Capítulo 7.

2415 Words
Alice. Al día siguiente, Ragnar no fue a trabajar, se encontraba aún en la cama cuando me levante a bañarme, cuando salí del baño me puse una mini falda color rojo, me coloque un bralett del mismo color, era de encaje, y me puse unas zapatilla de tirantes color n***o, acomode mi cabello y me maquille un poco, salí del vestidor y Ragnar estaba de pie observando por la ventana. -¿Te gustaría salir a dar un paseo?-me pregunto mientras se rascaba ligeramente su nuca. -Si, claro que sí. - le respondí con una enorme sonrisa. - ¿Puede ir mi amiga con nosotros?. -Si... también nos acompañará Lucas. - camino en dirección al baño para meterse a bañar. Salí de la habitación y lo espere en la sala, pasaron varios minutos hasta que escuche sus pasos acercándose a mi, traía un jeans color blanco, estaba roto de las rodillas y una sudadera con gorro sin mangas de color n***o, se observaban sus grandes y musculosos brazos, sus tatuajes se le veían sexys en aquella piel tan blanca que tenía. -Vámonos. - Dijo mientras tomaba unas llaves de la mesa. -¿A dónde iremos?. - pregunte. -Al centro comercial que está en el centro de la ciudad. - contestó mientras me abría la puerta de su camioneta. -¿Puedes prestarme tu teléfono para llamarle a Dulce?... por favor. - lo mire al rostro. -Recuerdame comprarte un teléfono. - me decía mientras me extendía su celular. -Gracias. Enseguida marque el número de Dulce, al tercer timbrazo me contestó, le indique en qué lugar nos veríamos, realmente quería ver a mi amiga. Ragnar era muy cuidadoso al salir de casa, jamás salia solo, siempre tenía más de 10 escoltas armados cuidando sus espaldas, cuando llegamos al enorme centro comercial, Ragnar se bajó de la camioneta y me abrió la puerta, caminamos en dirección a la entrada del centro comercial y observe que en una esquina estaba Lucas y por otro lado Dulce, corrí a abrazar a Dulce y le di un fuerte beso en su mejilla,mire a Ragnar y a Lucas y les sonreí. -Ella es Dulce mi mejor amiga. - dije mientras la abrazaba por los hombros. -Hola Dulce, es un gusto conocerte. - dijo Lucas con una sonrisa en sus labios. -Hola. - contestó Ragnar. Mi amiga Dulce era una mujer muy inteligente e introvertida, me encantaba su forma de ser, ella era de piel blanca y cabello n***o, su boca era grande al igual que sus ojos, media 1:50 centímetros, era bajita pero con un gran corazón, tenía un poco de sobrepeso pero jamás le importo su físico, siempre me dijo que ella obtendría todo lo que deseaba sin importar su apariencia física, y la realidad era esa, todos los chicos que ella quería, caían rendidos a sus pies, jamás pensé que Dulce perdería más rápido la virginidad y que tuviera una vida s****l muy activa, si que era una mujer muy decidida. Dentro del gran centro comercial, comenzamos a entrar a diversas tiendas, Ragnar comenzó comprándome un teléfono celular muy costoso, después comenzaron las compras de ropa, Dulce y yo nos dirigimos al área de mujeres, mientras que Ragnar y Lucas miraban ropa para caballeros. -Hey Alice, mira... - Dulce tenía entre sus manos ropa interior muy transparente -No Dulce, no creo que eso sea muy recomendable en estos momentos. - Mi rostro se enrojeció. -No me importa lo que tu digas, le diré a tu esposo que te lo compre. - enseguida Dulce camino en dirección a mi esposo. - Ragnar, necesito hablar contigo. -¿Que ocurre?. - Ragnar la miró con un poco de desconfianza. -¿Verdad que es necesario que Alice se compre ropa interior?. - preguntó Dulce mientras le extendía la ropa a Ragnar. -Si ella así lo desea, por mi esta bien. - Ragnar intento mirar la ropa que Dulce le estaba mostrando pero alcance a quitársela de las manos. -Gracias, Ragnar. - Mis mejillas estaban completamente rojas. - Dulce, acompáñame. -Si. ya voy. Alice. -No hagas eso por favor. - le dije mientras la sujetaba de su mano. - Ragnar y yo no somos pareja, es decir... no tenemos relaciones. -Pues que mal, por que esta hecho un papasito. - se mordió el labio inferior. -Cálmate, casi tienes un orgasmo al verlo. - me reí a carcajadas. -Ragnar es tuyo, yo voy por su amigo Lucas. - levantó una ceja y me miró. - Ese flaquito tiene que ser mío. Reí un poco a carcajadas antes de darme cuenta que Ragnar me miraba muy fijamente, la sonrisa se me borro cuando mire sus ojos, agache un poco la cabeza y camine en dirección a Dulce, estuvimos escogiendo un par de prendas para después llevarlas a la caja y que Ragnar pagará, extendió su tarjeta de debido, al instante unas chicas comenzaron a poner toda la ropa en unas bolsas. -Bueno, después de gastar el dinero de mi amigo el mas rico. - dijo Lucas mientras abrazaba a Ragnar. - Que les parece si les invito algo de comer. -Si, muero de hambre. - dijo Dulce. -¿Que quieren comer?. - preguntó Ragnar. -Comida china. - contestaron Dulce y Lucas al mismo tiempo. Al parecer aquellos hombres ya tenían un lugar favorito para comer comida china, entramos a un hermoso restaurante con decoración en tonos rojos y dorados, nos sentamos en una amplia mesa y la mesera nos trajo la carta, cada uno escogió lo que le apetecía comer, a los pocos segundos nos trajeron la comida y comenzamos a comer, me percate que Ragnar miró a un grupo de chicas muy atractivas que se sentaron en una mesa, Ragnar no espero ni un solo segundo más para ponerse en pie y caminar en dirección a las chicas, platicaba de algo con ellas y después les extendió una de sus tarjetas de presentación, aquel acto me hizo sentir insignificante, me sentí muy triste, Lucas se dio cuenta y me dio un ligero golpecito en la mano. -No le hagas caso, así es Ragnar. - me dijo mientras me sonreía un poco. -Si que tu esposo es todo un mujeriego, ni vergüenza tiene el mendigo. - dijo Dulce mientras me abrazaba. -Vámonos chicas. - Lucas se puso de pie y nos espero para que camináramos delante de él. - Iremos a ver algunas tiendas para chicas,o mejor vamos al s*x shop. Lucas se puso en medio de nosotras y nos abrazo a ambas por los hombros, caminamos hasta el s*x shop, era una tienda enorme. -Muy bien hermosas mujeres, compren lo que quieran, yo pago. - dijo Lucas mientras se reía un poco. Mire a mi alrededor, había vibradores, anillos, condones de colores y sabores, lubricantes, películas para adultos, ropa interior muy provocativa, bolas anales y más cosas que no sabía su nombre, un artículo pequeño en color rosa llamó mi atención, no sabía que era así que le pregunté al chico que estaba en la tienda. -Hola disculpa, ¿Que es eso?. - le dije mientras le señalaba el producto. -Hola, mira es un vibrador en forma de bala. - lo saco de su caja para mostrármelo. - Es pequeño y tiene esta tirita para que puedas sacarlo después de usarlo, es de pilas, ¿Quieres sentir como vibra? -Si. - conteste mientras veía como el chico presionaba un botón del vibrador y este comenzó a vibrar en mis dedos, era una sensación muy extraña, jamás había sentido un movimiento tan rápido. -Es un artículo muy discreto. - dijo el chico. -Si, es muy pequeño. - dije mientras se lo devolvía, pero sentí la mirada de alguien, gire mi cabeza y vi a Ragnar mirándome, me sentí muy incomoda y camine en dirección a Dulce. -¿Que piensas llevarte?. - le pregunté. -Este lubricante sabor manzana. - me dijo mientras veía unos condones. - Y... ¿tu que te vas a comprar?. -Nada. -¡¿Que?!. - grito Dulce. -Cállate,baja la voz.. - le di un ligero golpe en la espalda. -Llévate unos malditos condones o mínimo un lubricante para que te... ya sabes... te toques. - rodó sus ojos. -Ya sabes que no me gustan esas cosas. -Pues que aburrida eres. -Chicas... ¿ya escogieron algo?. - pregunto Lucas. -Yo me llevaré esto. - dijo Dulce mostrándole lo que había comprado. - Alice no se llevara nada. -¿No te gustó nada, Alice?. - me pregunto un poco preocupado Lucas. -No. Enseguida Lucas pagó lo que llevaba en las manos, me percate que había comprado algunos anillos vibradores entre otras cosas, lo que más me sorprendió es que Ragnar pagó en la caja, cinco cajas de condones texturizados, un lubricante de sabor fresa y un par de anillos vibradores, no lo podía creer, así que Ragnar tenía mucho sexo y se surtía de productos que pensé que serían para todo el mes o quizá ¿para una semana?, no sabía a ciencia cierta cuanto sexo tenía, pero esto solo indicaba que le gustaba mucho coger con mujeres, no le tome mucha importancia. Caminamos fuera del centro comercial y a lo lejos escuche una música de salsa, poco a poco fuimos llegando hasta donde se encontraba el sonido, mire a un hombre de color con una cartulina donde se podía leer la palabra "bailas conmigo", enseguida lo mire y camine en su dirección, comencé a bailar con el, si que tenía mucho ritmo este hombre, escuche que Dulce comenzó a gritar. -¡Eso nena, mueve ese gran culto que