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El viaje

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Blurb

Jude es un joven de 18 que vive con su padre, el cual luego de la muerte de su madre, cae en distintos vicios, incluyendo las drogas y el alcohol, esto trae como consecuencia que la relación con su hijo poco a poco vaya destruyéndose, al punto que la violencia física y verbal se conviertan en el pan de cada día en su destruido hogar, esto lleva a que Jude se convierta en un chico violento, y enojado con el mundo, porque su vida es un completo infierno a causa de su padre. Por otro lado, se encuentra Sasha, un chico que fue sometido a contra de su voluntad a un proceso hormonal para cambio de sexo, esto ocasionó que ahora Sasha tenga una apariencia completamente femenina, a causa de las hormonas. Ambos jovenes que, son completos polos opuestos, toman una arriesgada y apresurada decisión: escapar de sus oscuras vidas, en un viaje alrededor del pais que, cambiará sus vidas por completo, mientras al mismo tiempo, sentimientos que jamás pensaban sentir, comienzan a surgir en medio de esta aventura poco convencional.

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Capitulo 1
El joven caminaba sin mucho afán por el solitario pasillo del colegio, escuchando un energético rap, con letras cargadas de odio que, él ya se sabía de memoria; al punto que tarareaba sin articular ningún sonido, hasta la más mínima silaba, mientras los murmullos de aquellas liricas lograban escaparse de los auriculares, por lo alto que las escuchaba. Así pues, el muchacho se dirigía a su salón, observando de reojos las puertas de los salones, notando como ya todos estaban viendo sus clases, y él al ver a los jóvenes junto a sus profesores, ya sentía que los odiaba a todos, a pesar de que ni siquiera conocía a la gran mayoría. La canción había terminado, y él al percatarse, sacó su teléfono para repetirla otra vez, dándose cuenta de que, según el reloj, decía que iba 55 minutos tarde. Eso le tenía sin cuidado, puesto que el colegio, junto con la puntualidad, nunca habían formado parte de su interés. El año escolar iba por la mitad, y esta era la segunda vez que él asistiría a la clase de química, ya era hora de acercarse a echar un vistazo, pensaba él, sabiendo que justo en ese momento, prefería dormirse con las aburridas clases, y ponerse al corriente con sus inservibles estudios, que estar en su casa soportando a su padre, junto con toda la carga pesada, que eran las adicciones de su progenitor. − ¿Por qué no se muere de una buena vez? − Piensa el joven, frunciendo el ceño, sabiendo que muy en el fondo, no deseaba su muerte. Sin embargo, esa posibilidad nunca se iba de su mente, esa de vivir en un mundo donde su padre no existiese. Así mismo, mientras cavilaba en sus pensamientos, se dio cuenta como finalmente había llegado a su salón de clases. Sin siquiera tocar la puerta, o decir algo al profesor, el joven entra al salón, viendo como todos sus compañeros de clases, estaban en medio de algún tipo de experimento, porque en las mesas tenían tubos de ensayos, y botellas con unos líquidos de colores. El joven al instante hace una mueca de disgusto en su rostro, al mismo tiempo que escucha a su profesor decir: −No tengo idea para que vienes a esta clase, Jude. Es obvio que vas a reprobar. Estamos a mitad de semestre, y no has hecho ninguna asignación−Dice el hombre mientras sostenía un libro entre sus manos, notando como el chico llamado Jude le ignoró completamente, viendo que solo había un puesto disponible, al lado de una chica vestida de hombre. −Aún no se acaba el maldito año escolar, para decir que ya estoy reprobado−Responde con mala gana, al mismo tiempo que todos en el salón se quedan en silencio, cuando escucharon la palabra "maldito" salir de la boca del altanero muchacho. El profesor frunció el entrecejo como señal de disgusto, viendo como Jude