Camila no estaba dispuesta a perder a Alek, tenía un plan y esperaba que funcionará, lo llamó para que la viera en un restaurante a primera hora de la mañana. —¡Dios! No puedo creer que está mujer no entienda. —¿Ahora qué quiere? —Qué vaya a verla, que tiene que decirme algo muy importante. Alek salió un poco después para acudir a la cita, le hubiera gustado desayunar con Fadila, pero Camila insistió en que era urgente, al llegar al lugar la observó sentada en una de las mesas, el lugar estaba lleno, algo raro debido a la hora, no le dio importancia y se acercó a la chica. —Hola. —Hola amor. —Camila se acercó para intentar besarlo, Alek se extraño, ella ya sabía que el no lo permitiría. —Sabes que no puedes hacerlo Camila. —Se hizo a un lado para evitarla. Cómo siempre que la ve

