- Solo necesitamos asegurarnos de que ambos estemos en la misma página.
- Suena bien,- respondió Ivana, sintiendo que la decisión la empoderaba.
- Estoy lista para dar este paso.
Con el tiempo, Dante e Ivana formalizaron su acuerdo. Redactaron un contrato que establecía las reglas de su matrimonio por contrato: vivir juntos, compartir gastos, y mantener la libertad de salir con otras personas. Todo se sentía surrealista, pero también liberador.
Los días pasaron, y la convivencia con Dante resultó ser una experiencia inesperadamente positiva. Él era considerado y respetuoso, y aunque no había una conexión romántica, había una camaradería que florecía entre ellos. Se apoyaban mutuamente en sus respectivas vidas, y poco a poco, Ivana comenzó a sentirse más como ella misma.
Sin embargo, la sombra de Clara seguía presente. A pesar de su decisión de alejarse, no podía evitar pensar en su amiga. Una noche, mientras cenaban, Ivana se sintió impulsada a hablar de ella.
- Dante, a veces pienso en Clara y en lo que ha pasado,- dijo Ivana, mientras cortaba su comida.
- Es natural. La amistad que tenías con ella fue profunda,- respondió Dante, mirando a Ivana con atención.
- ¿Sientes que hay algo que te gustaría decirle?.
- No lo sé. A veces, me gustaría poder hablar con ella, pero también tengo miedo de lo que eso significaría,- admitió Ivana, sintiendo una mezcla de emociones.
- Quizás deberías considerar hacerlo. A veces, la comunicación puede ayudar a sanar,- sugirió Dante, su voz suave. Ivana asintió, sintiendo que el consejo de Dante era válido.
- Tal vez tenga razón. Necesito cerrar ese capítulo de mi vida.- En los días siguientes, Ivana tomó la decisión de enviarle un mensaje a Clara.
- Hola, Clara. He estado pensando en ti. ¿Podemos hablar?- La respuesta llegó rápidamente:
- Sí, por favor. He estado esperando que te contactes.- Quedaron para verse en un café, y aunque el corazón de Ivana latía con fuerza, sintió que era el momento adecuado para enfrentar sus emociones.
Cuando llegó al café, Clara la estaba esperando, y su rostro se iluminó al verla.
- Hola,- dijo Clara, un poco nerviosa.
- Hola,- respondió Ivana, sintiéndose un poco más tranquila al ver la calidez en los ojos de su amiga.
Se miraron en silencio durante unos momentos, dejando que la tensión inicial se disipara. La atmósfera del café era cálida y acogedora, pero las emociones de Ivana eran un torbellino.
- Gracias por venir,- dijo Clara, rompiendo el hielo.
- He estado pensando mucho en lo que pasó.
- Yo también,- respondió Ivana, sintiendo que las palabras se atascaban en su garganta.
- Es difícil para mí hablar de esto, pero siento que necesitamos hacerlo.- Clara asintió, su expresión seria.
- Lo sé. Nuestra amistad significaba mucho para mí, y me duele que hayamos terminado así.
- Me duele a mí también,- admitió Ivana, sintiendo cómo las lágrimas amenazaban con caer.
- Tomé decisiones impulsivas y no pensé en las consecuencias. Te extraño.
- Yo también te extraño,- dijo Clara, su voz temblorosa.
- Pero, ¿podemos volver a lo que éramos? O es demasiado tarde para eso.- Ivana tomó un respiro profundo, sintiendo el peso de la verdad.
- No estoy segura de que podamos volver a ser como antes.
He estado en un lugar muy oscuro y he tomado decisiones que me han apartado de ti. Pero quiero que sepas que valoro lo que tuvimos.
- ¿Y qué hay de Dante?- preguntó Clara, su mirada inquisitiva.
- ¿Cómo te sientes acerca de él?.
- Es complicado,- respondió Ivana, sintiendo que su corazón se encogía.
- Hemos establecido un acuerdo, un matrimonio por contrato. No hay amor romántico, pero es alguien que me está apoyando en este momento.- Clara frunció el ceño, confundida.
- ¿Matrimonio por contrato? ¿Eso es real?.
- Sí, lo es,- explicó Ivana, sintiendo que necesitaba ser honesta.
- Dante me ofreció una salida, y aunque suena extraño, me ha ayudado a encontrar un poco de paz.
- ¿Y cómo te sientes al respecto?- preguntó Clara, su voz llena de preocupación.
- Es liberador en algunos aspectos, pero también me siento atrapada en un nuevo tipo de relación,- confesó Ivana.
- Pero lo que más me preocupa es que tú y yo no tenemos un lugar en esta nueva vida.- Clara la miró fijamente, y Ivana sintió que la tensión entre ellas se desvanecía lentamente.
- Quizás deberíamos intentar reconstruir nuestra amistad, aunque sea diferente. No quiero perderte.
- Me gustaría eso,- respondió Ivana, sintiendo que una chispa de esperanza comenzaba a encenderse.
- Podemos empezar de nuevo, pero necesitamos ser honestas sobre lo que queremos.- Las dos amigas hablaron durante horas, compartiendo sus miedos y anhelos.
A medida que la conversación avanzaba, Ivana sintió que la conexión con Clara comenzaba a restablecerse, aunque de una manera diferente. Había un entendimiento mutuo de que ambas estaban en un camino de sanación.
Al salir del café, Ivana sintió que una carga se había levantado de sus hombros. Había dado un paso hacia la reconciliación, y aunque el futuro era incierto, había un rayo de esperanza.
- ¿Quieres que te acompañe a casa?- preguntó Clara mientras caminaban juntas.
- Sí, me gustaría,- respondió Ivana, sintiéndose aliviada de tener a su amiga a su lado nuevamente.
Mientras caminaban, Ivana no pudo evitar pensar en Dante. La relación que habían establecido era inusual, pero estaba comenzando a encontrar su lugar en su vida. Sin embargo, la conexión con Clara era irremplazable.
Al llegar a su casa, Ivana se despidió de Clara con un abrazo, sintiendo que la amistad que habían reconstruido era valiosa. Pero al entrar, se encontró con Dante, quien la esperaba en la sala.
- Hola, ¿cómo te fue?- preguntó él, su voz llena de preocupación.
- Fue bien, creo,- respondió Ivana, sintiéndose un poco nerviosa.
- Hablamos sobre lo que pasó y decidimos intentar reconstruir nuestra amistad.- Dante sonrió, pero Ivana pudo ver una sombra de preocupación en sus ojos.
- Eso suena bien. Me alegra que hayas podido hablar con ella.
- Gracias por tu apoyo,- dijo Ivana, sintiéndose agradecida por su comprensión.
- No sé qué haría sin ti en este momento.- Dante se acercó y tomó su mano, un gesto que le dio a Ivana una sensación de calidez.
- Estoy aquí para ti, siempre. Pero también quiero que sepas que tienes el derecho de buscar lo que te haga feliz, incluso si eso significa explorar tu relación con Clara.- Ivana lo miró, sintiendo una mezcla de gratitud y confusión.
- No quiero que pienses que estoy eligiendo a Clara sobre ti. Ambos significan mucho para mí.
- Lo entiendo,- respondió Dante, su voz tranquila.
- Solo quiero que encuentres lo que realmente deseas. Estoy aquí para apoyarte en tu camino.- A medida que la noche avanzaba, Ivana reflexionó sobre sus sentimientos.
La vida que había construido con Dante era diferente, pero era un espacio seguro donde podía sanar. Sin embargo, su conexión con Clara era un recordatorio de lo que había perdido y de lo que aún podía ser.
La mañana siguiente, Ivana decidió que quería ser más proactiva sobre su situación. Se sentó con Dante para discutir su acuerdo, sintiendo que era el momento de ser completamente abierta.