1-Descubriendo
-Adara, eres mi primogénita, la única sucesora que tengo. Debes asumir el reino y gobernar con justicia como yo lo he hecho- habla sosteniendo la mano de su hija.
-No estoy lista aun padre- la tristeza de despedirse de su progenitor es devastadora.
-Es necesario que lo hagas, llegó mi hora de partir, el pueblo te necesita- el dolor de la herida se refleja en el rostro del anciano.
-Soy muy joven padre, - sus palabras tratan de hacer que su padre no se rinda. En el fondo sabe que su padre la ha estado preparando para este momento – Resiste, te vas a recuperar- en el fondo de su corazón anhela que así sea.
-Aunque me recupere soy muy viejo ya, cuando naciste, ya no tenía expectativas de ser padre y mira que princesita tan hermosa me dio tu madre mi amada compañera. - Su madre también era mayor cuando la tuvo. Después de darla a luz estuvo débil. En su intento por aportar un heredero de la corona se embarazo de nuevo y ni ella ni la criatura sobrevivieron.
Todo el reino lloro por la desgracia de perder a su reina.
-Debiste tener un hijo varón- su padre se tornó más afligido. Se recrimino por el comentario sabiendo el daño que le causa a su padre.
-Te tuve a ti y fue suficiente, ¿Quién dice que solo un hombre puede guiar un pueblo? - Trata de enderezarse en la cama- Tienes la valentía y la astucia necesarias para gobernar. – se interrumpe por la tos y el dolor por el esfuerzo- Nadie llega sabiendo. Todos tenemos dudas y temores, si los enfrentas sabiamente serás una excelente reina.
-Quiero contar contigo para que me aconsejes, no puedes dejarme sola.
-No es que quiera hija mía, mi tiempo en este mundo se cumplió- contesta somnoliento.
- ¿Quién te ha herido de esta forma padre, estabas bien cuando te fuiste?
-Son las consecuencias de la guerra, un rey siempre sale a defender su reino- cada vez le cuesta más hablar.
-Los oficiales están para defenderte, si te hirieron es porque ellos no hicieron su trabajo, te expusieron papá- Abre los ojos al escuchar la palabra papá, pocas veces lo llama así, se oye tan tierna. A veces se condena por criarla con un esquema tan rígido.
-Eso ya no importa- suspira cansado- Prométeme que vas a brillar en la colina Galar como la reina más digna que haya tenido Neria.
-Te lo prometo papá, dame tu bendición. - recibió el beso en la frente y abrazo a su padre con amor.
-Alteza, deje descansar al rey, está exhausto- la doncella más vieja en el servicio se le acerca.
-Quiero estar con mi padre Shana. - la señora mayor la hace levantarse de la silla.
-Descuide, le avisaremos cualquier cosa, usted también debe descansar. - la acompaña a la puerta.
-Te lo encargo, no lo dejes solo- la mujer asiente.
***
-Al rey le queda poco tiempo, debemos actuar antes que suceda lo peor.
-Duque de Lemos, está usted desesperado, - mira alrededor para estar seguro que nadie los escucha- Ahora no podemos hablar a solas con el rey Trhoas, hay muchos criados a su alrededor y la princesa casi no se aparta de él.
-Conde William, le veo muy despreocupado ¿A caso me oculta algo? - observa la expresión de disgusto en el otro.
- ¿Qué puedo ocultar Lemos? ¿Cree que lo traicionaría?
-Espero que no, hemos arriesgado bastante, - le advierte- Los ministros están todos a nuestro favor, si usted decidiera trabajar por su cuenta, créame que no tendrá escapatoria.
-Ahora me amenaza.
-¿Cómo cree? Le hago un gentil recordatorio. - ríe con hipocresía- Sus deudas serán saldadas una vez que tengamos el dinero en nuestras manos. Los Nereos nos darán lo acordado en cuanto el rey muera. Sin el dinero usted irá a la cárcel. - la expresión del otro se torna sombría por el recordatorio.
-No debe ser tan sarcástico Duque, la situación es la misma para los dos. Podremos ascender al trono si movemos las fichas adecuadas. - igual disgusto observa en el otro. Se alegra.
-Es usted un iluso mi querido amigo, ¿Cómo piensa conseguir eso? - expresa disgustado.
-Aun soy joven, puedo desposar a la princesa- La cara del mayor se desfigura.
-Eso me dejaría fuera y sin dinero.
-Ya de todos modos no tiene dinero y no se preocupe, no me olvidare de usted, pagare sus deudas y será mi consejero.
-Usted se está burlando de mí.
-Un poco, pero puede ser una posibilidad si nos falla el otro plan.
-Lo estaré vigilando conde.
-¿Tanto o más que yo?
***
-Teniente – se presenta a uno de los salones del palacio por órdenes de la realeza.
-A su orden princesa.
-¿Usted estaba en la batalla cuando hirieron a mi padre?- la pregunta fue directa.
-Comandaba uno de los ejércitos, señora- nota el disgusto de Adara por la denominación.
- ¿Es decir que no sabes lo que le paso realmente?
-Cuando terminamos el combate nos informaron que el bando enemigo se retiraba y que el rey había sido mortalmente herido.
- ¿Quiénes estaban encargados de protegerlo?
-No sé exactamente – Se hicieron modificaciones de último momento, pero no puedo decirlo hasta estar seguro.
-Investígalo ¿quiero saber quién es el responsable de ese descuido? - la mirada de la princesa se ve peligrosa.
-Debo pedir permiso a mi general.
-Yo te estoy dando la orden- ordena sin titubear- Quiero la respuesta lo antes posible y no quiero cuestionamientos de ningún general, - lo mira de frente- Entendido. - se para erguido.
-Como ordene alteza. - le hace reverencia antes de retirarse.
Entra la esposa de Trhoas al salón de reuniones. Trae prisa en el andar.
- ¿Qué me miras madre?
-Te has empecinado en creer que tu padre fue herido a propósito.
- ¿Escuchaste mi conversación? -es una manía de su madrastra que no se esfuerza en esconder.
-No sabía que era secreta.
-Quiero conocer los hechos- responde cortante.
-Le dije a tu padre que no fuera a la guerra, pero se un voluntarioso. - justifica lo que le ha pasado al rey. Adara la mira impávida.
-Es el rey, puede hacer lo que quiera.
-Pero mira que petulante está la princesa.
-Elvira, voy a descubrir lo que paso en batalla y si me entero que mi padre fue traicionado- se pone de pie al tiempo que Elvira a quien supera por varias pulgadas- Todos lo van a pagar. - su voz suena intimidante.
-Adara, te recuerdo que me debes respeto. No debes usar mi nombre.
-Así te llamas, madre- la llama así para complacer a su padre. En realidad, llevan una relación diplomática.
-Te lo dejo pasar hija, por la angustia que estás pasando por la enfermedad del rey.
-Angustia que tu no sientes por tu propio esposo ¿deseas que se muera?
- ¿Cómo te atreves a decir algo así?- no esperaba esa pregunta. Se abanica ofendida.
-Dime si no tengo razón. Desde que mi padre llego no has hecho más que acusarlo de insensato por querer defender su pueblo.
-El solo se expuso, con sus años que esperaba ¿Hacer de héroe? Ya no es el joven gallardo de antaño, ahora es un viejo sin fuerzas.
-Lo que necesita para reinar es su sabiduría, la fuerza la ponen los jóvenes combatientes. Aunque a ti no te duela su estado a mi sí.
-Bueno, cuando yo asuma el poder eso se cumplirá, ni loca iré a una batalla, mejor aún me casaré con un hombre joven que haga eso por mí. - Adara sabe perfectamente que eso es lo que hará, por eso no le sorprende escucharla.
-Cuando tú seas reina Elvira, yo estaré observando tus desastres.
-No te enojes, estoy bromeando. - no quiere provocar disgustos a la chica, sabe que inevitablemente es la heredera al trono.
-Ahórrate esos chistes y actúa como se espera de la esposa de un rey. - se retira dejándola sola haciendo berrinches.
-Que muchacha tan aburrida ¿Qué tiene de malo que me case de nuevo? Podría tener un cuarto hijo.
***
-Majestad, recibimos noticias del rey Nerio, está muy grave. - el mensajero real trae noticias a Farid.
-Alguien lo ataco mientras los enfrentábamos en el cañón, ninguno de nuestros generales dio la orden de agredir a un rey. Nuestro interés es que nos paguen lo adeudado.
-Ellos dicen que nosotros lo atacamos de espaldas. - agrega el primer secretario Navid.
-Investiga Calixto si alguien entre nosotros actuó por su cuenta, no pienso tolerar tal tipo de desobediencia. Ahora peligra nuestro plan para cobrar.
-Majestad, hay varias maneras de cobrar a los Nerios- los consejeros de Farid insisten en apoderarse del reino Nerio.
- ¿Está seguro ministro consejero?
-Muchos de los nobles de ese país están en banca rota, no dudarían en firmar la cesión del reino por unas cuantas monedas. - lo que escucha no agrada del todo al rey.
-No me interesa hacer negocios turbios, si los Nerios no pagan se quedarán sin reino- apunta contundente.
-Eso es lo que yo le iba a aconsejar majestad.
-¿Por qué no hablaste antes Baltazar?
-Usted disculpe majestad, con todo lo que nos deben les sería imposible pagar y el acuerdo se acaba si muere su soberano.
El rey es conocido por ser brutal y despiadado, que domina los mares que su astucia. La fuerza de su ejército y los logros de sus hazañas le hacen temible ante los reinos más pequeños. Neria es un reino codiciado por su riqueza mineral, pero, aunque son enemigos respetan sus pactos para mantener la paz. Por alguna razón se han endeudado con los Nereos y Farid no está dispuesto a permitir que su pueblo pierda su patrimonio por un reino enemigo. Desde antes de asumir el reino ha escuchado de la deuda, sabe que su padre intento cobrarla no obstante murió extrañamente antes de lograr su objetivo.
-Envía un mensaje a los Nerios, si nos entregan las minas de esmeralda y litio les daremos un año para pagar el resto. De lo contrario serán nuestros súbditos. - la orden salió de sus labios con pasión, algo que gusto a sus colaboradores.
-Todo está saliendo según lo esperado Ragit, avisa al Duque de Lemos que tenga las firmas listas. Si el rey se convence de que los Nerios nos deben se apoderara del reino y nosotros de las minas.
-Así lo hare mi lord.