La castaña entró a la Universidad, pero una mano agarró su brazo con delicadeza y ella miró al causante de esa sensación extraña que causo ese tacto a su cuerpo, pero al darse cuenta de quién se trataba lo zafó de inmediato.
-Alice sé que empezamos con el pie izquierdo- dijo haciendo una mueca con sus labios.
-pero me gustaría arreglar las cosas además debemos estudiar y creo que será mejor llevarnos bien- prosiguió el castaño.
- ¿aceptas ser mi amiga? - preguntó haciendo un puchero demasiado tierno.
-no, que creías a está estúpida la convenzo tan fácil- dijo ella y él frunzo el ceño.
-estoy hablando en serio Alice- dijo el joven sin una pizca de diversión.
-no es qué te avergüenza qué te vean con una becada pobretona- dijo irónica la chica y él negó con la cabeza.
-Alice lamento lo que te dije, pero estaba furioso contigo y me excedí con mis palabras, en realidad no pienso eso- dijo Dante en forma de súplica.
-y ahora es mi culpa ¿se puede saber por qué el señor soy el único estaba enojado? - preguntó con sarcasmo la castaña.
-no soy el único, y estaba enojado porqué me rechazaste cuando quise llevarte a tú casa el primer día que hablamos- dijo él con sus ojitos de perrito causándole un poco de ternura a la castaña.
-si claro y ahora tengo que tragarme ese cuento- dijo ella ya que no se daría por vencida.
-sabes cualquier chica hubiera estado encantada en estar en tu lugar- dijo con arrogancia el castaño.
-así, pero yo no soy cualquier chica- dijo ella con altanería.
-créeme que ya me di cuenta- se le escapó a él y ella lo miró con el ceño fruncido. - ¿entonces me perdonas por ser tan infantil? - preguntó con su carita tierna y eso estaba moviendo muchas cosas dentro de la castaña.
-está bien, porqué en realidad no quiero problemas y mucho menos contigo- dijo ella y él sonrió.
-entonces ¿amigos? - preguntó y ella rodó los ojos.
-vale amigos- dijo ella y él sonrió como el gato de Alicia en el país de las maravillas.
Después de estudiar con Dante por mucho tiempo en la biblioteca salió de la Universidad con dirección a la parada y está vez un deportivo volvió a parar frente a ella.
- ¿está vez no me rechazarás verdad? - preguntó el castaño bajando el vidrio.
-no creo qué te gusté el lugar dónde vivo- dijo ella y él se encogió de hombros.
-solo quiero llevarte- dijo él y ella rodó los ojos y luego rodeó el auto subiendo al lado del copiloto.
-bueno ¿dirección? - preguntó sonriente el castaño.
Llegaron a su casa y el chico miraba todo con detenimiento y eso estaba empezando a ponerla nerviosa.
-bueno, gracias- dijo ella bajando del auto y él también bajó.
-espera- dijo él, pero justo de la casa salía un chico rubio.
-y éste tipo ¿Quién es? - preguntó el adolescente mirando seriamente al castaño.
- es un amigo Tyler- contestó rodando los ojos la castaña.
-es mi hermana mucho ojo- dijo el chico y luego empezó a caminar.
- ¿Para dónde vas? - preguntó la castaña con dirección al rubio.
-Voy a buscar a mamá, ya que llegaste- contestó y siguió el camino dejando un dolor en el pecho de la chica.
- ¿estás bien? - preguntó preocupado el castaño.
-sí y gracias de nuevo- dijo ella y él asintió.
La chica se acercó a la puerta y miró hacia atrás donde se encontraba el chico un poco nervioso.
- ¿Quieres pasar? - preguntó algo confundida la castaña al mirar la actitud de Dante.
-si- contestó sonriente el castaño y se acercó a ella.
-no es a lo que estás acostumbrado- dijo ella ya que su casa es pequeña.
-es linda- dijo él mirando su alrededor.
- ¿Quieres agua o zumo? - preguntó ella un poco extrañada ya que no estaba acostumbrada a traer personas a su casa.
-agua está bien- contestó él y ella desapareció por la puerta de la cocina.
Él chico miró una foto familiar donde se encontraba una mujer rubia cargando a una bebé y a su lado estaba Alice un poco más joven y el chico que había salido un poco más chico y una niña pequeña en medios de todos.
-esa es una foto familiar- dijo una voz chillona.
-y esa soy yo- dijo la rubia señalando a la pequeña que se encontraba en medio.
-estabas chiquita ¿Qué edad tienes ahora? 10- preguntó mirando a la rubia.
-tengo 12- dijo la rubiecilla. - ¿tú quién eres? ¿Por qué estás en mi casa? - preguntó con tono altanero la rubiecilla algo muy similar al tono de la castaña.
-Clarie- habló Alice saliendo de la cocina. -es mi amigo- dijo la castaña y eso lo hizo sonreír.
-pero tú no sueles traer amigos a la casa- se quejó la rubia y su hermana mayor la miró mal.
-disculpa a mi hermana es un poco entrometida- dijo un poco avergonzada la castaña.
-tranquila es una fierecilla igual a su hermana mayor- dijo él y luego tomó de su agua.
-hermanita- dijo una vocecita dulce llegando al lugar ganándose la atención del castaño
-princesa- dijo Alice alzando a la pequeña. -ella es Maya mi hermana menor- dijo presentándola la castaña y el chico la miró y sonrió.
-hola linda- dijo él con dulzura, pero la pequeña escondió su rostro en el cuello de su hermana causándole ternura al castaño.
-es muy tímida- contestó la rubia mirando a sus dos hermanas.
- es adorable- dijo él sonriendo con dulzura a la pequeña.
-tiene suerte de tener una familia muy hermosa- dijo él señalando la foto y la chica se tensó.