Capitulo 56

3662 Words
Isabella Unas horas después, estábamos en Dinamarca. El viaje en avión fue tranquilo, sin turbulencias ni cosas que me hicierar no poder dormir, por lo que me pase las dos horas que duro el vuelo durmiendo, y los cinco des aterrizaje dándome cuenta de que, cuando era niña siempre decía que no pisaría jamás en un país nordico, no era que los odiara, sino que odiaba el frio, y el calor, me gustaba las temperaturas normales que no fueran ni muy intesas ni estresantes. Una vez el avión dejo de moverse, mire por la ventana para darme cuenta de que estábamos en un jardín. — ¿Dónde hemos aterizado? —pregunte impresionada. —Es el jardín privado de la casa de verano de la familia real—comento una de las azafatas, este avión era completo, tenía asiento demasiado comodos, pero no era como un avión comercial sino que había dos o tres asientos en cada lado, y mucho espacio para baño completo y dos habitaciones completas para que durmieran quien quisiera, tenía hasta una cocina completa para que las azafatas cocinaran a los pasajeros, sin hablar de que estábamos viajando con cinco azafatas que supongo que venían con el avión y los dos pilotos. Pase mis manos por mi cara y luego me hice una coleta y mire a mi primo. —Esta claro que Matt no hace las cosas a medias—me dijo y se levanto de su asiento, estirándose con cuidado. Cuando las azafatas colocaron las escaleras para que pudiéramos salir, agarre mi bolso y me dispuse a salir, nada más asomarme vi a Matt que estaba en lo más bajo de las escaleras mirándome con una sonrisa enorme. —Buenos días princesa, bienvenida a Dinamarca—me dijo y sin dudarlo baje lo más rápido que pude las escaleras para saltar a sus brazos, Matt me agarro con fuerza de la cintura y me dio un par de vueltas haciendo que dejaramos paso a las demás personas que tuvieran que bajar del avión. Cuando paramos de movernos, Matt apoyo mis piernas sobre las suyas sin soltarme de la cintura comenzó a besarme la mejilla, rápido y muchas veces, sin parar y con demasiado cariño. Había algo dentro de mi que se moría cada vez que la llamaba princesa, era normal que Matt me llamara preciosa para recordadme según él mil veces al día lo guapa que era, pero con princesa algo en mi se deretía, y aún no sabía porque. —Hola—comente demasiado feliz. Matt me agarro de la cara para besarme con demasiada intensidad, dejando claro todo lo que me echaba de menos, en muchas ocasiones, los actos son mucho más importantes que las palabras, estos dicen muchas más cosas, y aunque siene muy mal, esas cosas son las que dejan claro que el amor esta vivo. —Señotito Matthew, no creo que sea el momento ni el lugar de los besos—comento una voz que no reconocí. Me separe de Matt, que por mucho que se resistiera, bajo su mano de mi cintura y miro en dirección a la voz, mire a esa persona para ver a un hombre alto, mucho, quizás demasiado, era palido, de pelo muy claro, era de rubio muy claro o blanco directamente, era delgado, se le notaba sus huesos, pero no era como preocupante sino que parecía que estaba con un problema medico, sino que creo que era una cosa de complesura, y estaba lleno de arrugas por lo que estaba claro que era mayor. —Isabella te presento a Klaus MacGowann von Holstein—me dijo Matt señalándome al hombre, coloco su mano con cuidado en la parte más baja de mi espalda—Es el hombre que se encarba de que todo en el castillo de mi familia o en cualquier sitio que yo este—me explico Matt y ofreci mi mano a ese señor. —Soy Isabella—me presente y el hombre me miro. —Señorita, no debe dar la mano a personas que son de nivel más bajo que usted, le recuerdo que es una duquesa—comento Nicol haciendo que la mirara — El hombre debe hacerle una suave reverencia y usted asentir, recuerde su posición—. — ¿Y