27

1647 Words
> Seguí subiendo por las escaleras hasta que por fin llegué al segundo piso, inmediatamente me comenzó a llamar un número desconocido así que decidí atender. -¿Sí?. -Joyce, creo haber visto al sujeto subir por el ascensor ¿donde andas? Está alerta. -¡Ya lo sé idiota!, estuvo cerca de tí y ni cuenta te diste, ya te dejo, si lo atrapo te llamo o viceversa. -¡¿Enserio?! Bueno... Corté la llamada sin dejarle hablar para seguir buscando; estaba entre la sección de ropa de niños pero me cansé de buscar y no lo encontré, así que decidí entrar por la sección de ropa masculina ya que suponía que podía estar por allí, habían muchas personas en grupos, tanta variedad de colores de ropa que me mareaba girando mi mirada presurosa, hasta que ví un sujeto de gorra negra y lo tomé del brazo con fuerza. -¡Te atrapé!. -¡Oye niñita! ¡¿Por qué tocas a mi marido?!. - Reclamó una señora enojada que estaba a su lado. -¡Ay disculpe! ¡de verdad me equivoqué de persona! ¡lo siento no fué mi intención!. Me alejé avergonzada para seguir buscando. > Estaba en la parte de camisas de hombre, así que me dirigí por donde estaban los pantalones pudiendo ver a Nick camuflarse, al verlo corrí hacia él, pero éste percatándose tomó dos pantalones para entrar en los probadores. > -¡Oigan! ¡un pervertido atrapenlo!. - Grité con todas mis fuerzas señalándolo. Las personas se alarmaron y los que estaban dentro de los probadores salieron cayéndole encima mientras lo golpeaban. Marqué a George hasta que contestó. -¿Lo viste?. - Preguntó ansioso. -¡Ya lo atrapé! Sal afuera, verás venir a unos policías, llámalos y sube con ellos hasta la sección de hombres en donde estoy. -¡Vaya que hábil! No entiendo nada pero de acuerdo. -¡Solo ve!. -¡Calma ya voy!. Corté ansiosa y me acerqué hacia la aglomeración que golpeaba a Nick. -¡Ya dejen de golpearlo! La policía está aquí por lo tanto se encargarán de él. Las personas al escucharme se apartaron dejándolo herido en el suelo, en eso me acerqué pero él se alejó atemorizado arrastrándose por el suelo. -Que decepción, algo me decía que no eras confiable...Todo esto, por un pinche dinero... Eso es caer muy bajo NICK. -Lo la-lamento. - Respondió cabizbajo. Al momento en que terminó de hablar llegaron dos policías junto con George; éstos esposándolo lo llevaron consigo; las personas quedaron murmurando sobre Nick y sobre mí, me halagaban pero aún así me estaba incomodando así que bajé presurosa para salir de la tienda y George me comenzó a seguir. -¡Oye! ¡espérame!. - Exclamó George siguiéndome. Yo solo seguí bajando hasta llegar a la sección de ropa de mujer y quedé inmóvil, fascinada observando un hermoso suéter púrpura. -¡Te estoy llamando y me ignoras!, quiero que me expliques todo lo que está pasando... ¿Y que tanto miras? ¿ese feo suéter?, mentira no está feo, no es mi estilo pero puedo comprarlo para tí. -¡¿Qué?! ¡no te estoy pidiendo nada lo... No había terminado de hablar cuando ya George estaba pagando por el suéter. > -¡George detente! ¿para qué estás gastando tu dinero en mí? No te he pedido nada. -Pero quiero comprarlo para ti enana. > -Pero yo no quiero que me estés comprando nada. -Pero yo sí y ahora lo aceptas. > -¡Que no!. -¡Que sí!. -Que linda pareja hacen ustedes. - Añadió la cajera. -¡¿Perdón?!. - Manifesté irritada. -Yo pienso que sí. - Dijo George sonriendo maliciosamente. -¿Que te pasa idiota?. - Lo tomé por el brazo y lo halé. - ¿A tí no te gusta Charlie?. -Es broma, ¿quien quiere estar contigo?. -Idiota. -Tú más. -¡Ash! Pero no me evadas la pregunta, ¿te gusta Charlie?. -Me agrada aunque no sea mi tipo. -Entonces si no te gusta, aléjate de ella. -¿Y por qué debería?. - Preguntó en tono desafiante. -Porque yo lo ordeno, si le haces daño considerate muerto. -¡Uy que miedo!. - Respondió riendo. -¡No me subestimes! Estoy hablando enserio, puedes estar con todas las que quieras, menos con ella. -Entonces ¿contigo si puedo?. - Añadió acercándose a mí. -Ni en tus sueños. Lo empujé levemente y salí de la tienda, pero George comenzó a correr detrás de mí, al sentir su tediosa presencia empecé a correr cada vez más rápido para deshacerme de él. -¡Joyce! ¡Joyce detente!. Los civiles nos