Gael
Soy Gael Castillo tengo 26 años, soy abogado como mis padres, he estado viajando a Italia con frecuencia me gusta mucho este país, mi padre es Italiano y mi madre es Estadounidense, nací en Estados Unidos pero con mi padre siempre viajamos a Italia pues mis abuelos vivían aquí y también tenemos un bufete de abogados del cual pedí hacerme cargo, a mi madre no le pareció mucho la idea pero algo me atrajo hasta aquí.
Tenía ya aproximadamente cuatro meses de haberme mudado a Italia y en dos meses viajaría de nuevo para la boda de Ethan y Alaia, me siento muy feliz de que mi amigo por fin vaya a ser feliz con la mujer que ama, después de todo lo que ha pasado merecen esa felicidad.
Trato de concentrarme en el trabajo pero no puedo, no puedo sacar de mi cabeza el rostro de Ava, su hermosa sonrisa y sus bellos ojos oscuros, hay algo diferente en ella luce mucho más hermosa que hace meses, jamás creí que la encontraría aquí en Italia.
Me enamoré de ella cuando la conocí pero ella solo tuvo ojos para Ethan, recuerdo que cuando yo fijaba mi vista en ella, ella me evadía y aún siendo así jamás la pude sacar por completo de mi corazón. Me moleste mucho con Ethan por haber jugado con ella, Ava no se merecía sufrir.
Lanzó un hondo suspiro, mis ojos no podían creer que la estaba viendo frente a mí cuando la encontré en aquella cafetería, mi corazón latió de prisa, creí que podría morir ahí mismo, ella aún hace latir mi corazón con fuerza, con solo dirigirme una sonrisa hace que todo a mi alrededor desaparezca.
Sonrió y niego al recordar ese día, agradecí al universo o lo que sea que me llevara a ella ese días, agradecí hasta al café por haberse derramado sobre mi. Parezco un imbécil enamorado al reírme solo pero no lo puedo evitar. Lo que hubiera dado por tener un poco de su atención hace años. Ava es esa persona que siempre amé en silencio, a la que admiraba solo de lejos, a la que nunca podré sacar de mi corazón así haya otra mujer en mi vida. Ya lo hice, traté de olvidarla pero no pude, llegué a querer a una chica pero nada funcionó ¿Por qué?. Pues porque simplemente la quise pero no la ame.
Observó mi móvil sobre mi escritorio, quisiera poder escribirle, tengo su número pero he sido un cobarde que no ha podido enviarle un mensaje, pero no quiero parecer molesto. Ha pasado una semana desde que la vi y no he tenido el valor de mandar un mensaje para preguntar por lo menos como se encuentra.
Tomo el móvil y comienzo a escribir y luego lo borro, vuelvo a escribir y lo vuelvo a borrar.— ¡Por Dios Gael!. Ya tienes que decidirte qué es lo que vas a escribir– me regaño.
¿Será que la invitó a salir?– me pregunto. —¿Y si no quiere por qué le recuerdo a Ethan, ya que soy su mejor amigo?. — Muchas dudas vienen a mi mente. Ese día que la vi, no mencionó el nombre de Ethan y evitó el tema. ¿Aún sentirá algo por él?... Decido alejar esas dudas de mi mente y tomó el móvil y envió el mensaje.
—¡Listo! — dije en cuanto lo envío— Lo peor que me puede pasar es que rechace mi invitación — me digo. Dejó el móvil sobre el escritorio esperando una respuesta, revisó los documentos del caso que estoy llevando y cada cierto tiempo mi mirada se desvía a mi móvil en espera de una respuesta pero el día termina y esta no llega....
Ava
Este día me toca trabajar todo el día, estuve ayudando en emergencias debido que hubo un accidente de tránsito que dejó muchos heridos, fue un día muy cansado, me voy hasta mi consultorio, me recuesto sobre la camilla que ahí se encuentra aun falta algunas horas para que se termine mi turno pero creo que tengo algunas pacientes citadas para dentro de media hora.
Debí buscar trabajo en alguna clínica pero no, yo quise un trabajo en el hospital porque este consumiría la mayor parte de mi tiempo y así no tendría justamente eso; tiempo para poder pensar en nada.
Toda esta semana no he dejado de pensar en Gael, me agrado su compañía, fue bueno ver a alguien conocido en este país. A diario he revisado mi móvil en busca de una llamada o mensaje suyo y este no llegó.
Cierro mis ojos y trato de descansar un poco. ¿Le habrá agradado verme en verdad?. Parecía cómodo conmigo ese día que hablamos en la cafetería, en verdad creí que me llamaría. Ahora aquí la gran pregunta es: ¿Qué hago yo pensando en él?. Nunca fui una amiga cercana, solo fue un conocido más.
—Doctora Scott su paciente ha llegado— me informa la enfermera. Me levanto de la camilla y me preparo para recibir a mi paciente.
Atendí cinco consultas y por fin el final de mi turno llegó.
—¡Dios! Pareces un zombi mujer — me dice Loren.
—Gracias ya se que me veo fatal, no he estado durmiendo muy bien y hoy fue un día muy cansado — le respondí.
—Bueno amiga ve a tu casa y toma un buen baño para relajarte, olvídate del mundo y descansa lo más que puedas, mañana el trabajo sigue — me recuerda.
—Gracias por la motivación. Nos vemos mañana — me despido de ella, voy hasta el estacionamiento a buscar mi auto.
Minutos después estoy en mi departamento, tiro mi bolsa sobre el sofá y me dirijo hasta mi habitación, me doy un baño de agua caliente y me tiró en la cama y así me olvido del mundo, cierro mis ojos y quedó dormida, el cansancio me venció.
....
Escucho a lo lejos mi móvil sonar, no me quiero levantar pero se que es la alarma ya la tengo programada, con un poco de pereza me levanto y voy hasta la sala, busco mi bolsa en el sofá y saco mi móvil para apagar la alarma, me despierto por completo cuando veo lo que hay en mi móvil.
—¡No puede ser! — expresé con sorpresa.— No, no, no— niego al ver un mensaje de Gael.
《Hola Ava, espero que te encuentres bien. Soy Gael me preguntaba si ¿Aceptarías almorzar conmigo hoy?. Si estás trabajando entiendo que no puedas. 》
¡Maldición!. Este mensaje lo recibí ayer por la mañana y con todo el trabajo que tuve no revise el móvil, ni siquiera llamé a mis padres también.
¿Debería responder?.
Decido responder su mensaje y disculparme por no haber respondido antes su mensaje. Después de enviar el mensaje voy al baño y me preparo para ir al hospital de nuevo. Espero que Gael lea mi mensaje. Al estar lista hago un poco de café, preparo unas tostadas con mermelada y es lo único que como, reviso mi móvil y no hay respuesta. Salgo del departamento lista para un día más de trabajo.
....
Toda la mañana he estado ansiosa esperando la respuesta de Gael, pero no he tenido tiempo de revisar el móvil. Pero ya es mi hora de almuerzo así que ahora sí lo puedo ver.
Gael
《Hola, no te preocupes entiendo que estuvieras muy ocupada, claro tu dime la hora y paso por ti para ir a cenar. ¡Qué tengas un buen día!.》
Una sonrisa se dibuja en mi rostro al leer su mensaje. Le dije que no podía almorzar con él pero sí gustaba podíamos salir a cenar y esa fue su respuesta.
—¿Por qué sonríes? — pregunta Loren viéndome con curiosidad. Suelto mi móvil por el susto ya que no la escuche llegar, estoy almorzando en mi consultorio.
—¡Loren! ¿Me quieres matar de un susto? — dije tocando mi pecho donde mi corazón late demasiado debido al susto.
—No me has respondido — reclama.
— Y no lo haré — digo mientras sigo degustando mi almuerzo….