usted quien es? —pregunto Matt y lo mire. —Es Nicol, mi abuela la ha contratado para que me ayude a ser la mejor representante de mi familia, se ha puesto nerviosa ahora que ha visto que voy a ser cara pública—explique haciendo que Matt me mirara. —Bueno pues Nicol y Klaus se pueden hacer amigos, y cenar juntos mientras tenemos nuestras citas—comento Matt. Un helicóptero se acerco a nosotros y paro un par de metros más lejos que nosotros, con este aún en marcha pero ya en el suelo, bajo Cristina y Gigante que nos saludaban con gran entusiasmo. —Por fin—comento mi primo que corrí a abrazar a su novio con gran ilusión. —Yo también te he echado de menos primo—comento Matt haciendo que riera y me apoye en su pecho agradecida de volver a estar con él. Mire como mi primo y Cristina se abrazaban y se daban besos, quizás una semana para personas normales era poco tiempo pero pasamos de vernos siempre a no vernos en una semana y como adolescentes con demasiadas hormonas y emociones, fue demasiado tiempo- —Gracias por este recibimiento—comento Gigante y sin dudarlo me acerce a él para abrazarlo. Gigante me levanto del suelo para abrazarme con mcuho cariño—Mi rubia favorita—dijo y beso mi cabeza feliz, acto seguido note como Matt se acercaba y salte a abrazar a Cristina en uno de esos segundos que Aiden se alejo un poco de ella. —Te he echado de menos—le deje claro y la abrace con fuerza—Dormir sin tus ronquidos es demasiado triste—bromee. —Yo echo de menos que me despiertes y me peines—dejo claro devolviéndome el abrazo. —Rosa llegara en dos días, ha tenido un problema familiar que no ha sabido explicar por telefono—comento Matt. —Vendra justo para el baile—comento Gigante, haciendo que me separa de Cristina y mirara a Matt. — ¿Qué baile? —pregunte nerviosa. Matt miro mal a Gigante. —No te he dicho nada para que no entres en colapso—dejo claro y lo mire molesta—Es un protocolo normal, cuando un rey abdica se hacen muchas celebraciones y un baile de bienvenida a las ceremonias de cese y coronación, son lo más normal del mundo—comento Matt. —Un baile, de esos con vestidos largos, cenas raras y en los que familias reales y políticos de todo el mundo están aquí mirando con lupa cada detalle que haces—resumí para todos lo que era un baile de esas magnitides. —Sobre todo a ti—comento Cristina y la mire—Serás la pareja del príncipe heredero, la misteriosa duquesa de Zaharie y la primera persona con nombre de Monte Alto que sale del país—. El recuerdo en las palabras de Cristina me dio demasiado fuerte, como si me tiraran cubos de agua fría. Monte Alto podía ser un gran país en muchas cosas pero en relaciones intenacionales eramos complicados, medio mundo odiaba nuestra cultura y leyes, eramos aliados y amigos pero no participábamos en cosas así, eramos los primos que sabías que existían pero no conocías ni veías nunca. —O sea que el futuro dipoblatico de un país esta sobre mis hombros—me queje y suspire. Matt pasó sus brazos pro mis hombros abrazandome. —Siempre tendrás Dinamarca como refugió—comento haciendo que negará, puede que sus palabras me tuvieran que calmar pero el peso de mi pecho, no desapareció. —Ni te preocupes, ten en cuenta que en cierta forma eres la jefa de todos nosotros—susurró Gigante haciendo que riera, no era una risa nerviosa o desepserada, sino una de verdad, me hizo gracia recordad eso y vinieron a mi mente las palabras de esa persona en la cabaña, los portales no eran solo entre planso sino también entre tiempos, por lo que si las cosas salían mal, siempre podía salir corriendo y volver atrás en el tiempo. —El único problema de eso, es que no se como colarme en el internado para mandaros—le dije riendo y me miro. — ¿Acabamos de salir y ya quieres volver? —me pregunto Matt desesperado y le mire—Bueno, yo