miraban sin disimular. > Como estaba relativamente cerca del supermercado decidí seguir corriendo hasta llegar, pensaba que George se cansaría por lo que dejaría de perseguirme pero no conforme con eso, se subió al auto y conduciéndolo me comenzó a seguir desde él hasta alcanzarme. -¡Ya deja de seguirme! ¡¿eres un acosador?!. -No me trates así, por lo menos toma el suéter que compré para tí y me voy ¿sí?. -No quiero nada que tenga que ver contigo. -No es mío, es tuyo ahora. Me lanzó la bolsa en la que venía el suéter y arrancó dejándolo en mis manos. -¡George ven aquí!. > Me dirigí apresurada hacia el supermercado, ya había perdido tiempo en la tienda por lo que temía que al llegar a casa mi padre me reprendiera. El sol estaba calentando más de lo normal, como no acostumbraba a salir en el mediodía ya el calor y las personas me comenzaban a afectar; al llegar al supermercado entré incómoda debido a que las personas me miraban murmurando, no entendía el motivo, intenté ignorarlos entrando para realizar las compras, tomé todo lo básico y me encaminé hacia la cajera para pagar, pero de pronto me comenzaron a dar mareos con una sensación de debilidad. Intentaba mantenerme en pie pensando en otra cosa pero mi visión cada vez se opacaba, hasta que repentinamente me llamó Charlie por lo que contesté casi sin fuerzas. -¡Rizitos! ¡Adivina quien me está llamando!... Es tu padre, está súper enojado porque te has tardado demasiado en el supermercado quiere que vuelvas a casa rápido porque tiene hambre; él cree que estás conmigo, ya le expliqué mil veces que no es así pero no me cree... ¿Rizitos me estás escuchando? ¿Rizitos?... ¡¿Joyce?!. No me había dado cuenta en que momento mis fuerzas se habían ido a un lado y caí sin poder hacer algo para impedirlo, lo último que recuerdo de ese momento fué a las personas alterarse al verme caer; la situación se me escapó de las manos como lo que dura un destello en un inmenso cielo cual azulado mar asemeja. Todo se sentía extrañamente frío y silencioso, como si toda aquella numerosa cantidad de personas había desaparecido en cuestión de segundos, o como si fuese tenido el poder de desaparecer pero de una desagradable manera. No sentía mi cuerpo por un momento, solo un fuerte zumbido en un oído al despertar, abrí los ojos y me encontraba en una camilla con una intravenosa en mi brazo al lado de una paciente a la que también le inyectaban una intravenosa. -¿Estás bien?. - Me dijo aquella mujer sonriente. -Emm sí supongo, ¿por qué estoy aquí?. -Escuché a las enfermeras decir que te desmayaste pero no sé más nada. -¡Ash! Tengo una fuerte jaqueca. -Yo igual, pero estoy aqui no por eso, en realidad sufro de diabetes, diariamente tengo que estar inyectándome las insulinas. -¡Ay! Lo lamento. -Mis padres siempre me decían que no comiera tantos dulces, pero yo me molestaba cuando ellos me lo decían ya que los dulces eran mi adicción, y ahora estoy tan arrepentida. -Lo siento tanto de verdad. -No es nada, ya me estoy acostumbrado, de todas maneras cuidate, come dulces pero no tanto. -Yo amo los dulces pero tomaré en cuenta su consejo. -¡Gatita por fin despiertas!. - Manifestó Charlie corriendo hacia mí. -¡Ash! Charlie ¿cómo llegue hasta aquí? ¿y cómo te enteraste de que me desmayé?. -Emm bueno te estaba diciendo que tu padre estaba enojado... -¡Deminos mi padre! Me va a matar. - Exclamé ansiosa tratando de levantarme. -¡Quedate tranquila Joyce! Aún no te puedes ir. - Replicó acostándome en la camilla nuevamente. -¿Que pasó con él?. -Ya él sabe que te desmayaste... Pero te explico, tenías los niveles de azúcar muy bajos también a ello se anexó el calor, y más lo de tu trauma a las aglomeraciones imagino que te atacó el pánico y con todo eso junto estallaste. -Vaya... -George me contó que se encontró contigo, me imagino que andabas irritada con él. -Es cierto, lo tuve que correr porque de estaba volviendo molesto. -Aguarda un segundo, me está llamando un número desconocido, atenderé a ver si es algo importante. Contestó la llamada y la colocó en alta voz, pero quedamos completamente desconcertadas al escuchar una voz distorcionada hablar.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD