Inefable

Capitulo 2

—¡CAMARERA! — Grito sin pensarlo y ambas tapan sus orejas mirándome como si estuviera loca.

Se preguntaran que esta pasando, pues... Efectivamente enviamos nuestros currículos con nombres diferentes y nos escogieron para servir en la cena de presentación del señor Anderson en mi restaurante favorito.

—Madura, ahora esta será tu vida —

Agarro mi cabeza por desesperación y siento la pequeña mano de la niña quitando una de mis manos que cubre mi cara.

—No es tan malo, siempre acompaño a mami y es sumamente divertido siempre me dan comida deliciosa — Dice con ilusión y bufo.

—Porque eres niña y eres adorable, espera que crezcas y te mandaran a lavar platos como por lo que veo ese el futuro que te toca — Digo sin pensarlo y veo a Taylor negando su cabeza y veo a la niña que empieza a sollozar y se encierra en el único cuarto que hay. 

—Es solo una niña, una niña que ha perdido todo; siempre he dejado que sueñe porque es lo único que nos queda a nosotras... Te enviare el uniforme... Esta lista a las siete — Dice enojada y miro sin entender y abre la puerta para que me vaya, bufo pero esta vez incrédula. 

—Me iré porque así lo deseo — Digo para salir con mi cabeza en alto. Cierra la puerta justo detrás de mi y niego la cabeza mientras me coloco en la baranda pero todos los perdedores me miran con ganas de matarme y solo sonrió y les tiro un beso al aire, me volteo y entro en la habitación.

Totalmente vacío, a diferencia del hogar de la niña y Taylor, esa soledad que siempre he estado acostumbrada pero que en estos dos días había cesado. Escucho voces al final de la habitación y me dirijo hacia allá.

—Mama, ¿Ella es mala? — La voz de la niña me hace quedar en estática esperando la respuesta que ya se cual es.

—No mi amor, ella... Ha sufrido tanto, mas que nosotras puedo decirte; las personas que son lastimadas solo intentan que no le pase lo mismo, ella aleja a todos porque tiene miedo de que la lastimen nuevamente; a pesar de todo lo que oigas sobre ella, tu y yo sabemos la verdad. Ella solo tiene heridas que nunca han sanado, es buena como todas las personas en lo mas profundo, lo son... — Dice y me hace arrugar la cara de la sorpresa ambas empiezan a reírse y a cantar y me coloco en la pared que se escucha.

Luego de minutos golpes en mi puerta me hacen salir del trance y abrirla, la pequeña niña con una sonrisa cálida extendiéndome lo que parece ser el uniforme. Le abro paso para que pase y empieza a saltar de la emoción para sentarse en una de las sillas. 

—Siempre te he dicho la verdad, el mundo allá fuera no son los cuentos que Taylor te cuenta... Tienes que ser fuerte, atacar primero es la única forma de... Sobrevivir — Digo lo ultimo tragando grueso.

—Sobrevivir, claro; mira donde estas —

—Quiero ser como tu cuando sea grande, tan hermosa como tu — Dice eso y pienso en todas las cosas que tuve que pasar por ser la mas hermosa, miro sus ojos color avellana y puede ser fácilmente la niña mas linda de todo este barrio pero tiene algo que muchos carecen. 

Bondad.

Estamos caminando para agarrar el autobús, la niña no para de correr y saltar mientras miro todo con asco; Taylor esta atenta a todo lo que ocurre hasta que llega el autobús y tenemos que salir corriendo para agarrarlo, llegamos por poco y ambas empiezan a reírse mientras las miro como si estuvieran locas.

Me toca el asiento de la ventana, nos alejamos del barrio que tanto odio para entrar a mis inicios; puedo reconocer cada tienda y cada calle; recuerdo salir de todas con montones de ropa mientras algunas chicas me seguían como perritos falderos, esperando ser como yo; pienso cuando me propuso matrimonio en esta plaza donde se decoro para la ocasión.

Es como entrar en mis pesadillas, la voz de la niña avisando que llegamos mientras nos bajamos, puedo oler ese fragancia a perfumes caros y ropa nueva. Gente pasando vistiendo montones de ropa tan hermosa como solía hacerlo.

—Llegaremos tarde, apúrate — La voz de Taylor seguido de la mano de la niña agarrando la mía para coger hacia mi restaurante. 

Llegamos, sus ventanales grandes y velas en cada lugar que entres, a diferencia entramos por la puerta de atrás y todos están recibiendo instrucciones y que al vernos el que parece ser el gerente nos mira con furia.

—Les dije a las siete en punto, son quince para las ocho; si hacen el mínimo error se irán — Dice alzando la voz y coloco mi mano en mi cadera y dirige su mirada a la niña -Los niños no se permiten, listo; afuera - agrega y Taylor esta a punto de retirarse y pongo mi brazo para que no lo haga.

—Vaya, no sabia que el señor Anderson estuviera en la cocina y sea tan... Desabrido; Porque lo eres, ¿No?, el es el único que nos puede despedir — Hablo fuerte y todos miran sin creer o que ocurre, me dirige una mirada de arriba a abajo para parar en mis pechos, sonríe de lado de manera desafiante.

— Claro, error mío; deberías servirle a tu amado señor Anderson, al importante como crees que tu lo eres — Dice con diversión y estoy apunto de contratacar pero Taylor agarra mi mano para detenerme.

