Capítulo 3. Anne

1087 Words
Apenas entramos a su habitación, hace que me quite el vestido y solo quedo con el liguero de red, los tacones y mi tanga de encaje. Había pensado en este conjunto para por fin estar con Kyle, pero dadas las circunstancias, no quise desperdiciarlo, además me encanta cómo me mira. No sé por qué, pero su mirada maravillada hace que me sienta demasiado sensual, como una especie de diosa del sexo o algo así. Comienza a besarme desde el cuello hasta los pechos, los cuales reaccionan ante su aliento poniéndose duros y sigue bajando hacia mi abdomen. Sé que querrá hacerme y lo deseo, pero aun así me siento nerviosa, no es que no lo haya hecho con Kyle, pero siento que esto será diferente. Antes de que llegue a mi pubis noto que el chico sigue completamente vestido, así que me dispongo desnudarlo. -No es justo que yo ya esté casi desnuda y tú no- le digo mientras hago que se incorpore y lo tiro en la cama para sentarme sobre sus piernas y abro su camisa con desesperación. Los botones salen disparados en todas direcciones y me encuentro con un abdomen bien trabajado que me hace sentir aún más excitada. Me equivoqué antes, con este cuerpo sí debería estar en el cuerpo de bomberos. Tiene un poco de vello en pecho, pero no demasiado y eso me agrada bastante porque cuando un hombre tiene una alfombra pegada al pecho es un espectáculo demasiado desagradable para la vista. Este hombre está demasiado bueno para ser normal. Hago que se pare para poder quitarle los pantalones y solo queda su ropa interior con un bulto enorme ahí. Joder, ¿Hay algo que no sea atractivo en este hombre? -Parece que tenemos una situación aquí- Le digo mientras meto mi mano en su bóxer y acaricio su pene de forma descarada. -Podrías solucionarla ¿No crees? – Me dice mientras lo saca de la ropa y rodea mi mano con la suya y comenzamos a masturbarlo juntos. Escucho cómo gruñe de una forma muy sexy por lo excitado que está y siento cómo su pene se pone aún más duro, así decido que quiero meterlo en mi boca. -Espera, quiero decirle que pronto lo haré sentir mejor- Le digo mientras me pongo de rodillas y lo meto en mi boca. Es algo demasiado grande para entrar completo en mi boca y está goteando pre seminales. Lo saco y chupo la punta mientras lo miro y ver su cara de placer me hace sentir muy bien. Pensé que sabrían mal o algo así, pero encuentro el sabor delicioso y comienzo a chuparlo con fuerza mientras envuelvo la parte que no puedo meter en mi boca con una mano y la otra viaja a mi clítoris. Me toco al ritmo que lo chupo y pronto sus gemidos y gruñidos me hacen sentir más húmeda de lo que ya estaba. Sus manos viajan a mi cabeza e imponen un ritmo suave pero firme. No trata de meterlo hasta mi garganta y eso es algo que agradezco porque algunas de las veces que hice eso con Kyle estuve a punto de vomitar y me lastimó la garganta. Además, el muy maldito no quiso detenerse hasta que estaba a punto de ahogarme. Durante algunos minutos lo chupo como si mi vida dependiera de eso. Deslizo mi lengua en la punta y alrededor del frenillo y siento cómo su pene salta de una forma muy receptiva, lo cual se me hace lindo. Además, la forma en que gruñe me pone aún más excitada. Toco suavemente sus testículos y encuentro que su piel ahí tiene una consistencia suave y rugosa a la vez, realmente no sé cómo explicarlo, pero siento que es una zona muy bonita de su cuerpo. Les dedico unos besos y unos minutos de atención con mi lengua para después volver a su pene con más fuerza y siento cómo sus manos agarran mi cabello a puños… de una forma tan desesperada que sólo me hace querer subir el ritmo por pura maldad. -Voy a venirme, si no quieres que lo haga en tu boca puedes detenerte- me dice con una voz entrecortada que me hace sentir hormigueo en la piel. Saco su pene de mi boca y lo miro para decirle lo siguiente: -Quiero hacerlo hasta el final, siento que será un manjar delicioso de saborear, así que no me lo perderé por nada del mundo. - dicho eso procedo a seguirlo chupando mientras lo acaricio con mi mano y cuando llega a su límite siento su semen caliente y espeso deslizándose por mi lengua hasta mi garganta. Su mano me acaricia la mejilla mientras me mira con cierta ¿Ternura? No sé por qué, pero siento el enorme impulso de levantarme y besarlo. Espero que se moleste, pero por el contrario vuelve el beso más profundo y sólo se separa de mi para sentarme en el borde de la cama y abrir mis piernas. -Señorita, lo ha hecho bien y debo devolverle las atenciones- Se arrodilla frente a mi para acariciar mis piernas por encima de mis medias y hacer a un lado mi tanga para comenzar a lamer mis labios. Los separa con sus dedos para encontrar mi clítoris. Lo chupa y yo siento que las piernas me fallan al sentir una descarga eléctrica por todo mi cuerpo, cuyo origen es ese pequeño botón de placer. Agradezco que las chicas me hayan dicho que debía recortar un poco mi vello púbico y así estar presentable. -Una chica muy receptiva, eso es muy agradable- me dice mientras deja un beso en mi clítoris y me tira sobre la cama poniendo mis piernas en sus hombros. -Es que eres muy hábil- le digo mientras masajeo mis pechos. Joder, estoy demasiado excitada y mi cerebro está dejando de funcionar adecuadamente. Necesito que este hombre me atienda y debe ser ahora. Sus dedos descubren mi clítoris nuevamente y comienza a lamerlo de una forma que me hace perder la cabeza por completo, cierro mis ojos y mis gemidos se transforman en gritos cuando su lengua se introduce un poco en mi v****a y siento que un orgasmo se comienza a construir en mi interior. - ¡Kyle, me encanta! - Oh, mierda, mierda… Acabo de llamarlo así y abro los ojos asustada, esperando su reacción. -Yo… Si quieres que me vaya lo entenderé… - ¿Por qué rayos tuve que mencionar a ese bastardo en un momento tan agradable?
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