Capítulo 3 - El encuentro

1268 Words
Ava Loren y yo seguimos bebiendo y bailando las dos juntas, al final ambas decidimos ignorar a los hombres nos estábamos divirtiendo más las dos juntas, bailábamos bebiamos y cantábamos, al final Sandra nos abandono y las dos decidimos volver en taxi estábamos muy ebrias. Llegamos a mi departamento, debíamos parecer locas pero poco me importaba lo que las personas pensaran de mí, me había divertido mucho esta noche, llevaba los zapatos en mi mano. —¿Me prestas el baño? —preguntó Loren. — Claroooo... ve hasta la puerta del... fondo... — respondí. Momentos después la escuché vomitar. —Debes dejar limpio mi baño, no debe oler a borracha —le grite y me quedé sonriendo, la luz de la luna entraba por la ventana que daba hasta el balcón de mi departamento. —Brillas muy hermosa luna, quiero brillar como tú — dije bostezando. —Iré a dormir Loren, ya sabes donde dormirás — le informó. Me fui hasta mi habitación y me tiré sobre la cama, estoy muy ebria y tengo mucho sueño, me quedé dormida casi al instante. Tres días después –¿Cuándo volveremos a salir Ava? - pregunta Loren. —¿Enserio quieres salir de nuevo después de como terminamos esa noche? - cuestione. — Si, la vida es una y mientras podamos hay que disfrutarla - respondió. —Pues yo no pienso salir y emborracharme siempre que me toque mi descanso. - le digo a lo cual ella rueda los ojos. — Debes disfrutar de la vida, Ava, no esta mal salir a bailar y emborracharse y disfrutar de uno que otro hombre - me dije moviendo sus cejas de arriba abajo. —Tienes razón pero no es que lo vaya a hacer siempre - le dije. —Bueno pues piensalo, no puedes mantenerte guardando fidelidad a un hombre con el que ni siquiera estás - menciona. —No le estoy guardando fidelidad a nadie Loren, simplemente he tenido malas experiencias con los hombres, y pues el dia que yo decida volver a entregar mi cuerpo a alguien lo hare por que siento ese deseo y esa pasión, no lo haré simplemente para satisfacer mis "necesidades"- le hice saber. —Lo siento Ava no debí mencionar eso de tu ex... - la interrumpo. —No te preocupes por eso Loren, debo irme ya me siento muy cansada te veo por la noche - me despido de ella y salgo del hospital. Son aproximadamente las 7:00, fue una noche un poco tranquila pero igual siento el cansancio. Pienso en lo que hable con Loren quizás pueda salir con ella de nuevo y acepte tal vez la compañía de un hombre, en verdad mis relaciones nunca fueron buenas yo... anduve con Marcus por eso no me agradaba mucho Alaia pues Ethan y Marcus pusieron sus ojos en ella, Marcus fue el primer hombre con el que tuve intimidad y me arrepiento mucho de eso, fui una de las tantas chicas que se dejó llevar por el encanto de el. Subí a mi auto y solo pensaba en llegar a mi departamento y descansar, sentí mi estómago rugir, en la cena no comí mucho y ahora mi estomago pide ser alimentado, así que me dirigí a una de mis cafeterías favoritas, pedí un café y un postre de chocolate que se me antojo en cuanto lo vi, se que no es un desayuno pero comeré mejor cuando ya esté en mi departamento y haya descansado, salí de la cafetería y no preste atención al frente hasta que de repente choqué contra un pecho duro, lo observé y un poco de mi café se derramó sobre su camisa, levante mi vista para observar su rostro y pedirle disculpas por lo que acababa de pasar, me sorprendí en cuanto lo vi, Gael estaba frente a mi. — ¡Gael! — Mencione su nombre sorprendida de verlo en este lugar y sobre todo aquí en Italia. — ¡Ava! — dijo sorprendido también. — Lo... lo siento no preste atención por donde iba y ensucie tu camisa, discúlpame Gael — veo su camisa que tiene la mancha del café, la cual se limpia con su pañuelo ¡Dios! me siento avergonzada. — No, no te preocupes Ava yo también... iba distraído — me responde con una sonrisa, la cual me hace sentir nerviosa, no entiendo por qué siempre ante él me pongo nerviosa, recuerdo cuando salíamos Samira, Alaia, Ethan, Gael y yo, su mirada siempre lograba ponerme nerviosa, siempre trate de ignorar su mirada. — En serio Gael lo lamento mucho, pagaré tu camisa — dije apenada. — No Ava, en verdad no te preocupes es solo café — respondió despreocupado. — Nunca me imagine encontrarte aquí — musita. — Es aquí donde decidí empezar de nuevo ¿Tú que haces por aquí? .- le pregunté con un poco de curiosidad. — Vivo aquí desde hace más o menos cuatro meses — responde — ¿Te gustaría acompañarme a tomar un café? — pregunta y dudo por un momento en aceptar. — Eh.. si claro — acepte finalmente, creo que se lo debo por haber derramado un poco de mi café sobre él, lo veo ponerse su chaqueta de cuero que cubre la mancha de su camisa, buscamos una mesa y tomamos asiento, él pide dos cafés y un postre para él ya que yo llevaba el que había comprado. — Me alegra mucho el poder verte Ava, después de lo que pasó nadie supo nada de ti — comenta con su mirada fija en mí. — Solo mis padres saben donde me encuentro y ahora tú, preferí no enfrentarme más a esa situación y tomé la decisión de dejar el país, aquí estoy empezando de nuevo, me va muy bien y me siento feliz con mi trabajo... ¿Cómo están todos por allá? — le pregunto, lo veo ponerse nervioso y evita mi mirada — ¿Ellos ya están juntos verdad? — inquiero. — Si ellos se casarán en dos meses — musita, lanzó un suspiro. — Me alegro por ellos, se aman y es bueno que estén juntos por ellos y por su hija, me alegro que por fin decidieron estar juntos — respondí, comiendo un poco de mi postre. — Y bueno cuéntame de ti ¿Qué haces aquí en Italia? ¿Por qué decidiste venir a vivir aquí?. -dije cambiando de tema, en verdad me alegro que Ethan está siendo feliz con la mujer que ama. — Pues me gusta este lugar y estaré a cargo del bufete de abogados que mi familia tiene aquí. - respondió comiendo un poco de su postre. - Es una verdadera sorpresa encontrarte por aquí - menciona. — Que bueno me alegro a mi también me gusta mucho este lugar, me llamó mucho la atención y sin pensarlo elegí este lugar — comenté. - Para mi es una sorpresa encontrarte aquí también - comento con una sonrisa- Italia es un lugar hermoso -dije de repente viendo hacia afuera por el ventanal de la cafetería. — Si es hermoso — dijo con su mirada fija en mí — este país es hermoso — sonreí. Seguimos hablando un poco más hasta olvide lo cansada que estaba, intercambiamos números y quedamos en vernos para comer o simplemente hablar, ese día llegue a mi apartamento y descanse con tranquilidad, me alegraba por Ethan por que por fin sería feliz con quien amaba, aunque me dolió dejarlo fue lo mejor para los dos y mas para mi, la vida está llena de sorpresas y yo solo espero muy pronto recibir la mía...
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