se sentaba al lado de su compañero, y como no tenía ánimos de discutir con ese chico problemático, porque después de todo, sabía que no valía la pena, el profesor simplemente prefirió ignorarlo, para seguir con la clase, a fin de cuentas, Jude era un caso perdido. −Okey chicos, ahora hagamos el ejercicio de la página 134− Ordena el profesor, entre tanto se voltea para escribir en la pizarra, un par de elementos en la tabla periódica, mientras Jude, lo que hace es acostarse en posición de descanso sobre el mesón, que era compartido por dos personas. La persona que tenía a su lado se sorprendió bastante, por lo desinteresado y grosero que era su compañero, porque además cuando se sentó, lo que hizo fue acostarse sobre el mesón, y colocarse nuevamente unos audífonos, para continuar escuchando música. no le agradó en lo absoluto, puesto que él prefería permanecer solo en su clase, y ahora sin previo aviso, tenía al lado a un chico que a simple vista parecía un delincuente. −¿Cómo puede hacer eso, no le da vergüenza con el profesor? −Piensa el joven, mientras inconscientemente, se aleja un poco de él, viendo el cabello n***o del muchacho, amarrado en una pequeña coleta, puesto que, de momento, era lo único que podía observar de su nuevo compañero, por estar en esa posición. Al igual que Jude, pero por motivos completamente diferentes, él tampoco había venido los primeros días de clases, porque se había acabado de mudar a esa ciudad, y desde hace 6 meses, no dejaba de ser "el chico nuevo" de su clase. Por otro lado, Jude sintió como la persona que tenía a su lado, rodó su taburete para alejarse de él, esto ocasionó que él abriera sus ojos, volteándose para ver con mayor detalle quien era su compañero. Lo primero en que se fijó, fue que se equivocó en su primera impresión. Al principio pensó que se trataba de una mujer, pero ahora que estaba más cerca, podía percatarse que, ciertamente era un muchacho, porque aunque sus rasgos eran muy, pero muy femeninos, se lograba distinguir su verdadero sexo, sumando el hecho, que parecía hacer un terrible esfuerzo, para acentuar su "hombría" usando un atuendo demasiado llamativo, como por ejemplo ese chaleco de anciano color marrón que vestía, parecía que se lo había quitado a un predicador protestante, y de tan solo imaginarlo, esbozó una risa. −Con esa ropa, pides a gritos que se burlen de ti−Dice Jude, mientras se quitaba un audífono para poder escuchar sus propias palabras, aprovechando para observar lo que, hacia su compañero, el cual ahora estaba en medio del ejercicio de química. Jude veía como el joven ignoró sus palabras, mientras vertía un líquido en el tubo de ensaño, entre tanto calentaba agua en otro, con la ayuda de un pequeño artefacto, al parecer estaban haciendo una práctica de densidad, pensó Jude, notando que su compañero estaba haciendo todo realmente mal, es por eso que para no salpicarse de la reacción adversa que venía a continuación, se levantó de la mesa, porque, a fin de cuentas, no tenía sentido quedarse ahí. Y justamente como él lo presagió, segundos después de haberse levantado, sus presentimientos acertaron al instante que, un montón de espuma rosa, comenzó a salir a borbotones del tubo de ensayo de su compañero, el cual completamente sorprendido, y lleno de alteración, se levantó del taburete sin saber que hacer, tratando desesperadamente de detener esa reacción química, mientras el resto de sus compañeros reían a carcajadas, el profesor iba en su ayuda, y Jude salía prácticamente desapercibido del salón. −¡Sasha! ¿No leíste las instrucciones específicas en el ejercicio? ¡Tienes un 0! Otra vez... al parecer eres otro que va a reprobar. Es la cuarta practica que repruebas... ¡La cuarta de 6 practicas! En fin... presta más atención en clases, por favor. La clase terminó muchachos, la semana que viene les daré sus notas. Coloquen sus anotaciones en mi escritorio y pueden irse. Menos tú, no te vas hasta que limpies esto−Dicta el profesor, mientras señala al muchacho que se encoje de hombros, asintiendo con la cabeza. Todos en su salón van saliendo, viendo con gracia a su compañero de clase, el cual estaba repleto de ese líquido rosa de pies a cabeza. "Lucia deplorable", pensaban algunos, mientras que otros se acercaban, solamente para empujarlo, y darle golpecitos en la cabeza mientras le decían "tonto". Cuando el salón quedó completamente solo, porque hasta el profesor se fue, el chico llamado Sasha, caminó rumbo a la salida para ir en busca de utensilios para limpiar, hasta que cuando estaba a punto de salir, entró el compañero de clase que se había sentado a su lado, con un trapero, y un valde de agua en sus manos. Sasha se sorprendió bastante, porque jamás pensó que ese chico tuviera intención de ayudarle. −¿Tus padres te odian, verdad? Te visten como predicador de iglesia, y además te nombran "Sasha" ¿O es que acaso eres de esas lesbianas que se creen hombres, y los profesores para no complicarse la vida, prefieren seguirte la corriente? −Pregunta Jude, ya que él en la puerta, había escuchado el regaño del profesor, además realmente tenía curiosidad porque quizás después de todo, podía que estuviese en lo correcto. Sasha abrió un poco sus ojos, y al instante se cubrió con la chaqueta como si tuviese frio, mientras negaba con la cabeza. −No soy una lesbiana, ni nada de eso. Soy un hombre. Mi nombre... significa "Protector", en Ucrania es un nombre masculino, muy popular, pero aquí... no tanto−Explica con cierto nerviosismo, mientras Jude lo que hace es reírse a carcajadas. −¿No me interesa de donde carajos viene tu ridículo nombre? Y mucho menos que significa. Solo hice una observación, que tienes cara de marica, eso es todo−Deja en claro Jude, viendo como ese tal "Sasha" frunció sus labios con aprensión −Por cierto −Agrega con un tono impregnado de burla− deberías limpiar rápido, si esa espuma llega a secarse, será imposible removerla−Advierte, viendo como el jovencito, se pone en marcha rápidamente, para limpiar todo lo que estaba manchado. Mientras Sasha limpiaba, veía de reojos que Jude se sentó en una de las mesas delanteras, dándole la espalda, colocándose los auriculares para volver a escuchar su música. No comprendía porque continuaba ahí, ya que la idea de que le estuviera haciendo compañía una persona que ni siquiera conocía, no era una demasiado viable, es por ese motivo que, prefirió mantenerse callado y así evitar a ese chico. Cuando terminó de limpiar todo, Sasha recogió su bolso, junto con los utensilios de limpieza, y sin decir una sola palabra, salió del salón, viendo por encima de su hombro, como Jude parecía estar dormido en posición de descanso. −Gracias por ayudarme con los utensilios de limpieza...−Agradece Sasha en pensamientos de manera sincera, viendo que Jude entreabrió sus ojos cruzando miradas con él, al parecer no estaba tan dormido después de todo. −Para la próxima, lee bien las practicas "Sasha lesbiana" así te diré a partir de ahora−Dice, riéndose al final de sus propias palabras, porque ciertamente ese chico era presa fácil para cualquiera. Sasha frunce sus labios, y sin decirle nada, prefiere salir del salón rápidamente, al mismo tiempo que Jude cuando se ve solo, deja de sonreír volteándose para ver que el chico había limpiado bien, menos su atuendo, que ahora estaba manchado. −Que extraño es ese tipo, tipa, no se...