Capitulo 6

1571 Words
Narrado Isabella. Por muy poco simpático que fuera el profesor Miller, era muy buen profesor, aunque ya habíamos dado mucha materia anteriormente según su criterio no estaba bien dado, por lo que empezamos el libro a falta de pocos meses de terminar el curso. Me molesto un poco que repitiéramos todo lo que ya sabíamos, pero no había mucho que pudiéramos hacer. Amo la literatura, más que nadie en este mundo pero la etapa de los textos de la antigua Roma y Grecia eran para mi, lo peor de la literatura y por mucho esfuerzo que hiciera, me costaba asumir mucho sobre ellos, aunque era parte de la materia y no podía permitir que mi medía bajara por una parte del temario que no era tan importante. Por suerte antes de que me pudiera volver loca con el tema de los escritores romanos y su implicación en la sociedad y lo importante de leer en griego y latín antiguo para nuestra formación, culta y prospera, sonó el timbre. —Isabella quédate un momento—dijo sin mirarme. No había muchas Isabellas en el internado y en nuestro curso era la unica, es raro pero con los ricos pasa una cosa demasiado graciosa, los nombres no se suelen repetir, a los ricos les gustaba poner nombres demasiado complicados y raros a sus hijos, y aunque en mi caso y en el de mis amigos, eran nombres de lo más comunes, eso no era demasiado típico, lo normal era poner nombres que no se podían pronunciar y que a la larga eran un chiste para el resto del mundo. No me gustaba la idea de tener que quedarme con este profesor más tiempo de lo debido, no me había gustado demasiado su actitud, me parecía que era una persona algo borde y no se, sus libros me dejaban claro que era un persona que no tuviera muchas cosas en común conmigo, por lo que no se si íbamos a poder tener una conversación muy agradable. Aiden me miro con muchas dudas pero negué, para dejarlo tranquilo, espero a que todos salieran, se acerco a mi para darme un beso en la frente y salir de la aula, no dije nada, recogí mis cosas y me acerque a la mesa del profesor. —¿En que puedo ayudarle señor Miller?—le pregunte agarrando mi mochila demasiado nerviosa. Estaba muy nerviosa, no era de esas alumnas que se quedará después de clase, mayormente los profesores no hablaban conmigo, nunca me habían pedido que me quedará en clase, no era de esas alumnas que se quedaban en clase, es más los profesores si tenían que hablar conmigo lo hacían en la hora de comer en la salas de descanso o en la misma sala de profesores, como alumna sobresaliente y delegada entiendo que hablen conmigo y me comenten cosas, como que me pidan hacer tutorías pero eso lo hacen cuando me conocen, nunca el primer día y que me llamen el primer día cuando me ha visto besándome con Matt, me pone nerviosa, odio que me castiguen. —Su anterior profesora me comento que era su mejor alumna—me dijo haciendo que respirara tranquila, no parecía que fuera a ser un castigo o una regañina—Me gustaría leer alguno de sus escritos—añadió finalmente y lo mire. —Puede leerlos en el periódico, publico varios artículos todas las semanas—le dije bastante orgullosa por mi trabajo, no era egocéntrica, tenía errores y cosas que debía mejorar indudablemente, no iba a ser una gran periodista desde el minuto cero, todo lo que merecía la pena requería un intenso trabajo y eso era lo que yo debía hacer por mis sueños, trabajar. —Me gustaría que escribiera un relato corto, creativo para poder ver mejor su forma de escribir, algo que requiera de su alma y no de informar—me dijo haciendo que me quedará tensa. —No escribo relatos—deje claro. No escribía cuentos, ni relatos mucho menos escribía algo que pudiera ser narrado, eran opiniones o textos analíticos, donde me basaba en información, donde cogía unos datos y los plasmaba en palabras, a lo mucho mi diario o poemas eran lo más parecido a formas de escritura más estructurada y llena de adornos que hacía pero no eran cosas que compartiera, con nadie, no lo hacía ni con Aiden. Era verdad que alguno de mis poemas anteriormente ayudaron a mi hermano a componer canciones pero eso era en una etapa donde mi escritura era mucho menos correcta, más infantil y sin un sentido. —Según he visto por sus exámenes tiene habilidades, es usted