Se unieron a ella y comenzaron a charlar, lo que la hizo sentirse bien. La risa y la camaradería le recordaron lo que era disfrutar de la vida sin preocupaciones.
Sin embargo, al regresar a casa, la realidad de su situación se hizo presente nuevamente. Dante la estaba esperando con una expresión seria en su rostro.
- Ivana, necesitamos hablar,- dijo, su tono grave.
- ¿Sobre qué?- preguntó ella, sintiendo que su corazón se aceleraba.
- Sobre nuestro acuerdo,- comenzó Dante, tomando un respiro profundo.
- He estado pensando mucho en esto, y creo que es hora de que definamos lo que realmente queremos.- Ivana frunció el ceño.
- ¿Qué quieres decir?.
- Quiero que consideremos la posibilidad de hacer ajustes a nuestro acuerdo,- explicó Dante.
- Sé que hemos estado funcionando bajo ciertas reglas, pero creo que necesitamos ser más claros sobre nuestras intenciones.
- ¿Como qué?- inquirió Ivana, sintiendo que la conversación se volvía más seria.
- Como la libertad de salir con otras personas,- sugirió Dante, su voz firme.
- Quiero que te sientas libre de explorar tus opciones, pero también quiero que sepas que yo tengo mis propias necesidades.- Ivana sintió una mezcla de sorpresa y confusión.
- ¿Estás diciendo que quieres abrir nuestra relación?- Dante asintió.
- Sí. Creo que sería beneficioso para ambos.
Te he visto lidiar con tus sentimientos por Clara, y no quiero que sientas que tienes que elegir entre nosotros. Pero también necesito ser honesto sobre mis propias necesidades.
- Eso es… complicado,- respondió Ivana, sintiendo que su mente se nublaba.
- No sé si estoy lista para eso.
- Lo entiendo,- dijo Dante, su tono más suave.
- Pero creo que, en este momento, es lo mejor para ambos. Necesitamos ser sinceros sobre lo que queremos y lo que podemos ofrecer.- Ivana se sintió abrumada. La idea de abrir su relación era aterradora, pero también liberadora.
- ¿Y si no funciona? ¿Y si terminamos lastimándonos?.
- Esa es una posibilidad,- admitió Dante.
- Pero también podríamos descubrir que esto nos ayuda a crecer. Quiero que ambos tengamos la oportunidad de ser felices, incluso si eso significa explorar otras relaciones.
- ¿Qué tal Clara?- preguntó Ivana, sintiendo que había un elefante en la habitación.
- ¿Estás dispuesto a que yo explore eso?.
- Si eso es lo que deseas, entonces sí,- respondió Dante, su mirada firme.
- No quiero ser un obstáculo en tu camino hacia la felicidad.- A medida que la conversación avanzaba, Ivana comenzó a ver las cosas desde una nueva perspectiva.
Aunque la idea de abrir su relación la asustaba, también la emocionaba. Era una oportunidad para explorar su vida de una manera que nunca había considerado antes.
- Está bien,- dijo finalmente Ivana, sintiendo que había tomado una decisión.
- Estoy dispuesta a intentarlo, pero con la condición de que seamos completamente honestos el uno con el otro. Necesitamos establecer límites claros y comunicarnos abiertamente.- Dante sonrió, aliviado.
- Eso es todo lo que pido. La comunicación es clave.- A partir de ese momento, comenzaron a hablar sobre las reglas que querían establecer.
Hicieron una lista de límites y expectativas, asegurándose de que ambos se sintieran cómodos con los términos. Mientras hablaban, Ivana sintió que la ansiedad que había estado cargando comenzaba a disiparse.
Había un sentido de empoderamiento en su decisión. Con el tiempo, Ivana se sintió más segura de su elección. Comenzó a salir con Clara de nuevo, y aunque la relación era diferente, había un entendimiento mutuo de que ambas estaban buscando reconstruir lo que habían perdido. Sin embargo, la nueva dinámica también trajo desafíos.
A menudo se encontraba en situaciones incómodas, sintiendo que la balanza entre su amistad con Clara y su relación con Dante era delicada. Había momentos en los que se preguntaba si había tomado la decisión correcta.
Una noche, después de una cena con Clara, Ivana llegó a casa y encontró a Dante esperando por ella. Su expresión era seria, lo que la hizo sentir nerviosa.
- ¿Cómo fue la cena?- preguntó él, su tono neutral.
- Fue bien,- respondió Ivana, sintiendo que algo no estaba bien.
- Clara y yo hablamos sobre muchas cosas.- Dante la miró fijamente, su expresión grave.
- ¿Tú y Clara están…?.
- Estamos intentando reconstruir nuestra amistad,- interrumpió Ivana.
- Pero no hay nada romántico entre nosotras.
- ¿Y cómo te sientes al respecto?- preguntó Dante, su voz suave.
- Es complicado,- admitió Ivana, sintiéndose vulnerable.
- A veces me siento atrapada entre dos mundos y no sé si puedo manejarlo.- Dante se acercó y tomó su mano.
- Quiero que sepas que estoy aquí para ti. Si en algún momento sientes que esto se vuelve demasiado, necesitamos hablarlo.
- Gracias, Dante. Eso significa mucho,- respondió Ivana, sintiendo una oleada de gratitud.
- Pero también necesito que tú seas honesto conmigo. Si esto te está afectando, quiero saberlo.- Dante asintió.
- Lo haré. Pero por ahora, quiero que disfrutes de esta nueva libertad. Es lo que acordamos, y confío en ti.- A medida que pasaban las semanas, Ivana continuó navegando por su nueva realidad.
La relación con Clara se volvió más fuerte, pero también la conexión con Dante se profundizó. Ambos estaban aprendiendo a adaptarse a sus nuevos roles, y aunque había momentos de duda, había una sensación de crecimiento. Sin embargo, un día, mientras Ivana estaba en casa, recibió un mensaje de Clara que la dejó inquieta.
- ¿Podemos hablar? Hay algo importante que necesito decirte.- El corazón de Ivana se aceleró.
¿Qué podría ser tan urgente? Decidió que era mejor no esperar y se reunió con Clara en un café cercano. Cuando llegó, Clara la estaba esperando con una expresión seria.
- Gracias por venir,- dijo, su voz temblorosa.
- ¿Qué pasa?- preguntó Ivana, sintiendo un nudo en el estómago. La expresión de Clara la inquietaba.
- Es algo importante,- dijo Clara, mirando a su alrededor como si temiera que alguien pudiera escuchar.
- He estado pensando mucho en nuestra amistad y en lo que realmente quiero.- Ivana sintió que el corazón le latía con fuerza.
- ¿Te refieres a nosotros? ¿A nuestra relación?- Clara asintió, su mirada fija en Ivana.
- Sí. Quiero ser honesta contigo. Siento que lo que estamos construyendo es más que solo amistad, No puedo seguir pretendiendo que no tengo sentimientos por ti.