Perspectiva de Lauren Al llegar a Estados Unidos, fui directamente a casa de mi madre. Al encender el teléfono, una avalancha de llamadas perdidas me recibió. La mayoría eran de Arthur. Seguramente querría hablarme sobre algún contrato pendiente o, peor aún, intentar interceder por Raphael. No tenía interés en escuchar nada que proviniera de Europa. Nada. Entre las llamadas también estaba la de ella. Decidí devolverle la llamada. —Hola, mamá… Perdón, por no contestar antes, estaba en el avión. —¿En el avión? ¿Dónde viajaste, hija? —Primero fui a Toronto. Vendí el Penthouse. Luego tomé un segundo vuelo hacia acá. —¿Entonces decidiste establecerte en Europa? Me alegra saberlo. Imagino que Raphael fue contigo a Toronto, ¿verdad? ¿Cómo reaccionó cuando le contaste lo del embarazo? Seguro

