Capitulo 2

4001 Words
Ya era de noche, cuando Jude llegó a casa, su padre se encontraba en la sala con su mirada fija en el televisor, y una lata de cerveza en la mano. El muchacho pasó sin decir una sola palabra, mientras el hombre ve a su hijo de reojos. −¿Dónde estuviste? Ya es medianoche −Pregunta el hombre regresando su atención al televisor. Jude sube las escaleras sin responder. Cuando llega a su habitación, puede escuchar como su padre comienza a subir las escaleras, abriendo la puerta de la recamara de una forma violenta. Jude al verlo, lo que hace es suspirar de fastidio. −¡SON LAS 12 DE LA NOCHE! ¿SE PUEDE SABER DONDE DEMONIOS ESTABAS? −Grita a viva voz, mientras Jude le da la espalda, colocando su morral sobre su escritorio, hasta que el hombre lo voltea violentamente sujetándolo por el brazo. −¿Desde cuándo te importa la hora que llegue? ¿Es que acaso además de borracho, estás usando una droga nueva? Déjame en paz, viejo. Quiero dormir... regresa a la sala, se va a terminar el espectáculo de mierda que mirabas en la televisión−Deja en claro, quitándose la mano de su padre de encima con brusquedad. Jude estaba en lo cierto, su padre se encontraba bajo los efectos del alcohol, y otra sustancia que, lo tenía más agresivo de lo normal, es por eso que, cuando el hombre escuchó las palabras llenas de ironía de su hijo, sintió tanta rabia, que no esperó demasiado para empuñar su mano y darle un golpe directo en su mejilla tan fuerte, que el muchacho cae de boca al suelo. −¿Te crees muy listo, pedazo de basura? −Grita el hombre aprovechando que el chico está en el suelo, para darle un par de patadas, mientras que Jude con sus ojos entrecerrados por el dolor de los golpes, observa que hay una botella de refresco a su alcance, es por eso que extiende su mano, para sujeta la botella, y como puede lanzársela al mayor. Él no esperó que su puntería fuera tan certera, porque la botella cae directo en la cabeza del hombre, el cual se tambaleó un poco, dándole el tiempo suficiente al muchacho para levantarse, no sin antes recoger la misma botella, empuñándola con mucha fuerza entre una de sus manos, sintiendo como su sangre hervía de la rabia que tenía en ese instante. −¿Si yo soy una basura? ¿Qué clase de porquería serás tú, eh, papá? −Pregunta de forma retorica Jude, mientras el hombre vuelve a acercarse a él, ocasionando que el joven casi de forma automática, le rompa la botella directamente en su cabeza, logrando que su padre caía al instante inconsciente en el suelo, mientras un montón de sangre comienza a brotar de su cabeza. Cuando Jude ve aquello, abre sus ojos como platos, lanzando el pedazo de botella partida que aun sostenía, para ver cómo se encontraba su padre. Con rapidez y desesperación, se arrodilla en el suelo, tocando la herida en la cabeza del mayor, viendo como su mano quedó completamente manchada de sangre. −Lo maté, lo maté, lo maté...−Dice una y otra vez con desesperación, mientras lo agita para ver si el hombre respondía −¡Papá, despierta, papá! −Grita, viendo que el hombre comenzó a balbucear algo, esto hizo que Jude suspirara de alivio, sacando su teléfono celular para marcar al 911. Cuando finalmente estos contestan, Jude con un tono de voz nervioso dice: −¡Mi padre esta herido!... alguien vino a robarnos y le dieron un botellazo en la cabeza, esta semi consciente−Explica Jude su mentira, mientras le coloca una camiseta en la cabeza del hombre para detener la sangre. *** −Papi... no puedo dormir todavía, tengo que estudiar para un examen...−Murmura Sasha, abrazando al mayor, mientras reposaba su cabeza sobre su pecho peludo y sudoroso. −Cuando termines de estudiar, regresas a la cama conmigo ¿De acuerdo? −Pide el hombre, quitándole algunos cabellos de la frente al muchacho, para besársela. −De acuerdo. Cuando termine, vendré a dormir contigo−Promete Sasha, acercándose, para darle un beso en la boca al mayor, para después sentarse en la cama, y así mismo levantarse. −Por cierto... nunca me canso de sentirte... mi hermosa Sasha... estuviste estupenda hace minutos atrás... tu culo cada día esta más delicioso −Murmura el hombre, con una pequeña sonrisa, viendo como el muchacho le miró con un gesto sonriente, para después salir de la habitación, rumbo a la suya. −Yo tampoco me canso de ti, papi...−Dice antes de salir, cerrando la puerta consigo. Fuera de la habitación, Sasha borra la sonrisa que tenía en sus labios, para tornarse completamente serio, caminando a paso lento hacia su habitación, la cual estaba decorada de color rosa y violeta, colores favoritos de su padre. Cuando llegó a la recamara cerró la puerta con seguro, y sin más fue al baño entrando desesperadamente para cepillarse sus dientes, y así quitarse el sabor de la saliva de su padre. Cuando terminó de lavar sus dientes, se miró en el espejo, notando primeramente sus pequeños senos. −Los odio...−Piensa Sasha, ahora mirando fijamente su rostro en el espejo−Pero te odio más a ti...−Agrega, ahora yendo a la ducha para asesarse completamente, ya que muchas partes de su cuerpo estaban cubiertas de semen. La verdad era, que ese hombre no era su padre biológico, sino más bien su padrastro, porque su madre se casó con él cuando Sasha tenía apenas 2 años de edad, es por eso que para el joven, él había sido la única figura paterna que tenía, incluso su única familia, luego de que su madre muriera por extrañas circunstancias cuando él tenía 5 años. Desde ese día, su padre llamado Craig, a tan solo 2 años después de la muerte de su madre, comenzó a inyectarle hormonas femeninas para detener su crecimiento, y así al momento que entrara en la pubertad, no presentara los cambios normales de transición de niño a adolescente, es por eso que ahora Sasha, a los 16 años, tenía más rasgos femeninos que masculinos, al punto de que de no ser por su pene, podía pasar fácilmente por una chica. Todo ese proceso, había sido sin su consentimiento, él jamás deseo ser una chica, pero su padre imponía sus propios deseos sobre los del jovencito de una forma tal, que Sasha se sentía atrapado en ese extraño mundo, sin saber exactamente como salir de él, porque era prácticamente lo único que conocía. Y ahora, en medio de todo ese proceso, él se creía un fenómeno, porque no se sentía como una chica, pero tampoco se veía como un chico, sin mencionar que su padre tenía pensado hacerle la operación de cambio de sexo, al momento de cumplir la mayoría de edad, y además, casarse con él. Cuando pensaba en ese futuro que le esperaba, Sasha comenzaba a llorar, pensando que, ciertamente ese iba a ser su destino, porque no le encontraba otra salida. −Quizás no sea tan malo... papi es bueno conmigo... cuando me porto bien−Murmura Sasha cuando termina de salir de la ducha, para convencerse a sí mismo, que todo estaba bien. Una vez listo, buscó entre su ropa algo que ponerse. Por supuesto, toda su vestimenta era femenina, o mejor dicho, demasiado femenina pensaba el jovencito, sabiendo que su padre tenía un gusto prácticamente enfermizo por el color rosa, puesto que todo lo que le compraba, era del mismo color, en distintos tonos, logrando que ahora en la actualidad, detestara el rosa, pero por miedo a la reacción de su padre, prefería guardarse sus opiniones, resignándose a vestir de la forma que el mayor deseaba, a excepción del atuendo que llevaba todos los días al colegio, el cual lavó antes de hacer la cena, y ciertamente como había dicho ese molesto chico llamado Jude, el químico rosa (justamente rosa) no logró salir en su totalidad de la tela. −Creo que él sabía sobre química... −Murmura Sasha, recordando que justamente antes de suceder el accidente, "misteriosamente" Jude salió del salón, al parecer él sabía lo que iba a pasar, y ni siquiera le avisó. No le sorprendía pensó Sasha, recordando que, durante todo el día, ese muchacho estuvo molestándole. Aunque debía admitir que le gustaba su nombre, porque le recordaba a esa canción de los Beatles, quizás sus padres eran fanáticos de la banda, pensaba Sasha sonriendo un poco, recordando, además, ese color verde olivo de los ojos de ese chico, eran muy hermosos, incluso las tenues pecas de su rostro le quedaban bien, no como las de él, que, al ser pelirrojo, no lucían tan agradables a la vista. −Debe tener muchas novias, a las chicas les gustan los tipos malos−Piensa Sasha, percatándose que estaba pensando demasiado en ese extraño, es por eso que, decidió buscar un libro cualquiera, y fingir que estaba estudiando, para usarlo como excusa y así no ir a dormir nuevamente con su papá. Ya era medianoche, lo mejor que podía hacer, era dormir. Mañana seria otro día. En la mañana siguiente −Papá... ¿Estas despierto? −Pregunta Jude, asomándose en el cuarto de su padre, el cual se removía levemente en la cama. Cinco minutos después de haber llamado al 911, una ambulancia vino en su ayuda. No fue necesario ir al hospital, porque mientras los paramédicos vinieron, el padre de Jude había recobrado el conocimiento, y lo que hicieron fue suturarle la herida, mientras que al muchacho solo le dijeron que debía ponerse hielo sobre su mejilla. Cuando los paramédicos se fueron, sin hacer demasiadas preguntas, Jude le pidió disculpas a su padre por lo que hizo, y este también le pidió perdón por haberle golpeado, justamente como siempre ocurría desde hace 8 años, cuando su madre perdió la batalla contra el cáncer. La familia de Jude nunca había sido perfecta, pero todo se destruyó cuando a Lara, le diagnosticaron cáncer de estómago. La enfermedad fue fulminante, y a tan solo 3 meses de haberla diagnosticado, la mujer falleció dejando a Jude y a su padre devastados. A pesar del tiempo, el padre del muchacho no había superado la muerte de su esposa, y es por eso que, este busco refugio en la bebida, y a cualquier otro vicio que le ayudara a mermar el dolor, quitándose en más de una ocasión, la rabia de su frustración con su hijo, el cual también sufría el doble, por la muerte de su madre, y la lenta destrucción de su padre. Jude quería a su papá, aunque a simple vista no pareciera, incluso sentía pena por él, unido al temor de perderlo algún día. Durante esas ocasiones, cuando el mayor se encontraba sobrio, padre e hijo hablaban sobre cambiar sus vidas, Jude le pedía que fueran a terapia juntos, también a rehabilitación, que hablara con él sobre lo que sentía, pero este prefería cerrarse en sus propios problemas, cubriendo su sufrimiento en alcohol y drogas, mientras en el proceso el joven se frustraba, resguardando su propio dolor con odio hacia prácticamente todo, y por el hecho de sentirse completamente inútil, por no encontrar una salida a toda esa situación, porque huir, hasta ahora, no había sido una opción. −Papá...−Vuelve a llamar Jude, notando que el hombre finalmente había despertado, es por eso que él entró a la habitación, sentándose en la punta de la cama, sintiendo esa interminable sensación de tristeza, que parecía estar en cada rincón de esa casa, que ya no podía llamar un hogar. −Buenos días...−Susurra el padre de Jude, acomodándose sobre la cama, para ver a su hijo. −Ya me voy al colegio... no hagas nada estúpido ¿Sí? −Pide Jude, mientras el hombre lo que hace es asentir con la cabeza, mientras se tocaba la herida que tenía en la frente, la cual estaba vendada. Jude al verlo, no puede evitar sentir culpa. −Papá... perdóname, no sabía en que estaba pensando. Lo lamento...