−Piensa Jude con sinceridad, porque realmente no sabía como llamarlo, ya que le confundía bastante. En la hora del almuerzo Era mediodía, y Sasha como en todas las horas del almuerzo, se sentó solo en su mesa, escribiéndole a su padre, diciéndole como había ido su mañana hasta el momento. Por supuesto, omitió la parte donde interactuó con el chico nuevo, puesto que a su papá no le agradaba que tuviera amigos hombres, un detalle que a Sasha no le desagradaba, porque tampoco le gustaba acercarse a los chicos, y siempre había detestado a las mujeres, es por eso que su soledad nunca había sido un problema para él, de cierta forma, se sentía seguro estando solo, y eran momentos que aprovechaba al máximo, para descansar y relajarse, sensaciones que, no podía sentir al llegar a casa. Por otro lado, Jude entró al comedor, dirigiéndose al área de la cafetería, comprando un sándwich con un refresco. Algunos jóvenes lo miraban disimuladamente, por supuesto que lo conocían, él se suponía que debió haber terminado el colegio el año pasado, pero por la gran cantidad de ausencias, había repetido, y ahí estaba por segunda vez, cursando el último año de preparatoria. A él no le importaba demasiado, sin embargo, esa era la última oportunidad que contaba para graduarse, ya que el director de la preparatoria, le dejó en claro que no tenía permitido repetir el año por segunda vez, motivo por el cual, debía escoger dos caminos: el primero era dejar la escuela, o el segundo y más sensato, era terminarla y así graduarse. Él por supuesto, tomaría la segunda opción, aunque no lo pareciera a simple vista. De esa manera, con su almuerzo en la bandeja, comenzó a divisar en donde sentarse, viendo que en el fondo estaba "Sasha lesbiana" sentado solo en una mesa. Jude sonrió, y sin más se dirigió a ese lugar, solo para molestarlo un poco, porque a diferencia del resto de los estudiantes de preparatoria, a este en específico, no le tenía ese odio sin fundamentos que sentía por el resto de los estudiantes, o mejor dicho, del mundo. Era muy extraño que él no sintiera repulsión hacia un extraño, pensaba Jude, quizás por eso quería descubrir por qué todavía no lo aborrecía. Y así, de esa manera, cuando llegó a la mesa donde se encontraba Sasha, colocó de forma estruendosa la bandeja sobre la mesa, para captar su atención, logrando su cometido exitosamente, porque el muchacho se estremeció viendo como Jude tomaba asiento justo al frente de él, con una pequeña sonrisa que, Sasha no compartió, juzgando por esa expresión de disgusto que se dibujaba en todo su rostro. −No me sorprende que no tengas amigos... a ver, déjame adivinar ¿Meten tu cabeza en el inodoro, y guardan cosas asquerosas en tu casillero? – Pregunta Jude de forma irónica, viendo detenidamente, como Sasha hacia un esfuerzo por ignorarle, al poner toda su atención a su teléfono celular−Hey, idiota. Te estoy hablando, deja eso−Ordena, arrebatándole el celular de sus manos, logrando así, por obvias razones, captar la atención del muchacho. −¡Devuélveme mi teléfono! −Exclama Sasha, viendo que Jude ahora estaba revisando lo que él estaba haciendo con su teléfono. −¿Quién es "papi"? ¿Es tu novio o algo así? Solo hablas con él... oh déjame ver que le escribes−Exclama, haciendo que Sasha se altere más de la cuenta. −¡Eso es privado! ¡Dame mi teléfono, por favor! −Pide o más bien grita Sasha, consiguiendo que varios estudiantes se voltearan a verlos. Jude, quien realmente no tenía intenciones de revisar minuciosamente los textos que escribía ese chico, porque después de todo, no le importaba en lo absoluto la vida de un simple extraño, se lo entrega, observando como Sasha se alteró de una forma demasiado exagerada, porque ahora veía como este respiraba entrecortadamente, con su rostro completamente rojo, mientras guardaba el celular en su bolso, para después recoger sus cosas e irse del comedor a un paso acelerado. −¡Tranquilo, no vi tu porno! −Vocifera Jude, viendo como Sasha ni siquiera se volteó a verle, porque este prácticamente salió huyendo del lugar, logrando que el muchacho sonriera a medias, a causa de la reacción que logró en ese chico tan raro. Y así, luego del almuerzo, las otras 3 horas de clase posteriores transcurrieron volando. Sasha terminó dándose cuenta que Jude no se había equivocado de salón, y ciertamente seria su compañero durante el resto del año escolar, esto solo significaba, que ahora tenía una persona más que le molestaría en lo que quedaba del periodo académico, y aunque a simple vista la situación se pintara terrible, a Sasha no le importaba, ya que eso no iba a quitar el hecho que, con todos sus defectos y problemas, prefería mil veces estar en la preparatoria, que en su casa junto a su padre. Y como si lo estuviese llamando con el pensamiento, recibe un mensaje de texto de su papá diciendo: "Ya estoy esperando afuera ¿Quieres ir a comer a un restaurant, o prefieres que yo haga la cena?" Sasha al leer el mensaje, mira hacia la ventana, notando que efectivamente, se encontraba el auto de su padre frente al colegio, y él, al ver la camioneta verde, suspira cansado, observando de reojos al profesor, para poder responderle a su papá lo siguiente: "Hola papi, ya te vi =) No quiero comer afuera, prefiero hacer la cena. Prepararé algo delicioso para los dos. Te veo dentro de 10 minutos, el profe me está viendo, no puedo escribir más, nos vemos luego" Escribe el muchacho, dándose cuenta de que el profesor ni siquiera se había percatado, del uso de su celular. Minutos más tarde, el timbre suena dando por concluida la jornada estudiantil. Todos los estudiantes comienzan a levantarse rápidamente, mientras que Sasha prefiere esperar hasta que todos sus compañeros salgan, fingiendo que se estaba tomando más tiempo de lo usual, para recoger sus cosas. Cuando el salón está completamente vacío de estudiantes, Sasha suspira saliendo del salón, y justamente cuando esta con un pie en el pasillo, se percata de la presencia de Jude, el cual se encontraba recostado sobre la pared, al lado de la puerta del salón, como si estuviese esperando a alguien. Por supuesto, Sasha lo ignoró siguiendo su camino, sin embargo, Jude hizo todo lo contrario al caminar al lado de él, hasta que lo tomó por un brazo solamente para empujarlo contra la pared. Sasha al sentir el inesperado impacto, gimió del leve dolor que sintió por el empujón, observando con cierto temor al joven que, sin razón y motivo aparente, ahora lo estaba encarando, acercándose demasiado a él. −No escribiste nada durante toda la clase. O, mejor dicho, no escribes nada en ninguna clase, y yo que te creía un nerd. Deberías prestar más atención, pequeña lesbianita...−Reprende Jude, con un tono bromista a Sasha que no comprendía que era lo que estaba ocurriendo en ese instante. −¿E-Estabas viéndome? −Pregunta Sasha más asustado por la cercanía, que por el posible acoso de Jude hacia él. −Eres el único en toda la escuela que se viste como un traje de anciano, que ni siquiera te entalla, y además traes puesto un pasamontaña en la cabeza ¿Acaso estas calvo o algo así? Soy prácticamente nuevo en esta mierda, obviamente tengo que mirarte más de la cuenta−Explica Jude, quitándole el pasamontaña a Sasha, dándose cuenta de que el chico definitivamente no estaba calvo, porque al quitárselo, dejó a la vista un largo cabello rojizo que solo le hizo reír más. −¡Mira esto! Te pareces a Julia Roberts en Mujer Bonita ¿En serio eres hombre? Déjame tocarte el paquete, a ver−Agrega Jude, pretendiendo tocar las partes íntimas de Sasha, pero este le arranca el pasamontaña de sus manos, para luego apartarlo de su lado bruscamente. −¡ALEJATE DE MI! −Grita Sasha de forma histérica, empujando con todas sus fuerzas a Jude, mientras se cubría con su chaleco. Jude se hace a un lado, haciendo una mueca de confusión en su rostro, definitivamente, ese chico era demasiado exagerado, se decía en pensamientos el joven, mientras lo veía de pies a cabeza, notando como este se cubría con ese chaleco, como si estuviese escondiendo algo. −¿Qué escondes ahí? ¿Tienes algo dentro de ese horrible chaleco? Déjame ver, quítatelo ya−Pide toqueteando a Sasha, el cual siendo presa del miedo por sentir como ese muchacho ponía sus manos sobre él, volvió a empujarlo, para después salir corriendo a toda prisa de ese lugar. Jude por un segundo pretendió seguirlo, pero prefirió dejarlo ir para no causarle un ataque cardiaco al muchacho. Las reacciones de Sasha le parecían tan desmedidas a Jude, que lo único que lograban era causarle mucha risa, al punto de pensar que molestar a ese chico, podría ser un motivo fuerte para venir todos los días al colegio. −Está completamente loco...