un vestido adecuado para la ocasión siempre me gusta verme bien, aunque la mayoría de veces solo uso ropa formal, estos meses aquí he adelgazado un poco, pero me gusta como luce mi cuerpo, aunque creo que debo comer un poco más. Me pongo un vestido color celeste de tirantes finos, escote V y largo hasta la pierna, es entallado al cuerpo así que me hace lucir muy bien, mi cintura pequeña, mis caderas anchas, hacen que mi vestido luzca muy bien, el escote del vestido deja ver el nacimiento de mis senos, los cuales no son ni tan grandes, ni pequeños, son perfectos en su tamaño.
Reviso mi móvil y veo el mensaje de Sandra donde esta la dirección del lugar en el que nos veremos, no queda muy lejos de donde estoy. Me pongo unos botines de tacón, busco mi bolso y las llaves de mi auto, me veo una última vez en el espejo y salgo de mi departamento, logré conseguir un departamento pequeño y acogedor para mi, compre mi auto, aunque con ayuda de mi padre pero me sirve para trasladarme de un lugar a otro.
Conduzco rumbo a la discoteca donde me esperan mis amigas, estos días me he sentido un poco más animada de lo normal, poco a poco me siento mejor, me siento más libre, me he encontrado a mi misma, me estoy amando.
— Pero que guapa doctora Scott — dice Sandra en cuanto me ve.
— Hola chicas — las saludo con un beso en la mejilla— Gracias Sandra ustedes están muy guapas también.
— Te noto más animada, no fue tan difícil convencerte — me dijo Loren.
— Gracias, si en verdad me siento muy bien y eso me hace sentir muy feliz, así que vamos a bailar — les digo.
— Está Ava me gusta — comenta Sandra.
Ingresamos al lugar y nos dirigimos a la barra pedimos un par de cócteles. Loren, Sandra y yo, bailamos las tres juntas, cada cierto tiempo se me acercan uno que otro hombre, Sandra se fue con uno de ellos y Loren y yo decidimos volver a la barra.
— Vamos Ava acepta salir a bailar por lo menos con uno de ellos — menciona Loren hablando fuerte por el ruido de la música.
— No Loren yo vine a disfrutar, pero con mis amigas aunque una ya me abandono. — respondí.
— Ava debes dejar todo completamente atrás, anda busca un hombre y diviértete— me anima.
— No Loren — respondí.
— Amiga mereces enamorarte de nuevo, ve y conoce algún hombre, muchos vienen tras de ti, busca uno. — ¿Buscar?. No yo no quiero buscar y no quiero que me busquen. — ¿Acaso no quieres conocer a alguien?. ¿No piensas rehacer tu vida?— cuestiona.
— No Loren y no es eso, no quiero buscar a ningun hombre, no quiero correr tras ningún hombre, o que corran tras de mí, si el destino tiene un amor preparado para mi quiero que este simplemente llegue a mi. Quiero que nuestros caminos se cruzen. No quiero buscarlo quiero que nos encontremos...