Buena ocasión

1041 Words
Cinco meses habían transcurrido desde el compromiso entre Roger y Saachi, un periodo en el cual pude observar cómo su relación evolucionaba rápidamente a diferentes niveles. Se mostraban más enamorados que nunca, siempre tomados de la mano y acariciándose en público sin importar la presencia de otros, entregándose a una pasión desbordante que, sin duda, había consumado su compromiso. Para mí, esos cinco meses no se sintieron como tal; permanecía sumida en la misma rutina, día tras día. Y, aunque en ocasiones perdía la noción del tiempo al no depender de la tecnología, Saachi, con la celebración mensual de su compromiso, me recordaba constantemente la realidad. Hoy había sido uno de esos días en los que pasé la mayor parte del tiempo entre los cultivos, pero para mi sorpresa, encontré a Saachi sentada en un banquillo que Angela suele utilizar cuando me observa. —¿Saachi? —pregunté, consternada, mientras me acercaba a ella y notaba su rostro bañado en lágrimas, gimoteando mientras intentaba cubrirse el rostro, avergonzada por ser sorprendida en tal estado. —¿Por qué lloras? ¿Ha sucedido algo? —me encontraba bastante preocupada al escucharla llorar aún más, y no era para menos; Saachi siempre llevaba consigo una sonrisa radiante, y su alegría contagiaba a cualquiera. Por ello, me sentía tan mal y disgustada al verla sumida en una tristeza tan profunda. —No, no es nada —murmuró mientras se limpiaba la nariz y me daba la espalda. —Sabes que puedes confiar en mí. Soy tu amiga y estoy aquí para apoyarte, no para juzgarte. Las mujeres entre mujeres se ayudan, sin importar las circunstancias. —Bueno, hoy Roger y yo discutimos, nuestra primera discusión. Pero no se trata solo de eso, sino de que no quiere casarse el mes que viene. Yo le había comentado que ya llevamos cinco meses comprometidos y que le he dicho a mi padre que deseo casarme el próximo mes, y él está más que emocionado y decidido a asistir en esa fecha. —Lo que sucede es que Roger me sigue diciendo que lo espere unos meses más, que aún no tiene el dinero para la boda que deseo. Me ha repetido esto durante tres meses, y ya han pasado cinco desde que nos comprometimos. Esto me enfurece y me molesta, porque no percibo la motivación de querer casarse conmigo, a pesar de que fue él quien dio el primer paso para comprometerse —dijo mientras comenzaba a llorar nuevamente. Yo me quedé sin palabras, sin saber qué decir para hacerla sentir mejor, sintiendo que no me correspondía hablarle en ese momento. —¿Y sabes lo que pasó hoy? -dijo ella mirándome con tristeza en los ojos, mientras su rostro se contraía por el dolor. — No sé, no sé lo que pasó hoy. — Fui directamente a la habitación de Mami Angela, le hablé y le compartí mis sentimientos. Ella me apoya en todo, pero también mencionó el tema del dinero. Le dije que mi padre podría sin duda cubrir la mitad, pero en ese momento, Roger me escuchó hablar y me gritó, tan fuerte que me asusté. Nunca lo había visto tan enojado. Bueno, cuando éramos adolescentes, sabía que tenía una gran boca y un mal carácter, pero no pensé que se enojaría conmigo por una tontería así -dijo ella secándose las lágrimas, pareciendo más relajada al liberarse de todo eso. —Todo lo que quiero es casarme, ser oficialmente su esposa. Siempre he soñado con eso y me siento cada vez más vieja. Todos mis amigos ya están casados y yo soy la única que no lo está. La mayoría de ellos incluso tienen hijos, y yo estoy aquí, estancada, incapaz de casarme. — Quizás sea mejor así —dije en voz baja mientras la escuchaba quejarse de esa manera. — ¿Qué dijiste? — Sentí el miedo y la cobardía invadirme. Sin duda había hablado sin pensar en cómo podría tomarlo Saachi, pero debía mantener mi posición y hablar sin miedo. Había intentado durante esos largos meses hablarle y advertirle, y ahora que finalmente tenía la oportunidad de confiarle, no podía dejarla pasar. —Escucha, Saachi, he intentado todo este tiempo poder hablar contigo en privado —dije mirando a mi alrededor para asegurarme de que estábamos solas— y hasta ahora no había encontrado la oportunidad de advertirte. — ¿De qué hablas? — Escúchame, está bien, Saachi, sé que esto podría causarme muchos problemas, pero te lo voy a decir porque aprecio nuestra amistad y quiero que abras los ojos y no cometas un error. Parte de lo que te han dicho es verdad, pero yo vengo del continente africano, más precisamente de un pueblo llamado Burkina. Vine a este país porque mi exmarido quiso divorciarse de mí, y venir aquí era mi única opción. Fue allí donde conocí a Roger en un hotel cerca de aquí. —Entre él y yo, hubo una relación de tres meses, pero Angela no lo sabía. Ella no estaba aquí en la granja y Roger me permitió vivir aquí. Pensé que todo era perfecto, me prometió casarse conmigo para ayudarme con mis documentos, y estábamos muy enamorados —dije, con las manos húmedas y el temblor de mi voz palpable. —Pero todo eso fue una mentira. Cuando Angela regresó de su viaje, todo cambió. Desde entonces, me ha tratado muy mal, humillándome e incluso causándome un aborto porque no quería que tuviera nada que ver con su hijo, y mucho menos que tuviera un nieto de mi parte. Mi vida ha sido miserable, y aunque ella dice que me paga una mensualidad, nunca ha sido así, ¿entiendes? —Roger también intentó abusar de mí cuando le dejé claro que ya no lo quería, pero su madre le creyó a él en lugar de a mí. Mi vida ha sido un infierno todo este tiempo, y no quiero que eso te pase a ti. Angela y Roger no son buenas personas, y es mejor que aún no estés casada con él. Aún tienes tiempo para dejarlo y buscar a un hombre mejor, Saachi. — No, no, no, no —me gritó ella levantándose del banco, aterrorizada por lo que le había revelado
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD