FUEGO EN MI INTERIOR

Verlo a travez del cristal se volvió mi vicio. Sus ojos tan negros como la noche prometían mil travesuras. Tienes la capacidad de negarte a sus encantos, cuando sientes que con solo una mirada, tu ser quema de deseo? Ese es él, mi vecino... mi amor imposible... mi obsesión. Su sonrisa derritio mi corazón desde el primer día. Tiene es don para desnundarte con una sola palabra. De hacer que tus piernas tiemblen y tu cuerpo arda deseando sus manos en ti. Peter Collins el nombre que divaga por mi mente todos los días. Aquel que es todo lo que una vez soñe... pero que... ya tiene dueña. Soy Mady Jones y los llevaré conmigo en este viaje de deseo y amor prohibido. ............................................................ AEROPUERTO MADY. Paso el registro con mi morral en el hombro. La chica de los tiquetes sonríe ampliamente y yo tambien lo hago, esta es la primera vez que viajaré en primera clase. Me estoy mudando al otro lado del pais por cuestiones de trabajo. Una galeria importante de los Angeles ha visto mi arte, quiere contratarme en exclusivo y exhibir todas mis obras. Ellos cubrieron los gastos de envío de todas mis cosas, también costearon el tiquete de avión y por supuesto pagaron el primer mes de renta. Hace dos dias enviaron las fotos del nuevo apartamento sin amoblar aún. Es tres veces mas grande que el anterior en el que vivía. Estoy muy emocionada, tengo 25 años y la vida esta sonriéndome por primera vez. Abordo el avión y me dirijo a mi asiento. Es perfecto! La silla se ve demasiado cómoda. Guardo mi morral con delicadeza, pues este carga mis mayores tesoros. Un juego de pinceles que mi padre me obsequió una año antes de fallecer. " Pinta tu vida del color mas alegre que exista, Mady" Aún puedo recordar su risa contagiosa. Sus consejos y la dedicación que ponía a cada cosa. Era muy detallista y meticuloso en todos los aspectos. - Qué desea beber?- pregunta una azafata con amabilidad. Reclino las silla los mas posible. - Un jugo de fresa. Gracias- asiente y sonríe antes de marcharse. Agradezco la comodidad de la silla, si no fuera por ella, este viaje de 4 horas sería una completa tortura. Recojo mi cabello n***o en un rollo, la verdad no presto mucha atención a la apariencia. Seguramente tengo los cabellos revueltos, pero así me siento a gusto. Me encanta la naturalidad. Mi cuerpo es delgado y tengo la piel morena. Unos grandes y verdes ojos heredados de mi madre. Mi idea de ropa perfecta, son unos jeans rotos, cualquier color de blusa con tiras y mis hermosas converse que no pueden faltar. Me gusta estar relajada, asi trabajo en paz. De qué me serviría un vestido elegante si terminaré llena de pintura al terminar cualquier cuadro? Es lo que siempre critica mamá en mí. "Mady eres una muchacha hermosa, pero deberías arreglarte un poco más" A lo que yo siempre respondo "El hombre que quiera estar conmigo. Me amará tal y como soy, mamá" - Aquí tiene.- me da el jugo que pedí- si se te ofrece algo más me llamas - Que linda. Gracias- sonrío ampliamente y ella hace lo mismo. Bebo mi jugo de a poco disfrutando tranquilamente del panorama en mi ventana. Es medio día, el sol está en su punto mas alto y las nubes lucen preciosas desde este ángulo. Suspiro de pura satisfacción. Todo lo que alguna vez soñé se esta haciendo realidad. . . . El vuelo marchó sin contratiempos por fortuna. Esta es la tercera vez que subo a un avión, pero no dejas nunca de sentir las cosquillas en el estómago cuando vas aterrizar. Me agarro fuerte de la silla, como si eso fuera a mejorar mis nervios. Esta es la parte que más detesto. Contengo el aire hasta que me aseguro que el avión ya tocó tierra, es cuando mis pulmones vuelven a funcionar con normalidad. Desciendo como lo hace la mayoría de pasajeros, con mis tesoros al hombro y todos mis sueños también. Es el primer dia de mi nueva vida. Camino a lo largo del aeropuerto hasta ver un letrero con mi nombre. Me acerco a la chica que sostiene el cartel. Es mas bajita que yo, un poco mas agarrada y con unos pequeños ojos color miel. Trae puesto un vestido rojo bastante elegante. -Mady cierto?- me observa de arriba abajo con curiosidad. Yo trato de aplastarme el cabello un poco nerviosa. Será que estoy dando una mala impresión? - Soy yo. Hola! - saludo sincronizando mi mano con la voz. Ella sonríe ampliamente. Bajando el cartel. - Creo que me vestí muy elegante- vuelve a sonreír, esta vez arruga el papel en sus manos. Parece mas relajada- Te imaginaba diferente. - A que te refieres?- cuestiono - Bueno he visto tu trabajo- ambas comenzamos a caminar hacia la salida- Tu pintura abstracta es increíble. Imaginaba... no sé.. a una especie de mujer pedante, que me daría su maleta para que la cargara- se ríe - Nooo! jamás!- rio también- No soy esa clase de persona -Ya me di cuenta- me observa con simpatía-Eres muy sencilla. En el buen sentido claro esta. - Gracias. Disculpa, aún no me haz dicho tu nombre- la miro expectante. - Soy Nadia.- acomoda un mechón de su cabello rubio- Soy tu asistente personal. - TENDRÉ ASISTENTE PERSONAL?!- subo mis voz unos cuántos decibelios- Disculpa. Aún no me acostumbro a esto. -Pues deberías.- rueda los ojos- Eres una artista muy talentosa. Nuestra galería es afortunada por tenerte. Suspiro. Yo, una artista. Aveces cuando sueñas algo de todo corazón, parece irreal cuando se te cumple. Subimos en un auto. Ella en el asiento del conductor y yo en el de acompañante. Presiona el estéreo y "Bad romance" de Lady Gaga bendice mis orejas. Amo esta canción, aunque trate de una relación tóxica, ella lo ama a su manera. Tarareo la melodia gustosa. Nadia me mira y da unos golpesitos ritmicos al volante acompañándome también. Juntas llegamos al fin al edificio despues de 20 minutos. Ha sido el viaje en auto mas agradable que he tenido. -Tienes tus llaves?- pregunta Nadia mientras yo bajo del auto. - Déjame checar.- reviso en mi mochila- Aqui estan! - No puedo acompañarte, tengo unos pendientes.Pero tu edificio es aquel- señala la edificación casi en la esquina- Tu apartamento el 503. -Ok. Gracias Nadia.- me despido y camino despistada lo que resta de calle. Entro emocionada a travez de la puerta de vidrio polarizado, sin sospechar que justo una persona viene saliendo en ese momento. Choco con fuerza contra alguien y mis llaves caen al suelo. -Oh mierda- mascullo entre dientes sin detallar a quién he golpeado. Busco en el suelo acurrucada pero no halla nada. -Perdiste esto?- escucho el tintineo de las llaves. Levanto mi vista y un hombre muy atractivo las sostiene en sus manos. Sus labios se curvan en una sonrisa traviesa y sus ojos negros me escudriñan haciéndome sentir apenada. - Lo...lo siento- titubeo un poco ante su sensualidad. Atractivo es poco para este chico. Es muy sexy. Tiene un traje bastante formal. Me doy cuenta que lo estoy observando como una completa pervertida que sólo me falta babear frente a él. -te ayudo?- extiende su mano para que pueda apoyarme en ella. La tomo sin dudar, miles de mariposas revolotean por mi estomago. Me levanto de un tirón ignorando todo el caos que hay en mi cuerpo.-toma, esto es tuyo -Gracias- las recibo y nuestras manos vuelven a tocarse. Me observa fijamente durante unos segundos- Eres nueva aquí? - eh... si ... recien llegué hoy. Viviré aquí- maldigo en la mente. Mi cuerpo no deja de temblar y mis mejillas de arder. Me estoy portando como una tonta. Sonríe y la verdad no se por qué. Debo estar hecha un desastre. Quizás es eso.- Bueno. Debo irme. Adios. Avanzo hacia la recepción. - Soy Peter- me dice cuando ya he dado la vuelta. - Que gusto.- digo mirandolo una última vez. Aún tiene esa sonrisa irresistible.- Perdona por lo del choque.- aumento mi velocidad hacia la recepción. Digo mi nombre y la chica encargada me permite pasar. El camino al departamento se me hace eterno aún cuando voy en el ascensor. Pero que acaba de pasar? Soy una tonta, prácticamente salí corriendo. El aire me falla. Mis pulmones parecen estar de huelga. Yo y mi maldita timidez. Al fin llego a la puerta de mi nuevo departamento. Cuando estoy adentro logro respirar en paz. - Mady eres una completa idiota- me digo a mi misma a modo de regaño. Siempre me pasa lo mismo cuando tengo un hombre cerca. Esa es la razón por la que sólo he tenido un novio, con el que duré escasos 6 meses. Ni siquiera fuimos mas allá. Soy una jodida virgen en todos los sentidos de la palabra. Camino por el pasillo hacia la sala de estar. A mi derecha unos enormes ventanales que me permiten ver el atardecer en todo su esplendor. Frente a mi, un hermoso sofá, en cuerina, de color n***o, debajo de él un tapete en piel y a cada lado dos muebles auxiliares. Todo exuda elegancia en donde quiera que mire. El piso es de mármol pulido. Hasta las jodidas cortinas son perfectas. Una pared de grafito separa la sala de estar de la cocina integral. Es preciosa. Ya me imagino haciendo mis desastres culinarios en este lugar. Abro una de las puertas hacia lo que parece ser mi habitación. Una cama doble con dos mesitas auxiliares, otros dos ventanales justo frente al lugar donde dormiré. Las grandes ventanas dan a un balcón, puedo observar las demas terrazas de mis vecinos y todo el panorama de la ciudad. Camino despacio admirando cada rincón del lugar en el que viviré de ahora en adelante. Mamá morirá de la impresión cuando venga a verme. Entro a mi baño y casi caigo de culo. Tiene una gran bañera, dos lavabos y una ducha con paredes de cristal. Siento estar en el paraíso. No querré salir de aqui jamás. Una puerta más y estoy en otra habitación, la luz natural también está presente en esta. Encuentro todos mis materiales de trabajo. Un caballete recién comprado envuelto en papel vinipel, junto con varias pinturas también nuevas. Estoy en el cielo. Salgo directamente al refrigerador en dónde encuentro para mi sorpresa, mi vino favorito. Esta gente a pensado en todo. Asi cualquiera trabaja gustoso. Sirvo una copa. Empiezo a beberla poco a poco mientras me desplazo al estereo que vi en la sala. Enlazo mi teléfono y para acabar de mejorar mi animo la musica suena en todo el lugar. Parece que hay varios parlantes incorporados. He sido bendecida. Bebo alegremente mientras canto a todo pulmón " When We're High" de LP. Quito el moño en mi cabello y lo extiendo peinandolo con las manos. Me quito los jeans y me pongo unos shorts bastante cómodos. Continúo con mi inprovisada fiesta. Después de unas canciones más, el timbre de la puerta suena. Quién podra ser? será Nadia? Pienso un poco antes de ir abrir. Camino despacio hacia la puerta, reviso por la mirilla y no veo a nadie. Que raro. Hay un pedazo de papel debajo de mis pies. Lo tomo extrañada y lo leo. " Vecina, podría hacer menos ruido? Mi perro no deja de aullar cada vez que canta. Cordialmente, su vecino del apartamento 502" - Pero qué...? - arrugo el papel en mis manos. Asi que su perro no deja de aullar. Qué se a creido?. Salgo de mi apartamento y voy directo a la puerta de al frente marcada con el número 502. Toco impaciente. Alguien abre despacio y antes de que pueda ver quien es, comienzo mi retahíla. - Oigame señor, si quería decirme que le bajara la musica lo hubiera hecho pero no tenia que.... Freno en seco. Ahí esta. El hombre con el que choque en la recepción. Sólo que esta vez no lleva el traje. Está en unos shorts y con su torso desnudo. Cada músculo de su cuerpo se talla uno a uno, quitándome el habla. -Asi que no le bastó chocar conmigo esta mañana. Ahora quiere torturar mis oídos- su sonrisa traviesa vuelve aparecer. Este hombre es demasiado sensual. Mi mente permanece desconectada de mis otros sentidos. La sensualidad encarnada será mi nuevo vecino...?