Los Alphas de Alana

Capítulo 27

Osiel, Edur y Otto se reunieron en la oficina del rey, un espacio amplio con paredes cubiertas de libros antiguos y un gran escritorio de madera oscura que dominaba la habitación y Edur no pudo evitar pensar que podían remodelar ese lugar para que Alana no extrañara el café, donde pasaba las tardes luego de la universidad con sus amigos, salvo que podria pasar las tardes con ellos, luego de almorzar, si incluso se visualizaba, trabajando junto a sus hermanos mientras disfrutaban de la presencia de Alana en ese lugar, y mientras Edur soñaba despierto, afuera, el cielo comenzaba a teñirse con los colores cálidos del atardecer, y la cena aún estaba a una hora de distancia. Mientras tanto, Alana se encontraba poniéndose al día con Lina, la reina de los lobos debía preparar a su sucesora, aunque Alana no estuviera todavía decidida a dejar marcarse por los príncipes.

Edur se sentó en una de las sillas frente al escritorio, con su expresión solemne marcando el tono de la conversación antes de que siquiera comenzara, Osiel, sin embargo, se recargó en el marco de una ventana cercana, con los brazos cruzados, aun pensando en lo mucho que le afectaba que Alana no lo quisiera ni ver, mientras Otto permanecía de pie junto a la chimenea, observando a sus dos hermanos, al fin el silencio se rompió cuando Edur habló, su voz baja pero cargada de gravedad.

—Osiel, Otto, necesito hablar con ustedes sobre algo importante —comenzó, dirigiendo su mirada hacia ambos. — Hoy descubrí que Alana tiene una relación muy fuerte con Benjamín, casi... familiar, diría yo, y no solo con él, lo mismo aplica para la tal Gala, la bruja, si les digo esto es porque creo que debemos ser cautelosos en cómo manejamos cualquier situación que los involucre. — Osiel y Otto intercambiaron miradas, intrigados, pero al final fue Osiel quien tomó la palabra primero.

—¿Qué estás tratando de decir, Edur? —preguntó con interés, frunciendo ligeramente el ceño, porque no le estaba gustando lo que estaba imaginando, y a Edur no le quedo más que suspirar antes de inclinarse hacia adelante, con sus manos entrelazadas apoyadas sobre sus rodillas, rezándole a la diosa que Osiel mantenga la calma.

—Alana sospecha que fue la compañera de Benjamín quien la drogo anoche, sin embargo, a pesar de esa sospecha, confía tanto en Benjamín que está segura de que él tomará las medidas necesarias con respecto a su compañera, si ella le dice lo que sucedió… Alana no quiere que nosotros intervengamos, ni siquiera indirectamente y ... yo creo que esa confianza que tiene en él es algo que debemos respetar, sin importar lo difícil que sea para nosotros mantenernos al margen. — Otto levantó una ceja, claramente escéptico, más que eso, Edur podía sentir que su hermano estaba tomando eso como un desafía a su poder de Alpha.

—¿Y qué tiene eso que ver con nosotros? —preguntó, con su tono habitual de pragmatismo y Edur lo miró fijamente.

—Si actuamos de manera agresiva o celosa hacia Benjamín o Gala, corremos el riesgo de que Alana se aleje de nosotros, porque por si no lo recuerdas hermanito, ellos son quienes la han cuidado este último año, mientras yo la rompí y tú le prohibías la comida, sin olvidar que Osiel la dejo sin un céntimo, ellos… ellos pagaban su renta, su comida, todo, absolutamente todo en lo que nosotros fallamos... — Edur dejo salir una exhalación mitad de desespero, mitad de remordimiento antes de tranquilizarse y continuar. — Alana es una persona leal, y no dudaría en protegerlos a ellos si siente que somos una amenaza para su relación, además, hay algo más que debemos considerar.

—¿Qué cosa? —intervino Osiel, inclinándose ligeramente hacia adelante, con los nervios de punta, porque sentía que todos estaban más cerca de su luna que él, por lo que Edur se tomó un momento para elegir sus palabras con cuidado antes de continuar, lo que menos deseaba era a un Osiel desesperado, porque malditamente podían con un Osiel enfadado, pero uno desesperado… incluso a él le daba miedo pensar en lo que su hermano podía convertirse o hacer, si la desesperación le ganaba.

—Podríamos aprovechar la amistad que Alana tiene con Gala, después de todo, Gala no es cualquier bruja. —dijo, haciendo una pausa para asegurarse de que tenía toda su atención. — Ella es la princesa de las brujas, es decir, la sobrina de mamá, y a través de ella, quizá podamos obtener el permiso de la reina de las brujas para que nuestra madre ingrese a su territorio y pueda transformarse en loba. Si logramos eso, mamá podría recuperarse y dejar de debilitarse, sé que Alana estará más que encantada de mediar entre nuestros reinos, para que eso ocurra. — Osiel permaneció en silencio por un momento, procesando la información, su confusión y necesidad por Alana era tanta que le había hecho pasar ese dato por alto, pero finalmente, una leve sonrisa se dibujó en su rostro.

—Eso tiene sentido, Alana ya confía en Gala, y si logramos que nos ayude, podríamos darle a mamá una segunda oportunidad. — Otto, quien había estado escuchando atentamente, se inclinó hacia adelante, mostrando un interés renovado en el plan.

—Es una buena idea, Osiel, si mamá puede transformarse, podría recuperar su fuerza, no podemos dejar pasar esta oportunidad. —dijo, con determinación en su voz y Edur asintió, aliviado de que sus hermanos compartieran su perspectiva.

—Entonces, está decidido, hablaremos con Alana y veremos si está dispuesta a ayudarnos a través de Gala, pero debemos ser cuidadosos y respetar su confianza en ellos, este no es solo un asunto de estrategia; también es una prueba de nuestra capacidad para trabajar en equipo con ella.

Los tres hermanos se miraron entre sí, uniendo sus voluntades en un propósito común. Había mucho en juego, pero también una oportunidad de fortalecer los lazos que los unían, no solo como familia, sino también como manada, y mientras las sombras del atardecer se alargaban en la oficina del rey, todos sabían que el camino hacia adelante exigiría no solo fuerza, sino también una considerable dosis de paciencia y confianza.