también quiero volver, ahí nadie me dice que no decir—añadió un poco alto para que el hombre delgado lo mirara. —Le aseguro señorito que los meses que esta en el internado son los más tranquilos para todo el servicio—dejo claro Klaus haciendo que se me escapara una pequeña risa. Matt me miro sorprendida y sin mucha dificultad me giro para que le mirara a los ojos y puso cara de enfado. —Perdón—dije mientras intentaba dejar de reir. —Creo que mi presencia no es tan estresante—comento intentando hacerse el ofendido pero era al que más le divertia esa conversación. —Tu presencia es del todo menos estresante—le deje claro haciendo que me mirara—Pero no quito que es demasiado gracioso que te responda tranquilamente—. —Klaus es muy divertido cuando quiere—comento Cristina que saludo al hombre con una mano y entusiasmo—Lleva muchos trabajando para la familia real, te puedo asegurar que es el mejor—. —Solo si no te tiene que recordar hasta cuando respirar—se quejo Matt y le mire preocupada, era la primera vez que iba a ver a Matt fuera de su forma de bromista o el payaso de la clase, iba a ver a Matt como lo que era, un príncipe con demasiadas responsabilidades, creo que me iba a ser demasiado raro. —Entremos a la casa, el avión debe irse y no tardarán en comenzar a venir los aviones de periodistas para ver el reencuentro—comento Klaus y sin discutir todos entramos a la casa. Nada más entrar, un enorme perro peludo se acerco a nosotros y me tiro al suelo, saltando encima de mí y babeándome toda la cara con sus babas y lamiéndome la poca parte de mi cara sin babas. —Edward—le grito Klaus alarmado por mi seguridad o por el pobre perro. —Teddy amigo, fuera—dijo Matt y rápidamente el perro se quito de encima de mí para ponerse alado de Matt. Mire a mi novio alarmada mientras que Aiden me ayudaba a levantarme y una mujer me daba una toalla para secarme las babas. —Perro bonito—hablo Cristina y se acerco corriendo al perro para abrazarlo— ¿Quién es un buen chico? — pregunto Cristina mientras acariciaba al perro. —Él seguro que no—me queje mientras intentaba sacarme las babas de mi cara, mire al perro, era un gran terranova de color marrón, era enorme y por su lengua muy sacada, viejo. — ¡Oye! Que te puede escuchar —se quejo Matt acariciando al perro—Teddy es mi perro desde pequeño, es el perro de la familia real—explico y le mire impresionada. —Edward III es el hijo de Clarissa, la perra de la futura reina, todos son descendientes de Richard, el perro que de infancia del rey Magnus IV, desde entonces a cada heredero se le da el primogénito del heredero anterior, en este caso el perro de Matthew es el ultimo en la cola, hasta que este de crías—me explico Klaus y lo mire — Los perros reales suelen ser más disciplinados pero esta claro que este es igual que su dueño—añadió y le mire. —Esta claro que los dos aman a Isabella y se la tiran encima al verla—comento Aiden. —Yo no me tiro encima de Isabella cuando la veo—se quejo Matt y todos lo miraron — Besar a mi novia, es muy diferente a tirarme encima de ella—. —Estoy acostumbrada a perros más tranquilos, solo eso—deje claro y mire a todos algo nerviosa. De forma normal, amaba a los animales, mi abuela siempre crio perros, era común en nuestra familia tenerlos, pero siempre eran demasiado dóciles, seguían normas y no corrian por la casa, este perro estaba claro que era una copia de Matt, inquieto y activo. —Tranquila, no te volverá a saltar—dejo claro Matt y se agacho a la altura de su perro—Muchacho, esa chica es mía, búscate la tuya—le dejo claro Matt a su perro haciendo que este le mirara triste—No me mires así, yo la he visto primero así que búscate otra tú—le dijo haciendo que riera. —Si es que entre animales se entiendes—susurro Aiden y le mire aún más divertida. —Marissa, saca a Edward a dar un paso—pidió Klaus a una mujer que se acerco al perro en silencio. —No hace falta que lo saquen por este incidente—me queje y Klaus me miro. —Lo haríamos de todas formas, cuando el príncipe no está aquí suele ser domable pero los dos juntos son una bomba de relojería—dejo claro y camino para llevarnos a todos a un pequeño salón de té para que pudiéramos hablar sentados. Nos sentamos todos cómodamente en diferentes sofás, todos se tuvieron que sentar en sofás individuales menos Matt y yo que nos sentamos juntos en uno de dos plazas. —Vas a tener que pedir que pongan más sofás de dos plazas—se quejo Aiden y Matt pasó su mano por mis hombros. —Yo estoy comodo—bromeó tranquilo y le mire, me fije en su cara por primera vez desde hace una semana, su barba estaba mucho más peluda, se notaba que no se afeitaba, tenía ojeras, más marcadas de lo normal pero seguía nos esa luz demasiado característica de Matt. Pase mi mano por su pelo despeinado haciendo que me mirara. — ¿Estás durmiendo bien? —le pregunte preocupada. —Sueño contigo, por lo que son los mejores momentos de mi día—dejo claro provocando que negará con la cabeza—Solo he pasado una mala noche, tranquila, no me voy a dormir por una o dos horas de sueño—dejo claro y lo mire atenta. —Puedo prepararte un te y un baño relajante si lo necesitas—deje claro y Matt me miro. —Duerme conmigo—dijo sin pensarlo y le mire—Nadie se va alarmar, solo es compartir cama, nada más, nadie hará una escena, solo es dormir—dejo claro y lo mire. —Se rompen varias normas de protocolo—le avise y me miro. —Quememos el protocolo—comento y le mire impresionada—Princesa, puede que estemos en un castillo pero creemos nuestras propías normas—. Mi corazón palpitaba demasiado rápido, estaba demasiado nerviosa, pero no en el mal sentido, me gustaba tener esa sensación de que podía hacer lo que quisiera, era como si el control del mundo entero pudiera estar a mis pies, era como si estuviera a un paso de quemar el mundo entero si lo pidiera, me sentía la mujer más poderosa del mundo, era demasiado increíble ese poder que te daban unas palabras. Ahora tenía que pensar si quería o no dormir con Matt, quería pasar todo el tiempo que pudiera con él, antes, hace unas semanas le hubiera dicho que no, me resultaba raro dormir con una persona antes de casarnos, eran normas de mi familia que en ese momento me eran demasiado importantes, pero ahora, creo que estaba tan desconectada con todas esas normas que no me importaban, no ahora. —Creo que Klaus y Nicol nos matarían—le dije y mire de reojo a la esquina de la habitación en la que estaban los dos, analizando y mirando cada movimiento que hacíamos, pase mis manos por el cuello de Matt haciendo que me pegara más a él. —Morire feliz si te tengo a mi lado una noche—me dijo y lo mire atenta, beso mi nariz y me agarro de la cintara sentadome encima de él—Pero seré trasparente con ellos si eso te deja más tranquila—dejo claro y volvió a besar mi nariz—Princesa, las normas no son como antes, ahora nadie se muere por dejar que dos jóvenes compartan cama antes del matrimonio, creo que lo asumen que lo hacemos hasta escondidos—. —Sería muy fácil si fueramos personas normales—me queje. Matt paso su mano por mi pelo acariciendome suavemente, beso mi mano con cuidado y me miro, paso su mano a mi pierna para acariciarla, llevaba un pantalón corto, aunque el verano en Dinamarca fuera mucho más frío que en Monte Alto, no podía negar que no me gustaba el calor por lo que el tiempo en Dinamarca iba a ser perfecto para mi. —Sería más fácil pero no menos divertido—dejo claro Matt y lo mire sorprendido por sus palabras, creo que teníamos cosas diferentes prespectivas de la diversión—Quizás no tendríamos problemas en estar juntos o hacer lo que