Fadila se apeno ante Alek, no había podido evitar sentir todas esas sensaciones. —Estoy bien, solo tenía un poco de sed, lo siento mucho, la chica me tomó por sorpresa, no pude negarme. Poco después Alek la tomó de la mano, se dirigieron hacia un pasillo similar al del club en Nueva York, le pareció que esos lugares estaban diseñados muy parecidos, casi iguales. Fueron pasando por diferentes áreas, en todas había un número significativo de personas, entraron donde había varias cruces de San Andrés. En una de ellas estaba atada una chica, mientras otra le daba ligeros golpes con el látigo, la chica atada estaba completamente descubierta de la cintura hacia arriba. Fadila observó atenta cómo la otra chica dejaba el látigo a un lado para acariciar a la que estaba atada, se dio cuenta de