Empieza a decir instrucciones que no presto atención y solo miro con aburrimiento mis uñas; Taylor empieza a organizar la bandeja y me pide que haga lo mismo. Estoy apunto de salir para llevar las bebidas hacia los de atrás ya que ni Taylor ni yo queremos que sepan quienes son pero el idiota gerente me detiene y me envía al centro de todo. 

Suspiro y me coloco una gorra que estaba en uno de los mesones para ocultar mi rostro y salgo; luces de colores hacen que pierda el sentido de la orientación por un momento hasta que me empiezan a apurar. Puedo fijarme de todas mis amigos mirando con adoración a alguien de la mesa donde tengo que dejar las bebidas, escondo aun mas mi rostro y lucho porque no se caiga las bebidas y las dejo una por una hasta que me fijo en una mano que tropieza con la mía.

Alzo la mirada, el increíble señor Anderson me mira fijamente y frunce su ceño y solo me disculpo por debajo y salgo de allí con mi corazón latiendo rápidamente. Nadie había notado mi presencia, pero el si; no conoce a mis padres pero sentí como un deja vu... ¿Eso es posible?.

El resto de la noche es luchando y con una pesadez enorme en mi cuerpo, puedo sentir una mirada intensa sobre mi pero la ignoro hasta que llega el ultimo minuto de la noche y todos los empleados debemos estar para el anuncio y presentación del gran señor Anderson.

Todos lo miran con adoración y frunzo el ceño y cruzo mis brazos en mi pecho mientras  todas las luces se centran en el.

— Todos pensaran que no tengo el porque hacer eso, soy el hombre mas rico de estados unidos pero; yo antes fui un perdedor como llaman a los que no son éxitos, cuatro ojos en diversas ocasiones, por eso sabia cuando obtuve esta riqueza ser justo, el único que justo en esta industria, si quieres pensar así. Por eso mis empresas, esta sede especialmente acepta a cualquiera que quiera un trabajo digno y entonces por su mente pasara "eso lo hacen todas las empresas", todos los presentes aquí tendrán la oportunidad de tener un trabajo de alto rango, todo el que tenga un titulo que no fue valorado, y especialmente mi persona esta buscando una secretaria; las entrevistas serán mañana a primera hora. Las empresas Anderson piensan en los que están a bajo, son mejores de lo que están en este salón  — Finaliza con silencio en todo el lugar y hace una seña para que las luces ahora vengan hacia nosotros y tanto como Taylor y algunos tapamos nuestros rostros, empiezan a aplaudir hasta que las luces se apagan, mis ojos se acostumbran y siento nuevamente la mirada; miro en todas las direcciones para encontrarme al señor Anderson mirándome negando levemente su cabeza, arrugo mis cejas sin entender y el bufa incrédulo; pero la mano de Taylor que me arrastra hacia atrás interrumpe nuestra batalla de miradas.

—Nos encontraron, los hombres de Michael están aquí, vieron a Sofia; tenemos que irnos — Dice con sus lagrimas rondando por su mejilla, y empiezo a buscar a la niña y justo antes de cerrar la puerta trasera veo como es arrastrada por los mismo hombres.

Corro sin importar nada y la gorra cae detrás de mi, algunos hombres voltean por mi belleza pero solo me importa evitar que se lleven a esa niña.

Salgo y esta luchando por no entrar a la camioneta. Sus piernas están libres y las cojo para caer hacia atrás con todo el peso de la niña, siento el asfalto raspar mis codos y los hombres sacan sus armas; pongo a la niña detrás de mi y los miro con diversión.

—Que excelente entrada, fue mejor que la vez pasada; claro, no querrán matarme y tener un cuerpo en la salida del famoso restaurante a cargo del hombre mas rico de estados unidos — Digo y ambos se miran y quitan el seguro, mi cuerpo empieza a temblar y escucho los sollozos de la niña.

—Solo queremos a la niña, quítate y te dejaremos vivir, tendrás una recompensa y tu no nos has visto — Dicen y hago que empiezo a pensar, nos levantamos pero dejo a la niña detrás de mi.

— Si quieren a la niña, entonces tendrán que matarme pero... Tendrán a la policía buscándolos  — Digo con mirada seria dirigida hacia ellos, uno hace un tiro hacia el cielo y ambas saltamos del lugar; porque lo saben, no se escucha nada adentro, me volteo y veo a la niña totalmente descontrolada; la abrazo con todas mis fuerzas esperando el final.

—Dejen sus armas si no quieren problemas — Una voz fuerte y ya reconocida me hace alzar la mirada; el señor Anderson con guardaespaldas seguido de Taylor llorando eufóricamente.

Uno de los guardaespaldas nos hacen levantar y la niña corre hacia Taylor y puedo por fin respirar tranquilamente.

Puedo escuchar la camioneta irse y ahora solo quedamos nosotros, el señor Anderson me mira tratando de descifrarme pero soy incapaz de decir una palabra.

  —Llévenlas a su casa, ahora — Demanda el señor Anderson pero me adelanto.

—No es necesario, vámonos — Digo y ambas me miran y se colocan detrás de mi, esta por decir algo pero sale una chica bastante baja y atuendo desgastado.

—Adiós, señor Anderson — Digo para voltearme y sentir la mano de la niña con la mía.

Puedo sentir su mirada, tan diferente a las otras; no con deseo...

Con ganas de conocerme, saber de donde veo y eso...

Es aun peor.