Capítulo 32. Otra fiesta más... ¿Y ahora que?
Sebastian pego su hombría a su cuerpo, sus movimientos envolventes la enloquecían, podía sentir ese enorme y duro mástil sobre su abdomen, pero no era en ese lugar donde lo quería...
-- ¿Quieres que siga? --
-- ¡Sí! --
-- Sus labios rozaron su mejilla, su lengua dibujo surcos sobre su piel. Bajando por su cuello, deteniéndose un momento en él. Ella hizo lo mismo, sabia que lo que hacia también le gustaba a él.
Siempre fue asi con Antonio, aunque algunas cosas nunca hizo con él, y no por tabú, simplemente porque nunca le nacieron hacer, quizás fue por eso por lo que prefirió a su hermana para eso, ¿Quién lo sabe?
Se preguntó mientras levantaba una pierna, dejando que la mano libre de ese enmascarado baje hasta ella.
-- Déjame tocarte –
