Adolfo
Regularmente después de la comida, salía a la terraza a tomar los últimos rayos de sol, y ahí estaba mi nieta, nadando unas veces, acostada en el camastro otras veces, yo la veía y no podía dejar de notar el hermoso cuerpo que tiene, esos pechos hermosos, unas nalgas de muerte, quisiera que no fuera mi nieta, en una ocasión después de ir a nuestra consulta en la que el doctor me recomendó más días de reposo, ella me invitó al patio a que la acompañara mientras nadaba, tenía puesto un traje de baño muy pequeño para mi gusto, color blanco, era un sueño de mujer, me acompañó a sentarme en una silla de jardín, mientras caminábamos por accidente sin que ella se diera cuenta rocé su pecho, mi piel se erizó y cuando me ayudó a sentar pegó su pecho al mío, sentí una erección en ese momento, creí que me iba a caer de la emoción y me tomé de su cintura, tenía unas tetas tan firmes, nunca me imaginé que a mi edad llegaría a sentir esto y por mi nieta, cuando se dio la vuelta para ir por la sombrilla vi su hermoso culo moviéndose en ese traje blanco y no pude evitar apretarme el m*****o que estaba algo duro para ese momento aunque traté de controlarme a estas alturas mi mente viajaba por lugares muy lejanos en el cuerpo de nieta, cuando entro a la alberca a veces se detenía a platicar conmigo y cuando salió del agua mi sorpresa fue mayor al ver que el traje de baño se trasparentaba con el agua y dejaba entrever unos hermosos pezones morenos, no podía creer que mi nieta fuera tan hermosa y tan sexy, me pidió que le pusiera bloqueador en la espalda para que tomara un poco el sol, después de dos semanas de nadar su piel empezaba a tomar un color bronceado moreno que me encanta, como yo estaba sentado se sentó al borde de mi silla, con su hermoso culo enfrente de mí ya endurecido m*****o, con lentitud puse bloqueador en su espalda y sofí hizo a un lado su tirante, tenía la piel tan suave que decidí disfrutar ese momento, le apliqué abundante bloqueador en los hombros en la espada y en la cintura, por un momento creí que estaba en la gloria, Sofy se levantó y me pidió que le aplicara bloqueador en las nalgas, en ese momento reaccioné de lo que estaba haciendo y le dije que era mejor que lo hiciera ella, no podía seguir teniendo esos pensamientos tan sucios hacia mi propia nieta, me sentí un poco mal porque parecía que se había sentido regañada pero dado los sentimientos que estaba teniendo preferí que fuera así, se asoleó unos minutos y parecía inquieta, se levantó y me dijo que me bañaría antes de que el sol se ocultara e hiciera más frío, la mandé a cambiarse pero ella con razón me dijo, que para que se cambiaría si se iba a mojar, cuando me metió a la bañera acercó su cuerpo a mi desnudez y fue imposible contenerme, ella me lavó la espalda y los pies, de repente se acercó mucho a mí y me besó, como pude la alejé de y la reprendí pero ella solo se disculpó y pegó su pecho a mi rostro abrazándome, en ese momento ya no era dueño de mis acciones y por más que traté de controlarme no pude, Sofy hizo a un lado su traje de baño y dejo mostrar una piel blanca después de la línea del bronceado de su pecho para después aparecer un hermoso pezón moreno, acerco su duro pezón a mi boca y lo movía alrededor de mis labios y no pude más, lo empecé a chupar , a lamer desesperado, solo quería comérmelo no sé como pero de repente ya no tenía el traje de baño puesto y llevó mi mano a su otro pecho, así que con una mano amasaba una teta y con la otra mano me comía la otra, la chupaba, la lamia, la succionaba y con cuidado la mordía, mi nieta gemía de placer, no podía creer que una niña tan hermosa y tan joven pudiera sentir placer con un viejo como yo, Jamás imagine que pudiera llegar a hacer algo así a mi nieta, como es posible que este besando sus senos, por favor!! Que bellos senos, son tan grandes, y sus pezones un poco morenos, quiero acabarlos, hace tanto que no tengo una mujer a mi lado.