demasiado recta y de normas pero si rompe eso creo que podría ser una gran redactora—comento haciendo que le mirara—Se por los demás profesores que quiere ser periodista y creo que tiene habilidades, y dejar de ser tan hermética le ayudara—. Suspiré con delicadeza y me agarré mi collar de la virgen, estaba demasiado nerviosa, no era una decisión sencilla, cuando escribíamos cosas que no se basaban en datos, dejábamos parte de nuestra alma en ello, dejábamos lo que éramos entre palabras, los textos eran una forma en la que las personas te conocieran, en las que podían ver tu alma y eso me daba demasiado miedo. ¿Y si mi alma no era buena? La mayoría de los grandes artistas del mundo nacen tras tener una vida llena de desgracias, una vida donde se lamentan y que les inspira para crear mundos que salve sus rotas almas de más dolor, y yo no sentía que mi alma estuviera rota. —¿Puedo pensarlo?—pregunte demasiado nerviosa. El señor Miller me miro. —No es una obligación, es una opción pero realmente creo que debe tomarse las cosas enserio, sus sueños lo son por algo y creo que luchar por ello es buena idea—me dijo y asentí no muy convencida. Mis sueños eran la ilusión de cambiar las cosas, de romper con lo que se esperaba de mi pero eso no los hacía menos sueño y aunque estuvieran, cumplirlos era cosa mía, no estaba muy segura de que quisiera hacerlo. Ahora en mi vida las cosas no tenían las mismas prioridades ni mucho menos preocupaciones, antes iba ser una duquesa cualquiera, una mujer que no tuviera mucho poder pero me iba a poder convertir en princesa si las cosas con Matt duraban mucho, en reina incluso y eso implicaba cambios en mis planes, cambios que me daban demasiado miedo, no podía fallar, ahora menos que nunca. Un golpe me saco de mis pensamientos y mire de donde venía el golpe, Matt entro furioso a la clase y miro al profesor con demasiado odio para después acercarse a mi y agarrarme de mi mano. —No te acerques a ella—le dejo claro Matt y sin más nos saco de la sala al pasillo donde esperaban Gigante, Aiden y Cristina. Cuando se cerró la puerta de clase, me solté del agarré de Matt por respetó a él no arme una escena delante del profesor pero su actitud estaba siendo demasiado insoportable, podía comprender mil cosas, que odiará a alguien porque le hizo daño o que no soportará a un profesor porque le hablará mal pero en este caso era todo cosa de él. —Te estas comportando como un idiota—le dije demasiado nerviosa y estresada por todas las emociones que estaba viviendo en ese momento, la saturación en mi cabeza y las dudas de que cualquier casa fuera a salir bien , acababa de hablar bastante mal a un profesor y se que Matt sería capaz de pegarle o amenazarlo si tuviera la oportunidad, cosa que no quedaría bien y podría provocar su expulsión. —Es un maldito idiota, se merece un puñetazo tienes suerte que no le haya pegado—se quejo y le mire. —¿Te das cuenta de que es un profesor y tu un alumno conflictivo? Tienes un historial horrible, puede hacer que te echen y en ese caso ni tus madres van a poder salvarte, dios Matt piensa en tu futuro, tu carrera universitaria y tus notas—le suplique intentando que pensara con cordura. Matt me miro furioso. —¿Puedes dejar de actuar como Miss perfecta y actuar como mi novia?—me pregunto de una forma que me rompió en dos, me quede congelada sin saber que hacer, con un enorme nudo en mi garganta, estaba desesperada, estaba perdida en el hecho de que hubiera dicho eso sin importarle una mierda que era lo que yo sentía, sin tener en cuenta mis emociones, mis sentimientos con ese tema. Había sido cruel. —Paso—le dije levantando mis manos porque me negaba a tener una conversación en la que dijéramos cosas de las que nos fuéramos a arrepentir, Matt era un pilar en mi vida y estaba claro que no estaba en su momento más sano por lo que era mejor que no habláramos más. Agarré mis cosas y sin dejar que nadie dijera nada me fui, al invernadero, ahora todos estaban en clase por lo que iba tener paz mental y soledad, y eso con algo de sol y la maquina de te del invernadero me iba venir bien para pensar en mis cosas, para pensar en que iba ha hacer con esta situación.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD