
En Fantell, la ciudad del deseo, los secretos tienen un precio letal.
Bajo una fachada de glamour adolescente y riqueza, se esconde una ciudad quebrada por desapariciones sin resolver, verdades enterradas y una corrupción tan profunda que la ley dejó de importar.
Cuando Harper llega, todos la reciben con sonrisas. Es encantadora, inteligente, y parece encajar a la perfección en el mundo brillante de Fantell. Nadie sospecha que no vino a quedarse… sino a descubrir.
Mientras se adentra en el círculo dorado de la ciudad, comienza a notar las grietas detrás del brillo: amistades falsas, silencios pagados, miradas que esconden miedo. Cada pista la acerca más a la verdad de los crímenes olvidados, pero también a un peligro que Fantell ha aprendido a disfrazar muy bien.
Harper está convencida de que puede exponer a los culpables, pero pronto se da cuenta de que está jugando en el tablero de alguien más. Los rostros familiares se distorsionan, las líneas se difuminan, y la única certeza es que sus propios errores la han puesto en el punto de mira. En la ciudad del deseo, la única salida es enfrentarse a la oscuridad... o dejar que te consuma.

