Capítulo treinta y cinco -Maikel Estoy aburrido. Tener que pasar una semana fuera por la maldita convención de Alphas que van sustituyendo a los anteriores es algo que no me hace mucha ilusión, pero entiendo que esto sea sumamente necesario para establecer lazos y seguir con la paz entre regiones en el mundo. Le doy un sorvo a mi trago en la mano y observo a todos los presentes desde una esquina detalladamente. Aquí hay desde la más ostentosa realeza hasta el más urbano Alpha que viene en zapatillas y jeans. El sitio grita diversidad por todos lados. A escasos metros veo a mi padre hablar tan animadamente con otros próximos ex Alphas como él sin sin tener ni un solo rastro de enojo en su rostro lo que me parece un tanto curioso después de la reprendida que me dio en el Jet y que me s