−Murmura en un hilo de voz, mientras emite un suspiro, entre tanto decide caminar hasta la salida. Por otro lado, cuando Sasha llegó al auto de su papá, entró y cerró la puerta, viendo como el mayor con una sonrisa, se acercó para darle un besito en la mejilla, y el muchacho al sentir la muestra de cariño, sonrió a medias abrazándolo. −Estas agitado ¿Ocurrió algo, amor? −Pregunta el padre, a Sasha que de inmediato negó con la cabeza. −No, no ocurre nada, papi. Es solo que vine corriendo porque se me hizo tarde. Salí de ultimo en el salón... −Explica Sasha, omitiendo la parte de Jude, porque seguramente a su padre no le iba a agradar escucharla. El hombre comprende, y sin más enciende el vehículo para dirigirse a casa. En el camino, Sasha iba en silencio viendo por la ventana, hasta que decide hablar, aunque sintiera algo de temor por lo que iba a decir a continuación. −Papi... creo que mi ropa se arruinó. Necesitaré... una nueva... ¿Será posible ir a una tienda, y comprar algo de mi talla? Algo... tú sabes, masculino −Murmura, viendo como su padre le miró de reojos. −Tienes mucha ropa en casa. Vienes con mi ropa a la escuela porque así tú lo decidiste−Responde el hombre de una forma que Sasha ya veía venir. −Papi... sabes que no puedo usar esa ropa en el colegio...−Susurra de forma entristecida, porque él sabía que esa conversación no lo llevaría a ninguna parte. −Entonces, cuando llegues a casa, intenta lavar esa. Quizás las manchas de ese químico logren salir −Responde amablemente, extendiendo una de sus manos, para acariciar el hombro del muchacho. −Si, tienes razón papi... haré eso cuando llegue−Responde Sasha, con una pequeña sonrisa forzada. −Esa es mi niña...−Dice el padre, con una cálida sonrisa. *** ¿Qué haría ahora? Ir a su casa no era una opción, pensaba Jude mientras caminaba lentamente por la acera escuchando música. −Ya se a dónde iré−Piensa el joven, esta vez con una idea más clara en su mente, de lo que haría a continuación. Media hora más tarde, luego de un tranquilo viaje en autobús, Jude llega al cementerio. Así mismo, el muchacho camina tranquilamente hasta encontrar la tumba de su madre. En el camino había comprado un pequeño ramo de flores, y cuando está en la lápida donde se encontraba su mamá, se sienta quitando las flores secas que ya reposaban allí, para sustituirlas por las nuevas. −Hola mamá ¿Cómo van las cosas en el cielo? Supongo que muy tranquilas −Comienza a hablar Jude, con su vista a lapida−Aunque no lo creas, regresé a la preparatoria. Terminaré esa mierda, me graduaré. Supongo que me tendrás que ver desde allá arriba, tu nada más, porque puedo asegurar que papá no irá a la celebración−Comenta, riéndose un poco al final. −Papá... sigue igual, o, mejor dicho, peor que antes ese maldito. Lo siento mamá, pero en serio... ¿No pudiste escoger un mejor partido? ¿De tantos hombres, tuviste que escoger a ese bueno para nada? Está bien, está bien, no vine aquí a reclamarte nada, pero... mira lo que me hizo. Ni siquiera se había curado el otro, y ya tengo uno nuevo−Explica Jude, levantándose la sudadera, para mostrar un enorme moretón en su costado. −Yo también lo golpeé, como siempre. Parecemos el gato y el ratón, peleando todos los putos días, y después él va a pedirme perdón, y yo también me disculpo... nos perdonamos, él dice que cambiará, yo también, y después al día siguiente todo regresa a ser como siempre. Parecemos una pareja toxica−Se detiene para reírse. −El punto es... que te necesito mamá, te extraño mucho... tu siempre nivelabas las cosas, él empeoró desde que te