DAMIÁN
– Bien, ahora que estamos solos podemos hablar más tranquilamente. Este tiempo en confinamiento pude averiguar muchas cosas. Al parecer Cronos tiene conocimiento de las almas divinas y que puede reproducirse con ellas para crear seres más poderosos que nosotros. Como supongo que habrán podido ver en la redada que realizaron se encontró a varias humanas encerradas, mi suposición es que fallaron al identificar a las almas divinas y las encerraron porque no tienen la habilidad de borrado de mente de nosotros, de igual manera no creo que las hayan querido dejar libre ya que manejan el mercado n***o de trata de personas.
Me tensé, las palabras de Raelus me incomodaron ¿trata de personas? Eso antes no me movía nada, incluso era un hecho el imaginar que secuestraran a tantas mujeres, era común, pero al imaginar a esa pelirroja siendo ofrecida en alguna subasta o siendo “adquirida” por algún humano asqueroso…eso revolvía mi interior con la más pura ira. ¿qué habría pasado si ninguno de nosotros hubiera allanado los sótanos? ¿qué habría pasado si Raelus no hubiera coincidido con Rubí en la misma celda? Un frío que no supe de dónde vino me recorrió enteró. No, no debía pensar en eso ahora. La realidad era que ahora Rubí estaba a salvo, con nosotros, era nuestro deber protegerla, con eso en mente atendí a lo que decía Kaelus.
– ¿Nos estás diciendo que Nora dijo la verdad? ¿nosotros también podemos tener descendencia? De ser así ¿por qué no supimos sobre esto antes? Muchos de nosotros han tenido intimidad con otros humanos, ¿habríamos podido tener descendencia con ellos?
Aquello era cierto. alguno de los guerreros aquí presentes, por no decir la mayoría buscaba “consuelo” en brazos femeninos de forma esporádica. Se las llevaban a pequeños cuartos que ellos mismos habían alquilado o las llevaban a hoteles para disfrutar de sus atenciones para luego dejarlas o despacharlas al día siguiente. Era rápido y ambos sabían a lo que iban. ¿Por qué sabía eso? La respuesta era fácil, Adrián, mi abnegado compañero, amaba estar acompañado por mujeres, le gustaba coquetear, manosear y si podía tener sexo con ellas. Sinceramente a veces me cansaba verlo irse apenas terminábamos nuestras rondas y volver en la mañana.
Por mi parte…yo no necesitaba distracciones tan superfluas. No me interesaba perder mi tiempo valioso en esas cuestiones carnales. Ni cuando fui guerrero ni cuando me convertí en inmortal, nunca me llamó la atención enredarme con mujeres a pesar de haber tenido la oportunidad varias veces, tal vez por eso muchos pensaban que tenía otro tipo de gustos. No los negué, pero tampoco los corregí, no me importaba, no era algo de lo que me beneficiaría así que siempre dejaba que todos hablaran lo que quisieran. Tampoco era que en toda mi existencia tuviera alguna atracción por cualquier persona…hasta ahora. mi mente nuevamente fluyó hasta la pelirroja, ¿cómo se sentiría estar con ella? ¿sería tan suave como parecía? ¿Esa piel blanca se sonrojaría en diferentes situaciones? Situaciones como el enojo, la vergüenza…la excitación. ¿cómo sería cuando estuviera excitada? Un fuerte deseo me invadió. Mi cuerpo y mente la deseaba, por primera vez en milenios deseaba a alguien que solo vi una vez con tanta fuerza que podría asesinar si me lo pidieran a cambio de un momento con esa mujer.
De pronto una pregunta rondó por mi mente. Si Nora quedó embarazada por un guerrero ¿Rubí también podría quedar embarazada? Dioses ¿en qué estaba pensando?
– Hermano, eres uno de los más racionales, pero te falta ver algo que aparentemente no ves. Nora no es un humano normal, ella tiene el poder de curar nuestras heridas físicas y espirituales. En todos mis años encerrado no sentí tanta paz como cuando Nora llegó y de no ser por las cadenas que impedían mi recuperación, estoy seguro que ella me habría curado de inmediato.
– Raelus tú…¿amas a Abigail?
– Por supuesto que la amo, pero mi amor es diferente al tuyo, Caesar. Mi amor es un amor fraternal, un amor de un hermano preocupado por su hermana embarazada. Y ahora estoy muy decepcionado por mis compañeros por siquiera pensar que esa pequeña humana al que he adoptado como mi hermana pueda traicionar a alguien.
¿Amor? Caesar hablaba de ¿Amor? ¿Nuestro líder amaba a Nora? Para empezar ¿qué era el amor? Según Platón el amor es una fuerza que impulsa al ser humano hacia la búsqueda de la belleza, la sabiduría y la perfección. No se limita a amor carnal o romántico, sino que se extiende a la admiración por la inteligencia, las virtudes y la belleza del alma de otra persona. Claro, para cada pensador el amor significaba una cosa, a mi parecer la definición de amor de Platón era la más acertada, pero ¿qué significaba el amor para mí? más importante ¿yo había experimentado alguna vez el llamado amor o me habían amado alguna vez? para empezar mis padres me abandonaron y supuestamente ellos eran la fuente de amor más pura y desinteresada. Nunca me amaron y yo nunca aprendí amar, entonces ¿el amor era tan importante para Caesar? No lo entendía del todo. Y ¿qué era eso de amor fraternal? ¿cómo podías amar a alguien como tu familia solo porque compartiste celda algunos meses con esa persona? Era complicado para mí.
Todos guardamos silencio, algunos por otras razones que estar ahí discutiendo sobre humanas divinas hasta que nuevamente Raelus habló y captó la atención de todos los presentes, incluyéndome.
– También hay algo más que debo contarles…antes que ustedes vinieran a rescatarnos bajó a visitarnos la hermana de Nora, una tal Lizz. Al parecer ella tenía conocimiento de todo lo que Cronos estaba haciendo, no solo eso, participó activamente del secuestro de humanas porque según Rubí, Lizz fue la que se acercó a ella cuando la secuestraron y…eso no es todo. Al parecer el alma de Lizz se fue para dar paso a una diosa.
– ¿Qué estás diciendo, Raelus?
– Caesar, estoy diciendo que, en el cuerpo de Lizz, se encuentra Hera.
¿Ella también tiene un contendor apto?
– ¿Hades? ¿por qué no debería tener un contenedor? Es tu hermana ¿no? Lo que deberíamos preguntarnos es el por qué ella está con Cronos.
No lo entiendes.
– Explícalo y podré entenderlo.
Hera, ella no es nuestra aliada.
– ¿Qué…
No tuve tiempo de preguntar adecuadamente y Hades no tuvo tiempo para poder explicármelo porque Caesar dio una información muy importante que bloqueó todas las preguntas que yo pudiera tener.
– Zeus me acaba de decir…Hera fue la que ayudó a los titanes a escapar del tártaro y Themis fue la que impulsó el juicio público, condenando a Hera por alta traición. A Zeus lo confinaron temporalmente por no cumplir con sus deberes como rey y Themis intentó poner todo a la normalidad, pero fue tarde porque los humanos ya no creían en los dioses.
No solo eso.
– ¿A qué te refieres?
Hera no solo ayudó a escapar a Cronos, en esa época las almas no iban al inframundo.
– ¿Qué quieres decir con que no iban? ¿no es natural que apenas muertas tu alma vaya y cruce el río para ir a tu juicio en el inframundo?
Eso es lo normal, pero en esa época las almas no llegaban. Ni siquiera aparecían en la entrada al inframundo, no importa cuanto esperamos o cuanto buscáramos, las almas no aparecían y ese fue un caso que no se pudo resolver incluso cuando desaparecimos y nos refugiamos en los contenedores.