−Vuelve a disculparse Jude, a lo que su padre responde: −Discúlpame también por haberte golpeado... tienes la mejilla morada−Dice levantando su mano, para pretender pasarla sobre el rostro de su hijo, pero este antes que lo tocara, sostiene la mano, regresándola suavemente a su lugar. −Estabas ebrio, y... drogado. No pensabas claramente... −Admite con una sonrisa algo amarga−¿Cómo terminaremos papá? ¿Algún día nos mataremos mutuamente? Supongo que debo irme antes de que eso suceda... −Agrega, levantándose de la cama. −¿Te vas a ir, para siempre? −Pregunta el hombre, sintiéndose repentinamente asustado. −No me iré ahora mismo. De momento solo iré al colegio... en fin−Se detiene para suspirar− hice desayuno. En el microondas está. Regreso en la tarde, espero que no estés borracho cuando llegue −Deja en claro, saliendo de la habitación sin agregar nada más. *** −Adiós papi, cuídate. Te escribiré mientras pueda−Se despide Sasha, abrazando al hombre dentro del auto, y así, cuando el abrazo culmina, decide salir del mismo, viendo por encima de su hombro, como su padre aún no se marchaba, quizás lo veía caminar, y no se movería de ahí, hasta que lo perdiera de vista. En el instante que el auto finalmente arrancó, Sasha suspiró aliviado caminando con mayor tranquilidad, dirigiéndose al interior del colegio. No era demasiado tarde, ni tampoco demasiado temprano, era simplemente la hora justa para llegar, por lo que él al ingresar, caminó directamente a su salón de clases, observando que este no se encontraba solo, porque Jude estaba sentado en la mesa que quedaba justo al frente de su lugar. Cuando Sasha vio al muchacho, este le sonrió con aires de burla, extendiendo su mano para saludarle. −¡Oh! Pero que sorpresa. Hola, Julia Roberts, buenos días. Oye... vienes con la misma ropa de ayer ¿Qué demonios? Este colegio no usa uniformes, que yo sepa−Dice, mientras Sasha se sienta en su mesa, sin importarle que Jude esté justo al frente de él. −Me gusta este traje... y no me digas Julia Roberts...−Susurra Sasha, viendo de reojos a Jude, notando al instante el enorme moretón que tenía en su mejilla izquierda−¿Te peleaste con alguien? −Pregunta casi de forma automática, porque realmente le dio mucha curiosidad. −Digamos que si−Responde Jude con una mínima sonrisa, viendo como Sasha hacía mucho esfuerzo para no mirarle−¿Por qué tanto drama para no hacer contacto visual? Eres muy raro. Creo que por eso no te odio−Admite francamente, acomodándose en su asiento, y es en esta ocasión, que Sasha decide mirarlo, notando que Jude sacaba un libro de su bolso. −¿Se supone que debes odiarme? P-Pero si ni siquiera me conoces, apenas nos vimos ayer−Pregunta Sasha, realmente desconcertado. −Técnicamente ya nos conocemos, superficialmente por supuesto. Sabes mi nombre, yo el tuyo, estudiamos en el mismo salón, sé que eres un chico extraño. Con eso me es más que suficiente para odiar a una persona, pero contigo no siento ese sentimiento, como ya lo dije anteriormente...−Responde, cerrando el libro, para prestarle atención al pelirrojo. −Comprendo...−Susurra Sasha, acomodándose en su asiento, pensando que esa había sido la conversación más larga que había tenido con cualquier persona... que no fuese su padre, y la más inusual también−La primera clase es matemáticas...−Agrega, asumiendo que Jude no tenía idea que clase verían a continuación. −Ya lo sé, tengo el horario de clases−Admite Jude, volviendo a regresar su atención al libro. −Oh... comprendo−Murmura Sasha, viendo de reojos a Jude. Sin dejar de mirarlo, Sasha pensaba en lo extraño que lucía Jude con ese libro en sus manos. Con esa apariencia de delincuente, y forma de tratar a las personas tan ofensiva, jamás se le ocurrió que ese chico leyera libros tan gruesos, principalmente por la primera impresión que le dio ayer. −Me llamas extraño, y tú no te quedas atrás...