fuiste... la abuela no me quiere más en su casa ¿Sabías eso? Supongo que sí, te lo conté cuando me echó−Se detiene para suspirar−Ok... cambiando de tema, ya voy por el 97 de los 100 libros que debes leer antes de morir. Esos que me dijiste que leyera antes de que te fueras... es la quinta vez que los leo, ahora voy por este de John Steinbeck, Las Uvas de la Ira−Le comenta Jude a su madre, mostrándole el libro. −Voy por el ultimo capitulo, lo leeré contigo hasta que anochezca ¿Qué te parece? −Comenta, abriendo el libro en la página donde lo dejó, para después reposar su espalda sobre la lápida mientras comienza a leer. *** −¡Sasha! Ven aquí, es hora de tu medicina−Grita el padre de este, mientras el muchacho lavaba los platos en la cocina, y cuando escuchó aquello, lo que hizo fue suspirar con abatimiento. −¡Papi, en serio, estoy bien no lo necesito hoy! −Grita de igual forma, guardando el último plato dentro la alacena. −¡Claro que lo necesitas! Ven aquí jovencita−Insiste el hombre, mientras Sasha sabe que ya no debe negarse más. Motivo por el cual, se encamina hacia la habitación. Al llegar observa a su padre con una jeringa en una de sus manos, acompañado de esa sonrisa que nunca se quitaba de sus labios. −Siéntate en las piernas de papi. Ven aquí−Ordena el hombre, extendiendo sus brazos para que el joven se acercara, y eso es justamente lo que hace Sasha, encaminándose para sentarse sobre el hombre que, cuando tiene el joven sobre él, le da un profundo beso en sus labios el cual Sasha corresponde sin chistar. Cuando la muestra de cariño termina, el muchacho extiende su delgado brazo, para que el mayor le inyecte "su medicina". Sasha hace una leve mueca de dolor, pero luego cuando el hombre saca la aguja de su vena, suspira de forma triste, mostrando una leve sonrisa. −Tus senos están creciendo bastante. Finalmente... te vez estupenda−Murmura el hombre, tocando los senos hinchados, producto de las hormonas que Sasha había estado tomando desde la niñez. −Si... lucen bien−Responde Sasha, sin tanta emoción como la que mostraba su padre. −Faltan dos años para hacer la operación más importante... la reasignación de sexo. No puedo esperar para verte convertida en una mujer al 100%−Murmura el hombre, esta vez besándole el cuello al chico quien, hace una mueca en su rostro. −Papi... todos los días dices lo mismo. Pero... yo no quiero, no... −Claro que si quieres−Interrumpe el hombre, las palabras del más joven−Quieres ser mi niña, y una mujer al 100% ¿Verdad? Dos años después de tu reasignación de sexo, cuando cumplas 20, nos mudaremos a Ucrania, tu país natal, y te casarás conmigo... finalmente todo será como siempre hemos soñado – Explica, acercándose para abrazar a Sasha, el cual corresponde el abrazo, asintiendo con su cabeza. −Si... será como siempre hemos soñado, papi...−Susurra Sasha sin tanto entusiasmo como su padre, haciendo su mayor esfuerzo para sacar una sonrisa. −Ahora ven, quítate tu hermoso piyama rosa. Hazlo lento, frente a mi... y cuando estés completamente desnuda, acuéstate en la cama conmigo−Ordena el hombre, y al instante Sasha se levanta de las piernas del hombre, para hacer exactamente lo que este estaba pidiendo. El piyama rosa que traía Sasha era de seda y encaje, donde dejaba prácticamente a la vista, los pequeños senos del joven, de no ser por su cabello ondulado, el cual cubría estratégicamente sus pechos. El joven sabiendo esto, echó la melena rojiza hacia su espalda, para después dejar caer la fina lencería, suavemente de su delgado cuerpo con tenues caderas. De esa manera, quedó completamente desnudo, y con lentitud se fue acercando hacia la cama, donde su padre le esperaba con su m*****o completamente duro. −Masajea tus senos, mi hermosa niña...−Pide el hombre, al instante que Sasha hace exactamente lo que este le pedía con una expresión completamente triste en su rostro.

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