En medio de los nervios yo comencé a marcar el celular de Marcos, pero sucedía lo mismo, directo al buzón de voz. Llamé al celular de Alfredo, después de todo con quien había hablado más tiempo fue con él desde su celular. Sonaba, estaba sonando, no lo tenía apagado. Mi corazón comenzó a latir rápido, estaba nerviosa, quería escuchar la voz de alguno de ellos. No podía ser posible que les hubiera sucedido algo. Mi cabeza daba vueltas, pensando en todo lo que puede haber pasado. Ellos no son chicos que se pondrían con esta clase de bromas, yo los conozco muy bien, para saber que no se moverían del lugar hasta yo haberme presentado. El celular dejo de sonar y volví a marcar, sonó sin parar pero no obtuve respuesta, así que dejé un mensaje de voz.
- ALFREDO, si escuchas esto, llámame de inmediato, llegamos y ustedes no están por ningún lado, estamos preocupados.
Dejando un mensaje de voz de esa manera su celular sonaría dejándole saber, sin importar si está en modo silencio o vibrar. Entré a la casa de campaña de Fredy y fue tal y como lo imaginé, no había nada importante, porque no la usaron para dormir. Entré a la otra casa de campaña y ahí estaban sus mochilas, los celulares no estaban, quiere decir que los tienen con ellos. Observé bien todo y no había señales de lucha, ni sangre, todo estaba recogido, nada ahí dentro decía peligro. Fuera de las casas de campaña todo estaba normal. Mire a Kenai caminar en círculos, miraba el suelo, sabía que estaba analizando la situación.
- Si salieron de la casa de campaña tarde en la noche o madrugada debería de haber marcas en el suelo, pero no hay nada. - dijo Kenai.
Tenía razón, el suelo estaba húmedo, por el rocío de la mañana y porque estaba cerca del rio, pero no habían marcas en el suelo. En una situación como esta se supone que haya pisadas en el suelo, pero estaba como si nadie hubiera caminado por el área hace tiempo. Quiere decir que salieron de la casa de campaña tiempo después de haber hablado con ellos.
- ¿Dónde está Ariz? - preguntó Karen con un tono de pánico en su voz.
Todos volteamos rápidamente observando para todas partes. Pensé que lo normal sería gritar su nombre, pero al no saber qué es lo que está sucediendo no es algo muy inteligente. Escuchamos unas ramas crujir, venían del lado de Kenai, saqué la cuchilla y vi que Kenai reaccionó de la misma manera que yo.
- Oigan chicos...- antes de que pudiera termina la oración Kenai la interrumpió.
- ¡RAYOS ARIZ! ¿QUÉ CREES QUE ESTÁS HACIENDO? DESAPARECIENDO DE ESA MANERA SIN DECIRLE A NADIE. -dijo Kenai apretando los dientes para no gritarle.
- Lo siento, pero más importante, deberían venir a ver esto, creo que es tela de una de las camisas de los chicos. - Ariz estaba asustada lo sabía perfectamente. Aunque intentaba parecer tranquila yo la conocía muy bien para saber que era todo lo contrario, note como cerraba sus puños en su costado para poder aguantar un ataque de nervios.
- Han hecho todo al revés. - dijo Karen molesta mientras seguíamos a Ariz.
- Zydne los conoce muy bien, si se preocupó desde un inicio porque ellos no estaban en el lugar es por eso. - dijo Kenai para defenderme.
Llegamos hasta donde Ariz dijo ver la tela de una camisa. Solamente pensaba, no mejor dicho, rogaba porque no fuera tela de una de las camisas de los chicos. Efectivamente había un pequeño pedazo de tela enredado en una rama que salía desde el suelo, era roja, del mismo color de la camisa que llevaba puesta Fredy. ¡Rayos esto no puede estar pasando! Para estar ese pedazo de tela enredado en una rama del suelo me da a entender que se había caído, no había más explicación. Conociendo lo cuidadoso que es Fredy, el que se haya caído no es una buena señal, ¿acaso huían o perseguían algo?
- Fredy tenía puesta una camisa de este color. - dije con el pedazo de tela en mis manos.
Nos quedamos en silencio durante unos segundos, pero parecieron minutos. Mi cabeza daba vueltas buscando una respuesta por lo que había sucedido. No habían huellas en el suelo. No respondían los celulares. La fogata no estuvo prendida por mucho tiempo luego de que terminara mi llamada con ellos. Las casetas estaban como si nadie hubiera dormido en ellas y ahora un pedazo de camisa de Fredy enredado en una rama en el suelo. Pero lo más importante es que no había rastro de sangre ni lucha en ningún lugar, eso era lo único que me mantenía un poco tranquila.
- Debemos dar un aviso a las autoridades. - dije con calma.
- ¿Y qué les vamos a decir? Nadie ha acampado desde lo sucedido hace tres años. - dijo Karen asustada y demás está decir que sé por donde ella viene.
- ¿Cómo estás tan segura de eso? Nadie sabe si alguien ha acampado aquí durante estos tres años. - dijo Kenai con voz calmada.
- Estoy llamando al sistema de emergencias pero la llamada no sale, tengo la señal completa, hasta señal de internet y ¿ustedes? - preguntó Ariz.
Todos sacamos los celulares y revisamos. Yo por mi parte tenía señal de todo, igual que Ariz, observé a Kenai y a Karen, me dejaron entender que no tenían ningún problema. Caminamos de regreso a donde estaban las casas de campaña. Volvimos a revisar todo mientras Ariz hacía la llamada. Yo decidí enviarles un mensaje por Messenger a los tres. Quizás las llamadas no entraban, pero podría ser que los mensajes por internet si llegaran, tenía que intentarlo todo. No nos movimos del lugar hasta que Ariz terminó de hablar por teléfono y dar toda la información. La policía le indicó que debíamos salir lo antes posible, que ellos enviarían una patrulla a investigar lo sucedido. Comenzamos a caminar de regreso cuando revisé nuevamente mi celular y el mensaje que le había enviado a Alfredo aparecía como "visto" me detuve en seco, sentía como mi corazón latía rápidamente.
- ¡Lo leyó!
- ¿De qué hablas Zydne? - me preguntó Ariz.
- Les envié un mensaje a cada uno de ellos por Messenger y el de Alfredo aparece como "visto". - dije con entusiasmo.
Se quedaron observándome por unos segundos y luego les enseñé el celular para que lo vieran todos. Vio mi mensaje y no contestó, algo no está bien, no puedo simplemente salir y esperar a que lleguen los policías. Tomé el celular y volví a escribir, esperando por un respuesta. En menos de un minuto lo vio, estaba en línea. ¡Maldición estaba conectado y no contestaba a mis mensajes! Volví a escribirle preguntando si se encontraba bien, en dónde estaban, lo vio, pero no contestó, en definitiva algo no estaba bien. Ninguno de ellos se atreve a dejarme en visto y no contestar, ciento que esto es una señal, les sucedió algo malo.
- Voy a buscarlos. - dije de manera determinada.
- No irás Zydne, no sabemos si es que alguien tiene su celular. - me dijo mi hermano preocupado.
- ¡Demonios, no voy a salir y esperar por los guardias, lo más seguro ni siquiera entrarán al bosque! - dije molesta
- Saldremos y esperaremos. - dijo Karen de manera autoritaria.
- Ustedes vayan a esperar yo los voy a buscar. - dije en forma definitiva.
- No seas testaruda, no sabemos en donde están o que les sucedió. - dijo Karen preocupada.
- Karen, Kenai salgan ustedes y esperen por las autoridades, yo voy a buscar a los chicos con Zydne. - Ariz siempre ha sido una chica valiente, un tanto nerviosa cuando no entiende las cosas, como estaba al principio, que temblaba y cerraba sus puños para contenerse de un ataque de nervios. Pero este es su verdadero ser, ya regresó mi prima a la normalidad.
- Si ustedes van yo también, no pienso dejarlas solas, Karen ve afuera a esperar. - sentenció Kenai.
- Oigan superhéroes idiotas, entiendo que sus padres fueran militares y que los entrenaran a los tres como soldados, especialmente a ti Zydne, tu papá te entrenó como si fueras a convertirte en una Navy Seal o Ninja, pero eso no quiere decir que puedan con esto. No conocen el bosque, no saben a lo que se enfrentan, no saben con qué rayos se van a encontrar ahí dentro. - Karen explotó, estaba enojada y preocupada por nosotros, podía entenderla perfectamente, pero no puedo irme y esperar a que hagan algo para encontrarlos.
- ¿Y quién dice que fue algo o alguien? Quizás se fueron a explorar y cayeron en algún lugar. - fingí molestia mientras se lo decía.
- Es cierto, quizás necesiten nuestra ayuda. - concluyo Ariz.
Nos quedamos en silencio por un momento, todos analizábamos la situación. No había más tiempo que perder, así que di media vuelta y comencé a caminar de regreso a las casa de campaña. Sabía que Ariz y Kenai caminaban detrás de mí por sus pasos.
- ¡Bien yo esperaré afuera! - gritó molesta Karen.
Llegamos al mini campamento que los chicos habían hecho, observé todo nuevamente con detenimiento. No había nada que me dijera que algo malo había sucedido ahí. Sé que ya había revisado y que había llegado a la misma conclusión. Pero no está de más volver a echar un vistazo por si se nos pasó algo por alto, lamentablemente esa no era la situación. Seguía pensando de qué manera podíamos llegar hasta donde ellos estaban, o hasta donde uno de sus celulares estaba localizado.
- La aplicación - susurré.
- ¿Qué dices? - me preguntó mi hermano alzando una ceja.
- ¿Por qué no se me ocurrió antes? - me dije a mi misma. - Ya saben la nueva aplicación de f*******: que te deja ver quien está cerca. La voy a activar.
- ¿Sabes que cubre tres kilómetros a la redonda, verdad? - dijo Ariz.
- Lo sé, pero algo es algo.
Activé la aplicación, pero ninguno de ellos aparecía cerca, entiendo que si ninguno de ellos tiene activa la aplicación no me va a aparecer, pero tengo fé, porque sé que Alfredo el noventa y cinco por ciento del tiempo tienen la aplicación conectada. Caminé de regreso a donde se consiguió el pedazo de tela de la camisa de Fredy. ¡Bingo! Apareció Alfredo en "amigos cerca".
- Apareció, creo que debemos seguir caminando en línea recta marcando algunos árboles y adentrarnos un poco. - les dejé saber a Kenai y Ariz.
- Por lo menos hay un camino y no está todo cubierto por maleza, un punto más para que el perderse aquí sea difícil. Este camino es como si lo acabaran de hacer. - observó Ariz.
- Tienes razón Ariz, conseguir el camino de regreso es bastante sencillo, por eso creo que deben estar atrapados en algún lugar. - dijo Kenai muy seguro.
- Bien debemos movernos si queremos encontrarlos rápido y salir de aquí. Vamos a ir en línea recta siguiendo el camino para ver hasta dónde nos lleva. Ariz tú en el medio y Kenai detrás, tengan los cuchillos a la mano, solo por si acaso, tengan los ojos bien abiertos y estén pendientes de cualquier sonido. Voy a estar constantemente llamando o enviando mensajes, Alfredo siempre tiene el celular sonando porque el ponerlos en vibrar consume más rápido la batería. ¡Vamos!