Alexander tenía la agenda llena, los lunes regularmente a primera hora tenía una reunión con los ejecutivos de la naviera, y con el área de aduana; como siempre, un maniático del control, gracias a su obsesión por el trabajo, la naviera marchaba a la perfección, cumpliendo con todas las normas requeridas por el departamento de aduana, nacional e internacional.
Su vida, eran sus negocios, fuera de ello, los fines de semana los dedicaba a surfear, a esquiar y antes de Yannin, los viernes solía salir a algún bar para desfogar sus necesidades sexuales, pero, ahora que estaban juntos, por supuesto eso se había acabado, tenía toda la intención de ser fiel a su relación, realmente la amaba, y teniéndola a ella, no necesitaba nada más.
— Karla venga por favor — llamó a su secretaria.
— Dígame que tenemos en la agenda para el viernes.
— A las nueve tiene cita con el abogado Enzo Ferrer para la firma de contratos con los clientes australianos, a las once tiene un almuerzo con el director de la concesionaria de automóviles japoneses, a la una tiene su cita con el departamento de relaciones exteriores, a las cuatro tiene la firma con la exportadora de tequila y a las seis con la directora de exportaciones de Golden Hills.
— ¿Golden Hills?
— Sí señor, son los exportadores de manzanas, la directora de exportaciones pidió la cita con usted para tratar las condiciones de embarque, ya que sus manzanas, tiene calidad Premium y requieren tratamiento especial durante el traslado.
— Revisa si puedes mover Golden Hills, antes de la exportadora de tequila, en caso de que no se pueda mover, cancela y agenda para la siguiente semana a primera hora.
— Sí señor, enseguida.
— Ah, Karla, hágame una reservación en Open Sesame a las siete de la noche para dos personas, pida una mesa privada y que me preparen una botella de champagne Krug 1928, quiero velas y rosas rojas en la mesa.
— Sí señor, yo me encargo
Esperar hasta el viernes para verla, era una tortura, pero iba a respetar sus tiempos, lo único que le quedaba, era como siempre, concentrarse en el trabajo.
Esa noche, se limitó a enviarle un mensaje de buenas noches, no quería interrumpirla, o ser inoportuno y mucho menos, posesivo, aunque definitivamente, estaba tentado a contratarle seguridad para que la cuidaran, pero seguramente, ella lo sentiría como una invasión a su privacidad.
Yannin, se limitó a contestar el mensaje con un emoticono, enviando un beso, seguramente estaba muy concentrada en sus estudios.
El martes, salió muy temprano, rumbo a Anchorage, a firmar un contrato con una exportadora de salmón, había agendado regresar hasta el miércoles para aprovechar el viaje para esquiar un poco, hacía mucho tiempo que no visitaba la ciudad, así que disfrutó de uno de sus deportes favoritos, después de firmar, sus nuevos clientes, lo invitaron a almorzar y después tuvo toda la tarde para él.
Esa noche, en la soledad de su habitación, deseo con todas sus fuerzas que ella estuviera allí, con él, que difícil era saber que lo amaba, pero no poder estar con ella cuando lo deseara, le escribió un mensaje, esperando que tuviera un minuto para hablar con él.
— Hola preciosa buenas noches — escribió
— ¡Hola amor! discúlpame cariño — escribió ella— justamente estoy viendo unos videos que debo analizar y comprender para mi examen de mañana, te llamo antes de ir a la cama, te amo.
— Está bien, hermosa, estaré esperando, te amo,
Alexander disfrutaba leer, analizar los movimientos de la bolsa de valores y crear estrategias para hacer crecer sus negocios, así que nunca tenía tiempo para aburrirse, bastaba con abrir su laptop, o algún libro y el tiempo pasaba rápido para él.
Vio la hora y pasaba de las dos de la mañana, definitivamente, ella ya no llamaría, seguramente se habría quedado dormida estudiando, o era un examen tan pesado que seguía estudiando a esa hora.
Él, no se había dado cuenta en qué momento se había acabado la botella de vino, pero al menos había diseñado una estrategia de expansión, que tenía muchas posibilidades, iba a requerir realizar algunos viajes a Panamá, y México, pero eso nunca lo detendría, al contrario, si lograba expandirse, el mundo, sería suyo.
Se quedó dormido, hasta que la alarma sonó, tenía que salir a primera hora para regresar a los Ángeles a tiempo y poder cumplir con su agenda del día, era miércoles y Karla. le había llamado en varias ocasiones para incluir una nueva cita, la última era a las ocho de la noche y con ese cliente específicamente solían alargarse por horas, si algo caracterizaba a Alexander Durand, era darles a sus clientes exactamente lo que necesitaban, pero bajo su propia perspectiva, el cliente siempre estaba satisfecho, porque Alexander era experto en generar necesidades y soluciones a la medida del cliente. Cuando logró terminar con su cliente, era demasiado tarde, prefirió no molestar a Yannin, seguramente ya se habría quedado dormida.
El jueves se levantó muy temprano, en toda la semana no había hecho ejercicio, así que decidió ejercitarse antes de salir, tenía una cita con Fernando en el consorcio Spencer para afinar detalles sobre los embarques de una de las marcas del consorcio y después, almorzarían junto con Enzo, para ponerse al día, solían hacerlo al menos una vez al mes, habían cambiado la cita en el bar por la noche, por un almuerzo, desde que Fernando había decidido serle fiel a su esposa y desde que Enzo, pasaba todo su tiempo libre con Shayla.
No se podía quejar, había sido un día bastante productivo, estaba exhausto, pero había cerrado un negocio muy importante, con una importadora de teléfonos móviles de origen chino.
Eran las nueve en punto del viernes, cuando llegó a la naviera.
— Buen día Karla, ¿algún cambio en la agenda?
— No señor, la Licenciada Milena Reed, aceptó cambiar su cita a las dos de la tarde, por lo tanto, tiene libre la tarde, a partir de las cinco de la tarde.
— ¿Milena Reed?
— Sí señor, así se llama la directora de exportaciones de Golden Hills, los de las manzanas.
— ¡Ah, ya! Algo me pasa con esas manzanas, que no logro registrarlos en mi cerebro.
— También ya está confirmada su reservación en Open Sesame, con todas las especificaciones que usted solicitó.
— Perfecto Karla gracias.
— Para servirle señor.
Durante toda la mañana, Alexander estuvo demasiado ocupado, desde cumplir con todas las citas en su agenda, hasta contestar llamadas y atender imprevistos, debía confirmar su cita con Yannin, na habían logrado hablar durante toda la semana, y quería saber si la recogía en Riverside, o prefería que pasara por ella en algún otro lugar; estaba bastante ansioso, era su primera cita como pareja y quería agasajarla llevándola a cenar a uno de los mejores restaurantes de comida mediterránea, de Los Ángeles.
No quería importunarla, así que le envió un mensaje,
— ¡Hola mi hermosa! Muero por volver a verte, te voy a llevar a cenar a un lugar que estoy seguro que te va encantar, ¿Paso por ti a las seis en Riverside? O prefieres que te recoja en otro lugar — Escribió
Pasaron unos segundos y el móvil comenzó a sonar, era ella.
— Alex, mi amor, perdóname por favor, estuve tan ocupada y presionada con mis exámenes toda la semana, que me olvidé completamente de avisarte que no podré verte hoy; estoy invitada a una conferencia con el expresidente Obama, ¿Puedes creerlo? Mi profesor de Ciencias Políticas, me eligió por mi buen promedio para asistir a una conferencia a puerta cerrada y justamente es a las siete de la noche, no estoy segura de cuánto tiempo vaya a tardar la conferencia, perdóname ¿Si? Te prometo que te voy a compensar.
Alexander suspiró, y apretó los dientes, en realidad, no le molestaba que Yannin le cancelara la cena, si se trataba de una oportunidad como esa, se trataba de su crecimiento profesional y la entendía perfectamente, él habría hecho lo mismo, lo que en realidad de molestaba, era que no le hubiese avisado con anticipación, él era un hombre muy organizado, y no toleraba que su tiempo no fuera valorado.
— No te preocupes hermosa — contestó — ve a tu conferencia y aprovecha al máximo todo lo que puedas aprender del expresidente, es sin duda una oportunidad que no debes dejar pasar.
— Gracias por entender — te amo, te llamo en cuanto me desocupe, te dejo, porque debo entrar en una clase — dijo, y enseguida colgó.
Alexander, colgó el móvil y estaba por llamar a Karla, cuando ella llamó a la puerta.
— ¡Ah, Karla!¡Cancela por favor mi reservación en el restaurante! — ordenó.
— Enseguida señor, también le informo que Golden Hills, ha cancelado su cita a las dos de la tarde, pero comenta que, si llegara a estar disponible un horario por la noche, ella podría verlo, que le urge que se cierre el contrato lo antes posible, ya que un retraso, puede afectar la madurez de las manzanas.
— ¿Sabes qué Karla? No canceles mi reservación, hace mucho que no ceno allí, y me encanta la comida, llama a la mujer de las manzanas y dile que la veré esta noche, la espero a las siete en el Open Sesame.
Lamentó no poder ver a Yannin, pero que mejor manera de suplir su cita, que, cerrando un buen negocio, con la mujer de las manzanas.