−Piensa Sasha, desviando su atención de Jude, para ver como sus compañeros de clase poco a poco llegaban. En eso, la chica que siempre se sentaba en el puesto que actualmente Jude ocupaba, se detiene para verlo, pensando si era buena idea decirle que se cambiara a otro lugar. A ella le gustaba ese asiento, estaba justo en el medio del salón, y quedaba frente a la ventana. −Disculpa... ese es mi lugar−Dice la chica, viendo como Jude alzó su mirada para verla. −Estas mesas no tienen dueño, puedes sentarte en cualquier otro maldito lugar, zorra imbécil−Responde Jude con mala gana, sorprendiendo a Sasha que escuchó todo, junto con la chica, y otros compañeros que también lograron oír las palabras del joven. −¡Oye que te pasa! ¿Cómo se te ocurre hablarle así a Verónica? ¡Ten más respeto! −Exclama un compañero, levantándose de su lugar, para defender a la chica, puesto que se sintió indignado por el trato que Jude le dio a su compañera. −Jódete, marica−Dice Jude con un todo de voz aburrido, guardando el libro de nuevo en su morral, mientras que el compañero que lo retó se levantó de su asiento para encararlo. −¿A quién le dices marica? −Pregunta, ahora al frente de Jude, el cual seguía sentado en la mesa, con una expresión de fastidio en su rostro, pero al ver que la muchacha, y ahora su compañero estaban frente a él, como si lo estuvieran retando, él se levantó del asiento, no sin antes escupir la mesa, dejando una cantidad considerable de saliva sobre esta. −Aquí tienes tu estúpido asiento −Murmura Jude con sorna, observando detenidamente a la muchacha− Ahora tú, límpiale la mesa a tu perra − Exclama recogiendo su bolso, para irse al fondo de la fila, porque lo menos que deseaba en ese instante, era terminar en una pelea física. Cuando se sentó en el fondo, con una expresión en su rostro, que parecía estar a punto de sacar un arma y asesinar a todos, el joven que defendió a la muchacha prefirió no decir nada más, mientras que Sasha no comprendía porque Jude actuó de esa forma. −Verónica ¿en que estabas pensando? ¿Cómo se te ocurre hablarle a Jude Miller? −Susurra una chica que estaba sentada detrás de la joven− todos sabemos que está demente... −Murmura más bajito, por si el aludido lograba escucharla. −¿Qué? ¿En serio? −Murmura la muchacha llamada Verónica, mientras Sasha, se encontraba muy atento escuchando todo. −Claro, hace dos años lo expulsaron de una escuela, porque golpeó tanto a un chico, que casi lo mata... lo aceptaron en esta escuela, porque aqui aceptan a cualquiera−Musita, mientras Verónica abría sus ojos a mas no poder, una reacción muy parecida a la que Sasha también tenía en ese momento. − Es un milagro que no esté en una correccional−Continua− Además, por eso no tiene amigos, porque siempre tiene una mala actitud, es muy violento. Ese golpe que tiene en la cara debe ser porque seguramente se metió en alguna pelea, es un milagro que no te lastimó, a él no le importa si eres mujer... como te dije hace rato, está loco−Murmura dejando algo traumada a su compañera, pero luego regresa a su lugar, porque el profesor entra al salón de clases. Luego de escuchar atentamente los cuchicheos de sus compañeras, casi de forma automática, Sasha se voltea para echarle un vistazo a Jude, dándose cuenta de que este le estaba mirando. Cuando ambos cruzaron miradas, Jude lo que hizo fue arrancar un pedazo de papel en su cuaderno, escribiendo algo rápidamente. Una vez listo, arrugó el papel hasta hacerlo una bolita, para después arrojárselo. La bolita de papel aterrizó en la cabeza de Sasha que, de inmediato la agarró, volteándose nuevamente a su lugar, para así destapar el papelito y ver que decía. −Vieja chismosa−Leyó Sasha en pensamientos el papel que le había lanzado Jude. Luego de haber leído eso, se encogió de hombros, viendo como el profesor sacaba unos papeles de su portafolios. −Muy bien chicos, espero hayan practicado. Agrúpense en equipos de 3, hoy tendremos el taller−Dice el profesor, mientras Sasha al escuchar eso, se sorprende más de la cuenta, porque él no recordaba que hoy había examen, ya que la mentira que le dijo a su padre la noche anterior había sido una excusa para no dormir con él. El profesor que ya conocía a Sasha, y su deseo por siempre hacer todo por cuenta propia, lo miró fijamente al ver que no se movía de su lugar, y el resto de sus compañeros, ni siquiera se inmutaban en invitarlo en algún grupo, por lo que el profesor decidió tomar cartas en el asunto. −Por favor, que algún grupo integre a su compañero Sasha−Exclama el profesor, observando que los grupos ya formados se hacían los sordos, y fue en ese momento, que el mayor vio que Jude finalmente había decidido ir a clases. −Sasha, has pareja con tu compañero Jude, ya que ustedes son los únicos que están solos−Ordena el profesor, pensando que ese par de chicos los vería en las clases de recuperación en verano, porque ambos en términos académicos, no tenían el más mínimo chance de aprobar. El resto de sus compañeros, comenzaron a murmurar, viendo como Sasha rodaba su mesa, para ir a colocarse al lado de Jude, el cual le miraba con una mínima sonrisa, que tenía un toque de burla. Cuando Sasha finalmente llegó, ni siquiera le miró, hasta que el profesor fue acercándose a los equipos, para entregarles el examen. −Pueden sacar sus anotaciones, está permitido. Okey buena suerte−Deja en claro el profesor, regresando a su escritorio. −A ver...−Ordena Jude, pidiéndole el examen a Sasha, y este al instante se lo entrega, sin demasiada confianza. −No tengo anotaciones...−Susurra Sasha de forma avergonzada, mientras Jude lo que hace es leer el examen, pero cuando escuchó al otro joven, alzó su mirada, emitiendo un bufido. −No me sorprende, ayer vi que no escribías nada ¿Para qué vienes a la preparatoria? −Pregunta Jude, mientras Sasha lo único que piensa es que, en la forma, y en el tono de voz que estaba usando el muchacho al hablarle, era muy distinto al que usó con sus otros compañeros. −Prefiero venir aquí, que quedarme en casa...−Admite francamente encogiéndose de hombros, mientras Jude abre un poco sus ojos. −Quien iba a decir que tenemos algo en común−Responde Jude con una sonrisa, pero esta no tenía rasgos de ironía, parecía más genuina, al punto que Sasha lo percibió, razón por la cual se sorprendió bastante −El examen no está tan difícil... solo son ecuaciones cubicas...−Murmura Jude, regresando su atención al examen, recordando haber visto ecuaciones algebraicas más complejas, en un libro de matemáticas que leyó el año pasado. −¿Puedes hacer los ejercicios? −Pregunta Sasha, al mismo tiempo que Jude vuelve a prestarle atención. −Creo que si−Admite, sin demasiada emoción −Como este es un equipo, tú vas a escribir, y yo te dictaré las respuestas ¿De acuerdo, señorita pecas locas? −Murmura Jude, acercándose a Sasha, para darle un golpecito en la nariz, con la punta del lápiz, ocasionando que el muchacho se sonrojara de la vergüenza. −No me pongas apodos... me llamo Sasha, y soy un hombre... no soy ninguna "señorita" −Aclara, poniendo hincapié en su última palabra, consiguiendo que Jude soltara una carcajada tan fuerte, que logró captar la atención de sus compañeros. −"Me llamo Sasha, y soy un hombre" −Remeda Jude, haciendo una vocecita femenina−Toda esa frase en conjunto se escuchó terrible viniendo de ti...−Murmura, mirando fijamente a Sasha, dándose cuenta que sus ojos eran enormes−Tus ojos son muy grandes, pareces un alíen−Admite, al instante que Sasha frunce el entrecejo. −Y tú tienes cara de papa−Dice Sasha seriamente, haciendo que Jude volviera sufrir un ataque de risas, esta vez mas controlado−¿Por qué te ríes? No da risa lo que dije−Asume, observando como el otro muchacho suspiró, negando con la cabeza. −Para mí si fue muy gracioso...−Admite el pelinegro, pensando que hacía años, que no se reía tanto−¿Sabes qué? Yo haré todo, veamos si aprobamos o no... da igual−Responde el pelinegro, comenzando a realizar los ejercicios, como si estos fuesen un juego, o algo parecido.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD