Después de una tarde intensa, Alek convenció a Fadila de aceptar vivir en ese departamento, ese día ha iá evento en el club.
—Quiero que me acompañes al club está noche.
Ella dudo por un momento, aún le daban nervios observar lo que en esos lugares sucedía, era increíble ver a los altos ejecutivos como Alek en su oficina con esa apariencia de hombre serio, y saber que por las noches dejaban salir sus más bajas pasiones, tenían dos personalidades completamente opuestas, incluso ella ya se empezaba a sentir dividida.
Alek le estaba mostrando otra cara del placer, una cara que ella desconocía, le daba miedo, pero a la vez le atraía.
—Está bien, iré contigo. —Alek le sonrió con esa sonrisa tan sexi que la derretia.
De las sonrisas de Alek esa era su favorita, una sonrisa de lado, muy sexi
