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1707 Words
-¡Ya bastaa! -¿Qué te sucede Joyce? ¡Ash! Tu con tus pesadillas de nuevo, hasta a mi me asustas. -¡Ay que pesadilla tan horrible! -Cálmate un poco y me cuentas lo que soñaste ¿si? -Fue algo extraño, porque tuve dos pesadillas, una antes de que estuvieras aquí, la otra cuando ya apagaste la luz para dormir, lo peor de todo es que ambas pesadillas tienen similitudes, tengo miedo que pueda ser una señal de que algo así pueda pasar, lo que no entiendo es ese chico. -¿Que chico? ¿era lindo? ¿lo conoces? -Solo podía ver su cuerpo más no su rostro, fué extraño porque me decía que ya no sufriría más, que me amaría; en el primer sueño casi nos besamos pero entró mi padre borracho y lo asesinó enterrándole un puñal, en el segundo sueño un señor muy parecido a mi papá disparó al chico y quería asesinarme a mi también. -Uy, Joyce enamorada eso si que es bien sorprendente, cosas que solo suceden en sueños...Tranquila que tan solo son pesadillas de los traumas que tienes debido a tus padres y más que todo con tu papá, tú quédate tranquila que pronto seremos mayores de edad y podremos trabajar para independizarnos. -Se sentía tan real, había tenido otra clase de pesadillas con mi padre más que todo, pero nunca así como las de hoy; aunque considero que tienes razón, no le daré importancia. -¡Así es Joyce, ya verás como la vida jugará a nuestro favor muy pronto! -Esperemos que sí. -Oye ¿crees que puedas ver el sol hoy? -Sí claro, desde la ventana lo puedo ver. - Fingí no entender. -¡Joyce no te hagas la loca! Sabes muy bien a lo que me refiero. -Charlie no me gusta salir de día debido al sol y a la aglomeración de personas, ya eso tú lo sabes además conoces a mis padres ellos no me dejan salir, pero a veces como que se te olvida. -Joyce tengo en claro eso, pero es necesario que salgas para liberarte un poco, en cuanto a lo de tus padres que yo sepa, ellos te dejan salir como máximo 2 horas, en ese tiempo podemos hacer muchas cosas diferentes eficientes para que te desestreses un poco porque estar encerrada mucho tiempo afecta también. -Pero no quiero salir, solo quiero descansar un poco, porque mas tarde tengo que limpiar y hacer mis tareas, estoy ocupada. -Estoy segura que si quieres, sólo que quieres evitar problemas extras con tus padres ¿o me equivoco? -Odio que me conozcas. -Ni tú misma te crees eso. -Y lo peor es que es cierto. - Dije soltando una risa. -¡Vamos Joyce! Salgamos un rato ¿si?. - Junta sus manos suplicando. -Bueno esta bien, lo hago sólo porque me lo pides, pero no te acostumbres. -Sabía que aceptarías. - Reponde satisfecha. -Bueno, sal un momento que voy a cambiarme, esperame afuera. -¿Por qué me corres? Cuidado no te he visto antes. - Replica Charlie sonando sarcástica. -Tonta, es que necesito el baño, dame un poco de privacidad. - Dije riendo. -De acuerdo te espero abajo, no te tardes mucho para que tengamos suficiente tiempo. -Ajá si. Charlie salió de mi habitación y me quedé observando fijamente la manta que me había regalado el menesteroso mientras recordaba las palabras que había dicho aquel día; dudaba sobre la existencia del tal karma que mencionó aquel señor, en ese pequeño instante llene mi cabeza de muchas preguntas, pero al cabo de unos segundos llegué a pensar que si el karma realmente existía me hubiera hecho justicia. -No voy a creer mitos de la gente. - Pensé. Entré al baño, tomé una ducha para luego arreglarme sencilla. Posteriormente bajé hasta la sala asegurándome de que todo estuviera en orden y mi padre aún permaneciera dormido, aproveché ese momento para salir y encontrarme con Charlie en la acera del frente de mi casa lamentablemente traía a su primo consigo. -¡Woow amiga que hermosa te ves con ese simple vestido! Yo creo que debes ser crush de todos en secreto. -Que exagerada eres Charlie. -Te ves horrible. - Exclama David mientras me hacía una mueca de burla, por lo que le saqué la lengua. -¡Cállate David! Me tuve que traer a este pequeño travieso porque recuerda que debo ser su esclava por 3 días. -Ya lo sé, no nos queda de otra. - Suspire. -En fin, de verdad te ves hermosa Joyce, ven vamos a tomarnos una foto, ya se que no te gustan las cámaras pero algún día tienes que superar ese temor, eres muy bonita como para que no te tomes fotos. -¿Para eso querías invitarme a ver el sol?. - Exclamé frunciendo el ceño. -Joyce no te enojes, te dije que haríamos cosas diferentes y eficientes para tu bienestar, esto debes hacerlo más seguido a fin de poder superarlo, es sólo una foto por hoy ¿si? -Mmm... Bueno lo intentaré, una sola nada más. - Asentí nerviosa. -¡Así se hace!.-Responde Charlie complacida. Prontamente Charlie colocó la cámara desde su teléfono extendiendo su brazo, todos hicimos una sonrisa falsa, en el momento en el que iba a tomar la foto, me dio un leve mareo pero me contuve de caer y seguí en pie, Charlie se encaminó a presionar la cámara pero en ese instante le arrebató el teléfono inoportuna y bruscamente un chico que pasó a toda velocidad en una moto lujosa. -¡Oye! ¡Devuélveme mi teléfono idiota, ladrón!. Momento perfecto en el aproveché para sentarme en un pedazo de tronco mientras se calmaba el mareo, realmente le temía a las cámaras debido a que de pequeña en un acto importante patrocinado por la Academia de Danza a la que asistía pasé la vergüenza de mi vida, realizaba la esperada presentación "Jueliet", había una m*****o de la presentación que me envidiaba y hacía todo por hacerme sentir mal, por lo que ese gran día de mi vida mientras bailaba, la castrosa interpuso su pie apropósito haciéndome caer en frente del público y las cámaras, desde entonces sufro de miedo escénico y le temo a las cámaras. Charlie por su parte quedó enfadada mientras gritaba, hasta que notó que me encontraba mal por lo que se acercó a mi nerviosa. -¿Joyce estás bien? ¿que te sucede gatita? -Ya me está pasando, no te preocupes. En eso se detuvo en frente de nosotras el motorizado cuyo rostro cubría con el casco. -¡Idiota ladrón, devuelve mi teléfono o lo lamentarás!. - Exclamó Charlie fúrica. -¿Si no que me vas a hacer?.- Respondió el chico quitándose el casco. Charlie quedó inmóvil al ver el atractivo rostro del chico por lo que no puedo decir nada al respecto. El chico se levantó de la moto y se acercó a Charlie haciendo la misma pregunta con tono desafiante. -Ya que no harás nada al respecto, te la dejo fácil, si me besas te lo devuelvo. -¡Oigan aún estoy aquí!. - Exclama David. Charlie se intimidó y solo dijo un pequeño no como respuesta al chico. Pero el chico aún inconforme la agarró por el cuello para intentar besarla a la fuerza; percibiendo sus intenciones me levanté raudamente sin darle oportunidad lo tomé por el cuello cortando la respiración mientras lo empujaba hacia atrás para finalmente darle un golpe en la boca del estómago. -Ahora devuelve el teléfono y discúlpate con mi amiga. - Hablé en tono amenazante. -¡Woow que fuerte!. - Dice David asombrado. El chico privado de dolor en el suelo sin más que hacer devolvió el teléfono y se disculpó con Charlie. -Te equivocaste de persona.- Le dije al chico mientras tomaba a Charlie por el brazo para irnos. -Joyce gracias por defenderme, yo no se que me pasó estaba tan enojada pero cuando lo ví la furia que cargaba desapareció en segundos, es tan guapo, ¿no crees que lo lastimaste mucho?. -Charlie, recapacita, estuvo bien la lección que le di, aparte que arrebató tu teléfono también quería aprovecharse de ti ¿no te diste cuenta? es un pobre idiota infeliz. Lo malo de ti es que te fijas demasiado rápido en cualquier idiota, eso no esta bien, tienes que ser más fuerte mentalmente, podrán ser muy lindos aparentemente pero por dentro son unos desquiciados. -Pero ¿cómo dices eso si nunca has tenido novio? Además no todos son así, lo que pasa contigo es que eres demasiado amargada, no le abres tu corazón al amor apenas una vez en tu vida. - Replica Charlie. -Entiendo. - Respondí molesta. -Ay no, perdóname Joyce no fue mi intención hacerte sentir mal, tienes razón en lo que dices, aunque si te digo que no es bueno cerrarse al amor. En fin, te invité a un día diferente vamos a comprar helados. -Está bien, ya sé que eres así. - Respondí con una media sonrisa. -Malvada... Pero aún así me amas. -Claro que... -¿Que...? -Si, tonta. - Ambas reímos al unísono. -Más te vale. Luego de ese suceso, Charlie tomó sus bicicletas y nos dió una a cada uno para dirigirnos hasta la heladería cercana a la otra urbanización. Mientras andábamos en bicicleta íbamos por todo el camino hablando sandeces, hasta que surgió el tema de nuestros antiguos compañeros de clase. -¿Que habrá sido de la vida de nuestros antiguos compañeros de primaria? Solo se sobre algunos, Daniel se fue a Reino Unido, y las popis están estudiando en el Instituto Privado mas costoso de aquí. -La verdad no se sobre sus vidas... Y tampoco me interesa. -Si no dices eso, no eres tú.- Responde Charlie riendo contagiándome de su risa. -Por cierto, ¿Donde estará mi ex cuñadito Evans? Más nunca se supo de él. - Dice Charlie riendo. -Él nunca fue cuñado tuyo loca. -Repliqué pero sin poder evitar reír. -Pero puede serlo. -Ya mujer, me duele la cabeza. Estábamos riendo sin parar cuando de pronto la sonrisa se me borró del rostro en cuestión de segundos al ver a lo lejos a ese extraño sujeto mirarme fijamente.
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