Capítulo 11.

1348 Words
Había pasado alrededor de un mes, Aleríc había comido algunas cenas más en casa de los Evans, el Señor Evans ya estaba mejor, la cirugía de la Sra Evans estaba a pocos días. Era un Sábado de Mayo, una tarde preciosa, por idea de Sophie, volverían a reunirse con su familia, solo que está vez no en casa de los Patterson, si no en una restaurante estilo ingles, donde servían té, café, galletas y otro estilo de postres. Fue idea de Sophie ir ahí, sus padres decían que se parecía al lugar de donde provenían. El restaurante era una casa grande, pero tenía un jardín espacioso del cual disfrutar por si no querías estar dentro de la casa, mesas con sombrillas o pequeñas casitas sin paredes solo con muros y por supuesto flores de todos los colores alrededor. Aleríc, quería está vez presentarle a alguien, así que pararon en una gran casona de ladrillos rojos. Tenía flores al frente y un arco gigante cuando entrabas al estacionamiento, había un letrero que le quitaba toda la gracia al lugar que decía: “Internado para Señoritas" —¿Que hacemos aquí? — pregunto en voz alta. — Debo presentarte a alguien, muy especial, espero no te moleste — Ella lo miró sorprendida. Si bien Aleríco se había mostrado amigable con ella y serio con los demás, este lado nervioso de él le parecía aún así nuevo, no sabía por qué se mostraba así, y aunque ella debía admitir, estaba muy nerviosa por conocer a la persona que estuviera ahí. Bajaron del auto y caminaron hasta lo que parecía una sala de reunión, era por un momento pensó que irían a visitar a una amiga, una hermana o una prima, que seguro trabajaba allí, pero nada la preparó para lo que realmente iba a conocer. Vio con una profesora o una niña de ojos verdes y rubia, tenía una nariz pequeña y con hermosos cachetes rosados, la niña que ella admiraba vio a su lado y luego a ella, de manera inmediata corrió gritando. — PADRINO — una vez que ambos se abrazaron él la alzó. — Padrino, está vez me porte bien he hice mis tareas, como me lo pediste, para poder salir este fin de semana — le sonrió. — Pues así parece, fue una sorpresa que tú profesora me llamara para decirme que está vez si podrías salir el fin de semana. ¿Se debe a la sorpresa que te tengo? — levantó una ceja mientras hacía la pregunta. — Ouh — dijo la niña cubriendo su rostro como si la hubieras descubierto — lo seguiré haciendo padrino, no te preocupes — le sonrió al quitarse las manitas del rostro. — Espero sea así, mi niña, debo presentarte a alguien — le indico a Sophie que se acerca a ellos con un leve movimiento de cabeza — ella es Sophie mi novia — la niña la miró sorprendida, los ojitos se llenaron de lágrimas. — ¿Ya no me vas a querer padrino? — pregunto la niña. — Oh no — respondió Sophie sin darle tiempo a Aleríc de responder — De hecho ambos te vamos a querer ahora — tanto Aleríc como Presley la miraron sorprendidos. — Espero me dejes cuidar de ti — le sonrió. La pequeña solo afirmó con su cabeza, está mujer que estaba junto a su padrino le recordaba a su mamá, se parecía a ella, no del todo pero si un poco, no estaba del todo segura, pero decidió que quería saber si sería buena con ella. — Padrino — él la miro en respuesta — dijiste que iríamos a tomar el té, ¿puede ella ayudarme a vestir? — pregunto con sus ojitos mirándolo con anheló. — Bueno, si Sophie no tiene ningún problema, por supuesto que puede ir y acompañarte, ¿Puedes? — pregunto a Sophie. — Si, claro, me encantaría — Sophie estaba emocionada con la niña, siempre le habían encantado los niños, esperaba algún día ser buena madre. — Vayan entonces, aquí las esperó — bajo a Presley de sus brazos. La pequeña tomo con un poco de miedo la mano de Sophie, había escuchado historias de mujeres que maltrataban a los hijos de sus maridos, y bueno si decían eso de los hijos, que sería de ella que era adoptada por su padrino. No quería recibir tal rechazo. Ella la guía hasta su cuarto, ambas son darse cuenta estaban nerviosas, cuando la niña abrió su habitación, Sophia se quedó sorprendida, pues para ser un internado tenía una habitación muy grande, era casi el triple del tamaño de la suya. Se dejó guiar por la niña hasta un sitio, el sitio donde justamente la muñeca que grababa podía verla, luego saco tres vestidos y los coloco en las piernas de Sophie. Por lo que había escuchado, este tipo de cosas sacaba de sus casillas a las mujeres, luego saco tres pares de zapatos que no combinaban en absoluto con ningún vestido, se separó de ella para mirarla y luego sonreírle. — ¿Cuál crees que se me verá más bonito? — se acercó. — veamos, creo que el amarillo, tiene tulipanes abajo de la falda, y al sitio que iremos hará que te veas radiante — le sonrió. — ¿Con cuál? — le señalo los zapatos. Sophie la miro y después los zapatos. Ninguno lo combinaba, así que se levantó, y camino hasta su armario, cuando la abrió, vio un vestido rosa pastel, con pequeños adornos blancos en forma de flores y mariposas, le recordó un poco al chal que había utilizado la noche que iba a presentarse ante los Patterson. Bajo la mirada y vio unos pequeños zapatos de color blanco, volteo y vio sobre un porta sobreros, vio uno de color blanco con una cinta rosa del mismo tono del vestido, pensó en que se vería elegante. Tomo todas las cosas y las coloco sobre la cama, las otras las levanto y guardo en su sitio. — Pequeña Presley, creo que así te verás más hermosa, el rosa y el blanco van muy bien con tu tono de piel y cabello, quizás me preocupa un poco que lleguen los zancudos — miro a la niña — ¿Tienes medias pantis blancas? O ¿Color piel? — la niña la miró sorprendida. Era amable con ella diferente a las mujeres que ella había escuchado, emocionada corrió a dónde se encontraban sus medias pantis y saco unas blancas, se las mostró y ambas sonrieron. Sophie, la tomo de la mano y la sento frente a la peinadora. Comenzó a peinar su cabello y luego procedió a hacer dos trenzas de cada lado estilo princesa, le ayudo a que pequeñas hondas agarraran al final del cabello, le coloco unos aretes que había encontrado después de buscar con el permiso de la niña. Al levantarla del asiento la niña sonrió y le salieron algunas lágrimas de sus ojos, Sophie sorprendida corrió hasta ella y la abrazó, tomo sus pequeñas manos y le sonrió. — ¿Hice algo que te hiciera sentir mal? — pregunto. — No, es solo que, me recordaste a mamá, la extraño — Sophie la escucho y la abrazó. Había un pequeño detalle del que Aleríc y Su asistente habían pasado por alto, y eso era contarle de la existencia de Milena y Presley. Por suerte nuestra Sophia no era imprudente, y solo la abrazó, no dijo nada, solo daba pequeños círculos en su espalda mientras la niña lloraba. Considero que era mejor no preguntar por la madre, no sabía la situación que la había obligado a dejar a su hija, esperaba que no fuera ningún hombre. Cuando la pequeña se calmo, ayudo a lavarse el rostro, me coloco un poco de brillo labial y tomo su mano para irse con ella hasta donde está a Aleríc. Aleríc miraba su teléfono, viendo la escena del vídeo, a él también. Le habían bajado algunas lágrimas, su sorpresa cuando las vió llegar fue verlas tan hermosas, sin duda Aleríc estaba enamorado de Sophie. Pero ¿Sophie de él?
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