tienes!. - grito Dulce. Mis caderas se movían al compás de la música, el muchacho me guiaba en cada paso que dábamos, y sin darme cuenta la música terminó. -Muchas gracias por bailar conmigo, señorita. - me miró a los ojos. -De nada. - respondí mientras gire para mirar a Ragnar, estaba molesto pero ¿porque?. No me dijo nada durante todo el trayecto a casa, subí las escaleras y abrí la puerta de mi habitación, me recosté en la cama, tiempo después llego Ragnar a la habitación. -¿No te gustan los juguetes sexuales?. - pregunto mientras se quitaba la sudadera. -No es que no me gusten, simplemente es que...no tengo con quien experimentar. - mis manos empezaron a temblar. -Pues tu sola puedes experimentar. -No me gusta. -No te gusta o no quieres. - me miro directamente a los ojos. -No quiero seguir hablando del tema. -Te guste o no, algún día tendrás que tener sexo. - se acercó a mí. - Y te aseguro que vas a querer más. -Déjame en paz, no es tu problema. -Claro que es mi problema. - me grito un poco. - Eres mi esposa, eres mía, y no permitiré que nadie te toque, y si lo hacen los mataré a ambos ¿me escuchaste? - Soy dueña de mi cuerpo, y se perfectamente bien en que momento y con quien tendré sexo. -Mmh, no te equivoques, yo decidiré eso. -Tu no eres dueño de mi cuerpo. - me puse de pie. -Claro que soy dueño de ti, me perteneces. - me sujeto del brazo. -Ya no quiero seguir hablando de esto. -¿Por qué?. - me dijo mientras me sujetaba con más fuerza del brazo. -Por qué ni siquiera tienes el maldito valor de hacerme tu mujer. - lo mire directamente a los ojos, mis manos temblaban al terminar de pronunciar aquellas palabras. Ragnar solo me miró, no apartó ni un momento la mirada de mi rostro, poco a poco me soltó el brazo, camino en dirección al baño para después encerrarse en el, me quedé inmóvil unos minutos, que tonta fui al decirle aquello, ahora pensaría que deseo que él me haga mujer, ¿en que mierda pensaba?, mi mente me estaba traicionando, ¿me estaba enamorando de Ragnar?, no.. Eso no podía ser posible, él jamás se enamoraría de mi, jamás entregaría su corazón, en verdad que tenía un maldito problema que resolver, me senté en la cama por un largo rato hasta que vi salir a Ragnar del baño, inmediatamente se metió al vestidor, aproveche la oportunidad para meterme a bañar, el agua caliente recorría mi cuerpo, el rico aroma del jabón relajo mi cuerpo, cerré la llave y busque una toalla, no encontré ninguna, me sobresale, abrí un poco la puerta y mire a Ragnar recostado en la cama, ¡carajo! Ahora tenía que pedirle el puto favor de que me pasara una toalla para secar mi cuerpo, abrí ligeramente la puerta y lo mire. -Ragnar... puedes pasarme una toalla, por favor. - le dije mientras intente sacar mi mano por la puerta. -No quiero. - me dijo burlonamente. -Por favor, no tengo nada que ponerme. - lo mire por la rendija de la puerta. -Es en serio, no te pasaré ninguna toalla. - se rasco la cabeza un poco. -¡Maldita sea, Ragnar!. - le grite muy enojada, mientras cerraba la puerta con brusquedad, escuche que en la habitación Ragnar se reía a carcajadas. Busque en el mueble de madera que se encontraba abajo del lavabo y pude observar que al fondo estaba una sabana color rojo, la tomé entre mis manos y la enrolle en mi cuerpo, abrí la puerta y mire a Ragnar, le lance una mirada fulminante. -Me gusta tu toalla. - me dijo burlonamente. -Eres muy grosero, solo te pedí que me pasaras una toalla. - fruncí un poco el ceño y sin darme cuenta hice un ligero puchero. -No hagas eso. - se mordió ligeramente el labio inferior. -¿Hacer que?. -Nada... - se molesto un poco. - Cámbiate para que te metas a la cama. Me metí al vestidor, y me coloque mi pijama, era un short muy corto y una blusa de tirantes color rojo, no me gustaba dormir con sostén, así que siempre dormía con solo la blusa, mis senos no eran grandes, pero si podía decir que eran del tamaño mediano, eran firmes y redondos, así que podía lucirlos sin sostén, tenían una buena figura, al final eran los senos de una jovencita de 19 años. Salí del vestidor y me metí a la cama, Ragnar apago la luz, me costaba un poco de trabajo dormir, me gustaba sentir el calor de el hombre que "según era mi esposo", me sentía protegida junto a él, poco a poco el sueño fue tomando mi cuerpo, y sin darme cuenta me quedé profundamente dormida.
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