BRUJA Y REINA

CAP 3

-La sentencia será el exilo- Sentencio Ciro

En la cara de Ansel se dibujo una amplia sonrisa, yo solté el aire que estuve conteniendo, el exilio no es un mal castigo

-Me parece bien, es lo más misericordioso que se pudo hacer-

La cara de Ansel me daba asco

-Bien, danos hasta al amanecer para irnos-

Ciro se paro de golpe, no podía dar crédito a lo que dijo su propio hijo

-Espera hijo, no tienes que..-

-Si tengo, no voy a dejar a mi esposa-

La estúpida sonrisa que tenia Ansel se borro y los demás seguían sin entender

-Oh Beltran es increíble lo que puedas llegar hacer por esta bruja-

Las palabras de Ansel tenia el más peligroso de los venenos el desprecio

-Puedes creer lo que quieras Ansel-

Beltran me tomo de la mano y caminamos hasta estar frente a los ancianos

-Es el anillo de tu madre-

-Así es antes de que Merril muriera, me pidió que cuidara de ella y de sus hijas-

-No las dejaremos-

Fenton y Niceto dieron un paso al frente

-Hijo seguro podemos arreglar esto-

-Dictaron sentencia, y la cumpliremos, nos iremos al amanecer-

Ahora ellos estaban entre la espada y la pared, perderían al mejor guerrero, cazador y al que seria el siguiente líder de la aldea y junto con el al mejor herrero y a nuestro mejor jinete

Dimos media vuelta y nos fuimos

-Camina con la cabeza en alto-

Beltran me tomo de la mano y caminamos en silencio hacia nuestra casa, al llegar nos encerramos y nos abrazamos

-Bien vayamos por nuestras pertenencias, ve tu primero Niceto-

El asintió, le planto un beso en la frente a Arabella y salió para su casa

-Pongamos nuestras cosas también-

Nos movimos, y guardamos cuencos, jarrones, el vino que habíamos hecho, mis hierbas medicinales, algunas pieles, cuchillos, Niceto entro y junto con el, espadas, arcos, flechas, mire a Beltran y me dio una mirada de que era necesario todo eso

-Ahora vengo, cierren la puerta detrás de mi-

Beltran salió y Niceto le dio una espada a Fenton, seguimos guardando las pocas cosas que nos quedaron

-Abran-

Grito desde afuera, corrí a abrirle y entro con un ciervo colgando de su hombro en una de sus manos un par de ovejas y en la otra una cabra y un chivo

-Fenton, no tardes comienza a oscurecer-

El asintió y el se fue corriendo

-destacemos este siervo y prepárenlo para usarlo en estos días-

Bajo al ciervo, buscamos los cuchillos y con mucho cuidado le quite la piel al ciervo, se la di a mis hermanas y ellas la prepararon para que después la podremos usar, es un proceso largo, pero estaría lista cuando encontremos un lugar para nosotros

-Dame las piernas, las pondré a ahumar-

Las cortaron con agilidad y las colgamos en el ahumador, escuchamos ruido afuera, nos asomamos y Fenton apareció con una carreta y dos caballos, vaya es suficientemente grande para que pongas todas nuestras cosas.

Hice un poco de estofado

-Guarda la cabeza de las zanahorias-

Lea asintió, comimos en silencio, realmente no teníamos mucho de que hablar, fuimos exiliados, crearemos juntos un nuevo comienzo

-Bien vayamos a descansar, nos iremos antes del amanecer-

Todos miramos a Beltran

-Anuncie frente a todos que nos iríamos al amanecer, pero en realidad nos iremos un poco antes, no quiero arriesgarnos a que Ansel nos tome desprevenidos-

Todos asentimos, les di unas pieles, a mis hermanas y se recostaron junto a sus prometidos, Beltran atranco la puerta y dejo una vasija cerca por si acaso

-Listo, descansemos un poco, nos espera un largo camino-

Nos recostamos y nos abrazamos y nos sumimos en nuestro sueño, pero el mío fue perturbado, una sensación familiar...

Escucho gritos desgarrados, el sonido del fuego ardiendo y espadas manchadas en sangre

Me levante de golpe, es algo que en algún momento pasara, cuando no lo se...

-¿Que pasa?-

-Nada, un mal sueño-

Beltran se me quedo viendo, el sabia lo que eso significaba, solo negué con la cabeza y me asome a la venta

-Ya no tarda en amanecer-

Beltran asintió y nos desperezamos y fuimos a despertar a los demás

-Es hora de irnos-

-¿Ya amaneció?-

-Aun no, pero tenemos que irnos-

acaricie el rostro de Lea y comenzamos a subir las cosas tratando de no hacer tanto ruido, avanzamos en silencio cuando ya estábamos a las afueras de la aldea cuando escuchamos un poco de alboroto

-Vayamos a la cima de esa colina, podremos ver todo desde ahí-

Les dije y vienen detrás de mi, dejamos escondidos la carreta y los caballos.

Al llegar a la cima la escena nos horrorizo, Ansel junto con sus matones se encontraban frente a nuestra casa armados con flechas en llamas y con un movimiento de el sus matones lanzaron las flechas hacia nuestra casa, la que nos vio nacer, la que vio los últimos días de mi padre, ardiendo en llamas.

Seguimos observando y Ansel seguía de pie frente a nuestra casa, avanzo más y dio una patada seguramente para abrir la puerta, unos segundos después salió, realmente molesto.

-Vámonos-

Soltó Beltran y bajamos rápido de esa colina, tardarían unos minutos en ensillar los caballos y salir a buscarnos Lea y Fenton subieron a la carreta, Niceto y Arabella en un caballo

-Tomen las riendas-

Niceto y Beltran se pusieron atrás de nosotras y sacaron sus arcos, podíamos escuchar los caballos acercándose detrás de nosotros

-Ustedes sigan no se vayan a detener, Fenton-

Fenton levanto la mano, los otros caballos se escuchaban cada vez más cerca, escuche el sonido de las cuerdas de los arcos tensándose y luego se escucharon gritos y un golpe seco, los caballos se detuvieron.

-No paren, seguiremos el camino hasta que yo les diga-

Todos asentimos, no sabríamos si vendrían más así que apresuramos, los caballos

-Aquí-

Fenton giro hacia la derecha y nosotras hicimos los mismo y nos escondimos atrás de una pequeña colina en la espera de que hubieran mandado a alguien más

-Bien caminemos, más adelante tomaremos de nuevo el camino.

Asentimos, y caminamos atentos al más minino ruido.

Después de caminar un rato, nos paramos para comer algo, los chicos fueron a buscar leña y nosotras cortamos una de las piernas del ciervo, estaba muy tranquilo, demasiado, algo me hizo ponerme alerta, instinto, mi don así que me gire y ahí estaban, dos de los matones de Ansel estaban ahí, con sus espadas en mano y nosotras estábamos solas.

-No tienen que hacer esto-

Me puse frente a mis hermanas y los matones soltaron una risa, necesito ganar tiempo para que al menos uno de ellos regrese

-No son más que unos perros y unos cobardes-

Lea como siempre no piensa en la situación en la que estamos, voltee a ver a mis hermana Lea se cayo.

-¿Están seguros de querer hacer esto?, soy una bruja ¿Lo olvidan-

Los tipos se miraron un segundo, eso el miedo los podría hacer desistir de esto.

De pronto una flecha salió detrás de nosotras y se clavo en el corazón de uno de los matones, el otro se hecho a correr al ver esto, pero otra flecha voló y se clavo en su espalda

-¿Están bien?

Beltran apareció corriendo

-Si-

Se acerco a mi y me dio un vistazo rápido para confirmarlo

-Sera mejor que nos movamos, apaguen todo-

Tomamos todo y nos fuimos a prisa, no se hasta cuando nos dejaran de perseguir.

El sol ya estaba en su punto más alto, no se escuchaba a nadie más que nosotros, no muy lejos se escuchaba un rio.

-Beltran deberíamos parar-

-Fenton pueden estar aun siguiéndonos-

-Tiene razón, es mucho para las chicas-

Niceto se acerco y Beltran volteo a vernos.