Capítulo 3
Ximena
Cuando la mañana siguiente llegó, guardé todo lo que necesitaba en una maleta y empaqué ropa para Laurita, ya que mi mamá la pasaría buscar a la escuela cuando esta terminara. Justo después que ella la recogiera, vendía por la casa a recoger también su maleta, debido a que a mí no me hacía camino llevársela. Así que le di instrucciones específicas a Berta para que le entregara la maleta una vez estuvieran las dos aquí.
Luego de dejar a la niña en la escuela, le informé a la maestra que su abuela pasaría por ella y luego me despedí de mi hija con un fuerte abrazo. Dejando también un tierno beso en su mejilla para que supiera que mama la quiere y le digo que no nos veremos en unos días. Ella siempre acepta bien mis palabras, ya que es una niña bastante inteligente y le encanta pasar tiempo con su abuela. Eso y también que le gusta que le traiga algo nuevo de cualquiera de mis viajes.
Mientras conduzco a casa de Emma, voy pensando en todo lo que ha sido mi vida hasta ahora y reflexiono en los momentos felices como en los no tan felices. Recuerdo a plenitud el momento exacto en el que me enteré de que estaba embarazada y cuando tuve a mi bebé por primera vez ente mis brazos. Lo cual fue un cambio total y único en mi existencia porque nada se compara con el amor de una madre hacia sus hijos.
Luego del nacimiento de Laurita, las cosas fueron muy bien por los siguientes diez años a mi parecer. Sin embargo, hasta hace ocho meses fue donde todo empezó a cambiar en mi matrimonio. Hasta el matrimonio de Emma, terminó en el mismo período de tiempo, a veces creo que las dos estamos destinadas a tener el mismo destino.
Una vez llego a la casa de mi mejor amiga, estaciono el auto y toco el timbre para que luego de tres minutos, mi amiga me esté abriendo la puerta. Esta tiene una cara de acabada de despertar tremenda y la resaca se le nota a mil kilómetros. Lo cual me hace reír y ella me deja pasar sin decir absolutamente nada, haciendo una mueca por el terrible dolor de cabeza que debe de tener ahora.
Luego de cuarenta minutos en los que ella se arreglaba y se quitaba su cara de zombie, un chico muy guapo bajo las escaleras como si nada y me saludo con la mano antes de irse. Yo lo miré sorprendida y seguí preparando un buen desayuno para ambas, ya que no había comido nada antes de salir de mi casa.
Una vez estuvimos las dos desayunando, le comencé a contar todo lo que había pasado anoche desde mi cena fallida y mi molestia con mi marido.
Cuando le dije que Gabriel había llegado tarde a casa anoche y que me habían informado en la oficina que había este había salido temprano. Esta no paró de ofenderlo y de insultarlo en ningún momento, como tampoco paró de decir que de seguro era porque estaba con su amante. Al escuchar de la boca de mi amiga todo lo que pasó por mi mente anoche, esto lo que hizo fue echarle más leña al fuego de la inseguridad y de mi coraje. Además; recuerdo que Emma también pasó por lo mismo con Eduardo, su marido y mi amigo también como de Gabriel. Únicamente veo que él quiere seguir por el mismo camino.
_ m*****o desgraciado _ repitió una y otra vez _ No me alegro de que te estén viendo la cara amiga, aun así me alegro de que hayas decidido venir conmigo al viaje. Estoy seguro de que este viaje nos cambiará a la vida a ambas, puedes apostarlo. Todos los chacras están alineados para que nos vaya de maravilla.
_ Hace mucho tiempo que tú y yo nos conocemos Emma, eres como mi hermana; sabes mejor que nadie que no me cansaré de decirlo. Y este viaje juntas todo este fin de semana, será fantástico, ojalá y nos cambie la vida como tú dices.
_ Ya verás que si, cuando regreses el lunes a tu casa, le pedirás el divorcio a Gabriel sin pensarlo y no vas a querer saber más de él. Solamente se hablarán para ponerse de acuerdo de las cosas de Laurita.
No sabía si reír o llorar por la idea de Emma porque aún no sabía a dónde quería llegar con todo esto ¿De verdad le pediría el divorcio a Gabriel?
…
Junto con Emma, hemos pasado casi todo el día de compras porque según ella y su nivel de locura. Teníamos que comprar ropa totalmente nueva para el viaje, incluyendo la interior para la buena suerte.
Al principio cuando esta me planteo la idea debo decir que no dude en protestar, ya que para ser sincera, mi ropa interior es bastante sexy. Puesto que yo soy de las mujeres que se considera así misma atractiva y sexys. Soy partícipe del concepto que si te sientes seguro con tu cuerpo, tu mente y tu corazón, eres única; pero según ella. Si vamos a hacer este viaje tenemos que tener todo nuevo para que no se nos sale.
Luego de hacer una intensa compra por muchas tiendas y de vaciar mis maletas para meter la ropa nueva. Ayudo a Emma para que tenga la suya también lista y para terminar de pasar bien la tarde. Ambas pedimos comida china para cenar y mientras mirábamos alguna película; nos poníamos a hacer cuentos.
…
La mañana del jueves había llegado y ya era hora de partir al famoso crucero, por lo que en el momento que subimos al taxi; fuimos platicando de temas variados hasta llegar al puerto. En el momento que y vimos el espectacular barco, ambas nos quedamos muy asombrados. Ya que este no era solo grande y elegante, sino que se parecía mucho al de la película del Titanic lo que más grande, únicamente esperaba que no tuviera el mismo final que aquel. Al hacer esa comparación en mi cabeza, debo decir que me dio un poco de miedo porque de solo pensar que se puede hundir como el de la película, se me ponen los pelos de punta.
Aun así, lo único que está a nuestro favor; es que este barco no iría hacia aguas frías. Por lo que voy agarrando mucha más confianza y me va gustando este viaje, así que con mayor seguridad. Decido que aré este relajante viaje por el caribe, dejando Los Ángeles atrás por unos días. Ojalá y mi pequeña se la pase tan bien con su abuela como yo en este barco.
Una vez ya dentro del barco, nos dedicamos a observar todo a nuestro alrededor y es que todo era súper hermoso. Hasta había una piscina, un restaurante, un bar y un salón de juegos en donde los pasajeros se podrían divertir a su gusto. También había minibares en la cubierta y muchos más lugares para hacer de este crucero el mejor.
La verdad era que yo nunca había estado en uno y la simple experiencia me agradaba. No era lo mismo hacer viajes de trabajo en avión o ir esporádicamente de vacaciones cuando Gabriel supuestamente podía y digo supuestamente, ya que en realidad no me sorprendería que las veces que me decía no poder, fuera solo una justificación barata. Nada le costaba ponerle un poco más de atención a su familia.