quisiéramos, sería solo responder ante nuestros padres, pero creo que las cosas serían raras, quizás no nos hubiéramos conocido por ser de diferentes países, y no podríamos hacer las cosas que hacemos—dijo y beso mi mano con delicadeza. —Puede ser verdad—deje y me miro pasando su mano por mi pelo mientras la otra seguía en mi pierna—Pero un gran poder, conlleva una gran responsabilidad—le recordé. —Mi unca preocupación ahora mismo es que duermas conmigo, lo demás será asunto de mañana—me dejo claro y le di un corto beso, me acerque mucho más a él para besarlo otra vez haciendo que sonriera. —Vale, dormiré contigo—dije haciendo que Matt me mirara sorprendido porque hubiera aceptado como si nada—Pero tengo una condición—. —Lo que quieras—dijo sin pensárselo mucho, creo que le edaba demasiada felicidad que hubiera aceptado como para decir que no a cualquier cosa que pidiera. —Afeitate—le dije haciendo que me mirara sin entender nada. Quería dormir con él. Quería besarlo hasta que me dolieran los labios. Quería que el fuera lo primero que viera al despertar y lo ultimo que viera al irmer a dormir. Quería todo de él. —Vale—dijo y se levanto haciendo que los demás lo miraran parando su conversación—Me voy a afeitar—comento y se acerco a darme un corto beso. — ¿Ya te has quejado de lo mal que le queda? —me pregunto Aiden y le mire. —No—dejo claro Matt y apoyo sus brazos en mis piernas mirándome a los ojos—Es la condición de mi princesa para dormir con ella—explico dándome otro beso. —Señorito Matt, creo que no es buena idea que duerman juntos—comento Klaus y Matt le mireo. —Dame una sola razón para que eso sea una mala idea—pidió Matt. —Si hay un embarazo o alguien se entera, será un escandalo—explico Nicol, mire a Matt demasiado sorprendida, él cerró los ojos, aún estaba apoyado en mis piernas, apoyo su frente sobre la mía. —Te aseguro que si quisiera acostarme con mi novia, ya lo hibiera hecho—dejo claro Matt y le mire demasiado sorprendida, no es que me incomodara lo que estaba diciendo porque era verdad pero era raro que lo dijera tan abiertamente. —Es verdad, en el internaod va y viene como quiere para ver a Isabella, si quisieran hacer algo más, lo harían—dijo Cristina ayudando a la conversación. —Quizás no habrá embarazos pero la imagen que de Isabella no será adecuada ante los países Europeos, una mujer de nombre y una posición como la de ella que duerma con una persona con la que no lleva ni un año, dará una imagen de que es demasiado sencillo llegar a ella—explico Nicol y me quede blanca—Quizás actualmente este bien visto que las personas convivan antes del matrimonio pero su imagen se dañara—. Mire a Matt demasiado asustada, quizás me daba demasiado miedo lo que los demás pensaran de mi pero me preocupaba que las personas me vieran como alguien fácil o que no me respetaran por una cosa que quería hacer. Me ponía nerviosa que en el momento que estaba pensando en empezar a vivir y hacer lo que quisiera, todo se complicará. —Como alguien hable, lo despediré y haré que no encuentre trabajo en toda Europa—dejo claro Matt y me miro—Me pienso casar con Isabella, por lo que la imagen que de ante los demás no me importa, solo deberán respetarla porque será la reina de este país—dejo claro y se levanto serío—No estoy pidiendo permiso a nadie, que lleven sus cosas a mi habitación y no hay más que hablar—. —Como usted dija señor—dejo claro Klaus, yéndose con Nicol a organizar las cosas. —Oye, si puedes conseguir que alguien no tenga trabajo en todo un continente, a ver si me consigues el nuevo manuscrito de un libro—le dije bromeando y Matt me miro sorprendido pero cuando le di una sonrisa, tiro de mí para abrazarme. —Eres mi ancla—me susurro mientras me abrazaba.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD