Capitulo 2

1867 Words
Román 4 años atrás Estoy trabajando un poco, ya tengo un tiempo con mi hermana. Mis padres se tuvieron que regresar a casa y no quise dejarla sola. Las cosas con el estúpido de mi ex cuñado se están complicando, y no quiero que los vaya a lastimar porque ahora sí soy capaz de matarlo. He visto a mi hermana un poco extraña, sé que está saliendo con el licenciado con el que trabaja. Él me está ayudando por si Gabriel me pone alguna demanda por agresión, que si soy sincero, me tiene sin cuidado. Gracias a Dios, tengo el dinero para pagar lo que sea necesario. Salgo de mis pensamientos cuando recuerdo que tengo que hablar con Aaron, pues planean un fin de semana y pienso acompañar a mi hermana. Por nada del mundo la dejaré sola. Marco su número y al segundo tono contesta: —Hola. —Aaron, buenas tardes. Perdón que te moleste, escuché a mi hermana que saldrían de paseo. ¿Te molesta si los acompaño? Sinceramente, no quiero dejar a Vicky sola. —Hola, Román. No, claro que no me molesta, al contrario, será un placer. —Gracias. Te veo el fin. Quiero platicar un poco contigo. —¿De Gabriel? —No, este pendejo no me importa. De Victoria. Él se queda un momento en silencio y se escucha que suspira. —Claro que sí. Después de esa llamada, pasaron varios días hasta que llegó el fin de semana. La verdad es que no me emocionaba mucho ese paseo, pero lo haría por ella. Cuando llegó el momento de irnos, Aaron llegó con dos chicas, supongo, sus hijas. Yo solo subí a la camioneta sin decir absolutamente nada. De pronto, alguien se sienta a mi lado. Volteo y es una de las hijas de Aarón, supongo que es la mayor, ya que no se ve tan pequeña. Ella solo voltea, me ve y vuelve su mirada hacia su teléfono sin decir nada. Yo levanto una ceja porque creo que es muy grosera de su parte no saludar. Supongo que es una hija de papi mimada. Me parece una buena idea molestarla un poco, ya que aquí atrás solo vamos ella y yo. —Se dice buenos días. Ella voltea, me ve, alza una ceja y se señala. —¿Me estás hablando a mí? —No veo a nadie más cerca de nosotros. Si te das cuenta, los chicos de allá adelante están en su mundo, pero deberías ser un poco más educada. —Soy educada. Simplemente no hablo con personas que no conozco. Yo extiendo mi mano para saludarla y ella me ve con una sonrisa burlona. Tiene una bella sonrisa, se le hacen pequeños hoyuelos en sus mejillas. —Vale. Supongo que eso te han enseñado tus padres. Yo soy Román, hermano de Victoria. —Sí, eso me han enseñado mi papá, pero el que te presentes no deja de ser un extraño. Ella se voltea sin más y me deja con la mano extendida. Vaya, que esta chica tiene carácter. Yo solo sonrío y niego. Parece que después de todo, esto va a ser divertido. Después de largas horas de camino, llegamos al lugar donde nos vamos a quedar el fin de semana. No es una pequeña cabaña, pero es muy linda y muy grande. Cada quien se acomoda en sus habitaciones, y estoy sentado en la sala. Veo como la hija menor de Aarón y Megan ya vienen cambiadas para ir al lago. Sinceramente, yo no tengo muchos ánimos, pero Gabo viene hacia mí. —Román, vamos al lago. —No estoy de ánimos. Vallan ustedes. —Si no estabas de ánimo, ¿por qué hiciste enojar a mamá para venir? Anda, ve a cambiarte para ir un rato al lago. Yo volteo los ojos porque tiene razón, suspiro y me levanto. Voy subiendo las escaleras cuando veo a la pequeña chiquilla amargada bajando, y Dios nos agarre confesados. Viene con un traje de baño, y qué cuerpo tiene esta niña. Yo sacudo mi cabeza porque no debería de estar pensando en eso. Es una niña, y después de todo, es la hija del hombre con el que sale Victoria. Disimulo el cómo la estaba viendo, ya que creo que se dio cuenta, porque me regaló una sonrisa y corro escaleras arriba. Voy y me cambio. Y supongo que ya todos están en el lago, ya que no hay nadie en la casa. Voy hacia el lago, y se escuchan los gritos y las risas, donde ya todos están dentro. Cuando me acerco, la veo sentada sola en una pequeña piedra. Me acerco a ella y le hablo. —¿Puedo sentarme? Ella voltea, me ve, y me voltea los ojos. Esta chiquilla es un poco igualada, pero es linda. —Si quieres. —¿Qué te pasa? ¿No piensas meterte con tus hermanos al agua? Ella suspira y agacha un poco la cabeza. —No me siento muy cómoda. —¿Y eso por qué? —Digamos que no muchas veces uso traje de baño, y estoy un poquito pasada de mi peso. Yo la miro asombrado. En serio está diciendo eso. Si esta chiquilla tuviera más años, yo con todo gusto ya lo hubiera llevado a la cama. Diablos, no debería de estar pensando eso. Soy una mierda, definitivamente. —Claro que no. Te ves súper bien. Anda, vamos a jugar un rato con ellos. Estiro mi mano, y pensé que no la aceptaría. Cuando ella la toca, mi piel se eriza. Sus manos son tan suaves. Tengo que sacarme esto de la cabeza. No sé qué diablos me está pasando. La guío hacia el agua. Yo entro y después ella. Empezamos a jugar un rato, cuando veo que está jugando con su hermana. Salgo del agua y voy y me siento en el mismo lugar donde estaba Mandy. ¿Qué hubiera pasado si me hubiera casado con aquella mujer? Tendría una familia preciosa como la que tiene mi hermana, o simplemente fracasaría, no lo sé, realmente amaba a esa mujer jamás pensé que me fuera a traicionar de esa manera, y en la persona que me he convertido ahora no es nada parecido al idiota que era antes, ahora solo busco mujeres para un polvo. Escuchó una carcajada y volteo y veo a Mandy, Dios no debería de estar pensando estas cosas de ella, pero se ve tan linda con su pelo escurriendo, y en su piel resbalando pequeñas gotas de agua, se acerca a mí y me sonríe. —¿Qué pasa señor amargado? ¿ya no va a jugar con nosotros? —¿Yo el amargado? si tú eras la que ni siquiera querías conocerme. Ella me sonríe y se sienta a mi lado. —No me juzgues, digamos que no platico con mucha gente, pero después de todo me caes bien. —¿Solo te caigo bien? qué pasa eso de que puedo llegar a ser el futuro tío guapo. Ella soltó una carcajada y sinceramente es la sonrisa más linda que he visto. —Bueno pues no sé si seas mi futuro tío, pero eso sería un pecado. Y sí eres muy guapo. —Vaya y tú muy sincera, creo, para estar tan chiquita. —Oye, tampoco no soy tan chica, ¿que te pasa? Yo sonrío porque de edad es muy pequeña, pero realmente esta chiquilla con ese cuerpo y esa cara tan preciosa es un pecado. **presente** La puerta se abre tan fuerte que casi pego un brinco en mi propia silla. Últimamente esto de estar recordando cosas, me hace pensar si fue la mejor decisión alejarme de Mandy. Cuando veo quién entra de esa manera a mi oficina, solo suspiro. Sabía que esto se iba a complicar. Veo que Marisa viene furiosa. Se acerca hasta mi escritorio y lo golpea. —Eres un idiota, Román. ¿Cómo fuiste capaz de autorizar mi despido? Yo solo sonrío y niego porque todavía tiene la cara para venirme a decir eso después de todo lo que ha hecho. —¿Qué querías que hiciera? Eres una maldita víbora en todo, en mi vida personal y en el trabajo. No sé en qué momento a mi estúpido cerebro se le ocurrió firmar un contrato contigo. —No te hagas la idiota. Sabes perfectamente por qué lo hiciste. ¿O ya se te olvidó que me la pasaba en tu cama? Yo solté una carcajada porque muchas mujeres se han pasado por mi cama y han sido mejores que ella. —No te confundas, Marisa. Si fuera por eso, montones de mujeres serían la modelo estrella de esta agencia. Ella se acerca a mí y yo me levanto de mi silla sin poder reaccionar. Me voltea de una bofetada. —Estoy cansada de tus humillaciones, Román. Solamente cuando te servía y me querías, ahí me tenías. Soy una estúpida. Yo la tomo del brazo y la aprieto. Jamás lastimaría a una mujer, pero definitivamente esta me está tocando las pelotas. Ya no sé qué hacer para sacarla de mi vida. —En algo tienes razón. Eres una estúpida, porque yo jamás te he querido y siempre te lo he dicho. Y de servirme, puede ser que seas una buena modelo, pero tu ego y creerte superior a los demás te va a llevar a la ruina. Y es por eso que te despido, no porque ya no me sirvas en la cama como dices tú. —A mí no me mientas. Todo esto es por esa estúpida chiquilla. Pero si tú piensas que te va a perdonar, estás bien equivocado. Y si te perdona, soy capaz de ir a hablar con su padre. Vamos a ver qué piensa el gran licenciado Aarón y su esposa Victoria de que su cuñado se quiera llevar a su hija a la cama. Creo que eso no se vería muy bien. Le acerco demasiado a mi rostro. Creo que tengo los dientes demasiado apretados, pero sinceramente no me interesa esta estúpida. No me va a amenazar, y con Mandy no se va a meter, aunque no la tenga a mi lado. Siempre la voy a cuidar. Y más si se trata de esta loca. —Escúchame muy bien, Marisa. Lo que te voy a decir, porque no lo voy a volver a repetir: aléjate de mí y aléjate de Mandy. Sí, yo sé que abriste la boca o moviste un dedo para lastimarla. El hecho de que te acabe de despedir va a ser lo que menos te preocupe. Yo ayudé a tu carrera, y así como lo hice, también te puedo hundir. Así que piensa muy bien lo que vas a hacer, y ahora quiero que vayas con Karen y firmes tu renuncia. Vas a salir por la puerta con una sonrisa. Y no te estoy amenazando, Marisa. Es una advertencia solamente. Ella sabe que hablo muy en serio, así que solo me sonríe falsamente y sale furiosa de la oficina. No me interesa, pero a Mandy no le va a tocar ni un solo pelo de su hermosa cabellera. Definitivamente, jamás debí haber puesto mis ojos en alguien que es prohibido para mí.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD