No sabía cuánto tiempo llevaba Mabel sumergida en el libro, pasando página tras página, pero después de un rato hizo una pausa, reflexionando sobre lo extraño que resultaba todo. Todo parecía oscuro e irreal, a la vez inexplicable. Por ejemplo, Elijan Greco parecía ser el protagonista de la historia, pero en el libro era descrito como Bastian Widman, un guerrero sanguinario que había salvado muchas veces a Roma. Transformado en un lobo o cuervo, parecía más un demonio, con la habilidad de comunicarse con otras aves y caminar entre humanos tomando su forma. Ya era pasada la medianoche, pero el sueño la había abandonado por completo. Se dirigió a la cocina en busca de un tazón de cereal y luego retomó la lectura, aún acomodada en la sala donde antes había sonado el piano. Pero no tenía mied

