Capítulo XIX

1001 Words
Mi vista se conectó con la mirada oscura de aquél ser, tenía la figura humanoide, además de que lo rodeaba una sombra negra, tenía unos horripilante ojos rojos como la misma sangre. Buscaba la manera de librarme, pues tenía su pie sobre mi espalda y en especial aplastaba mis alas por suerte estas tenían el escudo protector que transmite la armadura que llevo, me estaba realmente doliendo a tal punto que use ambas manos como catapulta e impulsarme así arriba provocando que aquél ser retrocediera unos pasos atrás, puesto que era la primera vez que usaba mi fuerza al máximo. No obstante, al tenerlo frente a frente, clavaba su mirada sobre mí, no logra intimidarme en ningún momento, me daba fuerza para enfrentarlo en un combatir sin temor, si hubiera estado en esta misma situación hace unos días atrás me hubiera muerto de miedo o hasta salido corriendo, pero ahora es todo lo opuesto ya estoy más que dispuesta a luchar contra aquellos que quieren hacerle daños a los que a fin de cuenta somos inocente de la situación. —¿Quien eres?—escupí, esa pregunta con molestia, me incline para tomar la arma y empuñarla con veracidad. —Hace mucho que no tengo nombre, lo perdí después que deje de vivir—respondió, con una voz profunda, áspera y desagradable. Sentí como mi vista por un segundo captó una especie de bruma azul indicó, justo detrás de ese ser, algo dentro de mi cabeza hizo una especie de clip, puesto que cuando eso aparecía era un indicio de que todo lo que estaba sucediendo era un simple sueño... ¡Claro como no lo había visto antes!...todo empezaba a encajar, no es que realmente estuviera en ese lugar sino que era una prueba segura de Raziel para ver nuestra capacidad de despertar espiritual, se trataba de una ilusión, algo de su cualidad, típico por eso mi madre había aceptado ésto, aunque si sufríamos daño de verdad que afectaría nuestro cuerpo en la realidad. Sin embargo, un fuerte golpe en la mejilla me hizo salir de mis pensamientos, dirigí una vez más la mirada hacía ese ser, saboreando el sabor metálico de la sangre en mis labios —Vamos Ángelus, dame mi merecido o ¿quieres que mi compañero mate a ése chico griego hijo del Dios del Inframundo?—amenazó, con ese tono burlón en su voz. Apreté muy fuerte el puño, la rabia empezaba a crecer en mi interior a tal punto que me lancé a atacarlo con la espada que intensamente brilla en un tono azul, aquél ser logró esquivarlo en el último momento. Me miró con furia pues le había hecho un corte en un costado de su abdomen, me regreso un rápido golpe que logré detener con mi mano libre, ahora sí estaba luchando con todo lo que tenía. —¡Nunca más digas que lastimaras a mi Dante!—Exclamé con firmeza, apretando con fuerza la mano de esa sombra. Logré destruir la capa oscura que protegía a ése ser, dejando al descubierto su verdadero físico, tenía la piel pálida como un muerto, unos ojos inmensamente rojos, de cabello n***o y la ropa era totalmente oscura como la misma noche. Con mas veracidad apreté la mano que tenía sujetada con la mía, haciéndolo gruñir de dolor, lo vi como lanzó con rapidez su puño libre a mi rostro, sin embargo este nunca llegó a su destino porque aquél ser hizo una expresión de dolor. De la nada se desplomó al suelo, dejando al descubierto al hijo de Hades bajando lentamente la espada, el lo había atacado a mi oponente por la espalda, hice un pequeño puchero. —Así que yo soy ...¿tú Dante?—agregó, con una sonrisa burlona en los labios acercándose a paso lento hacía mi. Mientras que las mejillas se le iluminaban violentamente de un tono rojo de la vergüenza, el había escuchado mis palabras, baje la mirada al suelo cuando estaba frente a mi. Sentí como soltó una pequeña risa y su mano sobre mi barbilla para levantar mi rostro, logrando así conectar nuestras miradas; él también tenía un suave carmesí en sus mejillas, que iba en aumento cada vez que acercaba su rostro al mío, por mi parte parecía un tomate, mi corazón de aceleraba a cada segundo; Estaba ansiosa deseando poder probar sus labios. El suave roce de sus labios junto a los míos se hizo presente, si esto era un sueño que no me despertarán, si ese monstruo me había matado y este era mi paraíso con él pues así lo deseaba, todo era tan perfecto como siempre había querido mi primer beso. Sus labios encajaron con los mío en un sin fin de sensaciones, cerré los ojos dejándome llevar, hasta la espada se me cayo, sentí como pasó la mano por la cintura atrayéndome más a él, subí mi mano a su nuca enredando mis dedos en su cabello azabache todo era perfecto ritmo. Escuchamos un carrasqueo de garganta, nos hizo alejarnos de golpe , abriendo los ojos para darnos de cuenta que estábamos en el mismo lugar antes de que todo esa cosa rara del laberinto pasará. Mi rostro era completamente rojo, él hijo de Hades se encontraba igual pues todos habían observado aquella escena, mi hermano tenía los brazos cruzados y él había sido el del ruido que nos separó. —Me alegro que todos hayan pasado la prueba que les coloque, básica de principiante—Raziel, hablo haciendo que quitaran la mirada de encima de nosotros hacia él. Lo sabía había sido una ilusión creada por él, entonces estaba en lo cierto, mordí mi labio inferior al recordar que al fin había sentido los fríos y sublime labios del hijo de Hades. —Eso no es nada comparado a lo que les espera de ahora en adelante...—escuchamos el crujido de los huesos de la mano de aquella entidad divina. —¡Espera, Caín no lo hagas!—exclamó Charlotte... Continuará...
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD