POV RIO No sé por qué me late la mandíbula mientras reviso los correos, pero lo atribuyo al ejercicio. Al cansancio. A cualquier cosa excepto lo obvio. El reloj marca 9:55 y Camille asoma la cabeza por la puerta para recordarme que tengo una reunión a las 10. No recuerdo haber agendado nada, pero estoy demasiado ocupado ordenando mis notas para prestar atención. —¿Con quién es la reunión? —pregunto sin levantar la vista. —No me especificaron nombre, solo que era “una evaluación urgente” —responde. Frunzo el ceño. ¿Urgente? ¿Un proveedor quizá? ¿Un directivo? ¿Mi padre metiendo mano sin avisar? Cierro el folder. Me acomodo la chaqueta. Enderezo la postura. Y cuando escucho los pasos acercarse, hay algo en mi cuerpo que reacciona antes que mi mente, un presentimiento idiota que me ten

