Capítulo 2

983 Words
Ansiedad. -Pueden salir es todo por hoy- Escucho decir al profesor. -El día había sido algo pesado ya que al parecer los maestros se habían puesto de acuerdo para llenarnos con proyectos. Era frustrante.- mire mi celular mientras me dirigía al estacionamiento la muy maldita de tessa había salido temprano ahora se encuentran en el gimnasio acosando chicos. -Maldita – Maldije por lo bajo al ver la foto que me había enviado. De un momento a otro siento un empujón para luego sentir el suelo. -Mierda, duele.- Me quejo, miró quien es el culpable y quedó aterrada al ver de quien se trata. -¿Piensas quedarte tirada?- Pregunto sin ninguna expresión. Niego con la cabeza para después levantarme y sacudir mí pantalón. No digo ni hago nada ya que la sola presencia de el me asusta algo en el me pone nerviosa. -Deberías disculparte.- Menciona el chico. -¿Yo? ¿Por qué? Tu eres el que esta en medio del estacionamiento. – Respondo un tanto molesta. -Pero yo no iba mirando el celular o ¿si?- Al escuchar aquellas palabras miro a otro lado avergonzada. Por un momento fui valiente ¿Dónde quedó esa valentía? -¿Haremos el proyecto? – Preguntó intentando cambiar el tema. El miedo volvió a mi al recordar todo lo que decían de el. -Mañana en mi casa a las 8.- Habla sin más sin siquiera preguntar si puedo a esa hora o no. -¡Espera! – Grito al ver como empieza a caminar. -¿Qué?- Pregunta con frustración. -No tengo tu número y no se donde vives.- Contesto tímida por si reacción. -Dame tu número te mandare la dirección. – Contesta. Busco en mis bolsillos en busca de mi celular y me alarmó al darme cuenta que no lo tengo. Para después mirar el suelo cuando caí el celular salió volando. Saco rápidamente una hoja y un lápiz de mi mochila para anotar el número ya que el Alexander se ve cada vez más estresado por mi torpeza. -Toma- Contesto dándole la hoja con mi número. El sólo asiente. Las palabras de tessa pasan por mi mente. “Tal vez solo quiere ser tu amigo.” -Nos vemos mañana entonces.- Sonrió y al parecer le extraña pues alza una ceja. -Como sea. – Es lo único que sale de sus labios. Grosero. Es lo único que pienso. Hasta que recuerdo que aún no se donde está mi celular. Empiezo a mirar a todos lados hasta encontrarlo al lado de un auto. Lo tomó y empiezo mi caminata a casa. Al día siguiente. -¿Tienes planes hoy?- Pregunta tessa. -Si, iré a colocar el altar para después ir a casa de Alexander.- Intento sonar tranquila con aquellas palabras. Pero estaba segura que mi cara me delataba. -No se por que pones esa expresión no es como si te fuera a matar o algo así.- Comenta con burla – se me había olvidado tus tradiciones mexicanas.- Murmura. -Amo esas tradiciones más el día de muertos, nunca hay que olvidar a los que se han ido por eso es importante la ofrenda pero bueno me voy tengo que ir a conseguir algunas cosas que me hicieron falta ¿nos vemos mañana ,si?- Con un beso en la mejilla me despido. -Claro, nos vemos.- Sonríe. Unas cuantas horas después miraba miro con orgullo mi altar y con una tristeza al mirar las fotos que se encontraban. Suspiró con nostalgia. Tomo mi mochila y coloco lo que creo iba a necesitar en casa de Alexander. 45 minutos después. Me encontraba en un barrio de economía baja aún que sinceramente a mi eso no me importaba. Las casas de madera con humedad que se podía ver desde lejos, sus jardines secos rejas en el suelo era lo se me veía. Llegó a la dirección que tenía en mi celular y tomó valor para tocar el timbre pero la pequeña casa no tenía así que con mis nudillos empiezo a tocar la puerta la cual fue abierta con brusquedad diez minutos después. -¿Quién mierda es?- grita. -Este..mm.. Hola soy.. ¿yo?- Contesto torpemente. -¿Eres tu?- Pregunta con una media sonrisa la cual no dura. -Eso creo- Contesto con duda y avergonzada. -¿Eso crees?- Pregunta burlón. En estos momentos quisiera que la tierra me tragara. Pura vergüenza pasó con el. -¿Me dejas pasar?- interrogó para cambiar el tema. -pasa- Se hace a un lado y con timidez entró para mirar a mi alrededor. -Siéntate si quieres.- Dice después de unos minutos. -Gracias.- Me siento en el sofá algo desgastado y empiezo a sacar mi laptop. Alexander se sienta en el sofá que esta enfrente de mi, hay una mesa de manera en medio es donde dejó mi mochila. 2 Horas después. -¿Papá? – Una dulce voz se escucha. Un pequeño niño esta mirándonos con miedo, su ropa esta un poco desgastada y tiene algunas manchas de suciedad en su rostro pero aún así se ve sumamente tierno. -Te he dicho que no salgas de la habitación. – Regaña al pequeño el cual se encoge en su lugar, sus ojos se cristalizan lo que me parte por completo el corazón. -Tengo hambre.- Murmura con temor. -No me importa, lárgate a la habitación.- Ordena. -No tienes que ser tan cruel con el niño.- Murmuró. -Eso a ti no te importa y ya es tarde es mejor que te largues ya.- Habla aún enojado. Miro al pequeño el cual corre a su habitación para después mirar a Alexander, desde que había llegado ninguno de los dos había establecido una conversación sólo unas cuántas palabras respecto al proyecto y el enterarme de que tiene un hijo me ha sorprendido enormemente. -Okey- Es lo único que digo, guardó los cosas y salgo a toda prisa. 20 minutos después. Estoy nuevamente tocando la puerta de Alexander con unas pizzas en mano. Empezaré a seguir el Consejo de tessa espero no me cierre la puerta en la cara.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD