Capítulo treinta y siete He llegado a la casa y lo primero con lo que me reciben es con una fabulosa cara de decepción por parte de mi padres. Es lo que le decía a Junior. Todo el tiempo algo tienen para decir, nunca hago las cosas bien para ellos. —¿Hija por qué? —mi madre es la primera en hablar —¿Qué es lo que nosotros te hemos hecho para que este pasando todo esto contigo? —Pero al menos pueden explicarme que es lo que he hecho mal, ya que no sé el por qué estoy aquí. —Ahora no sabes... —mi padre baja su periódico, lo dobla y lo pone sobre la mesa mientras que cruza sus brazos —quiero que me expliques que es lo que está sucediendo con los Dhall detalle a detalle. —Si no está sucediendo nada —admito ocultando la evidente mentira que estoy diciendo y estos se ven entre sí, hacen u

