Capítulo 62. Una sombra que resultó ser más que conocida. Paulina sonrió, aunque las palabras de Sebastian le llegaron al corazón. -- Lo sé… -- murmuró ella, y acerco su rostro a él para besarlo. Fue un beso lento, sin prisa, que se alargó hasta que los dos tuvieron que separarse por un poco de aire. Ella deslizó sus dedos por el cuello de su camisa, desabrochando el primer botón casi sin darse cuenta. -- Creo que necesitamos… dejar de pensar en todo -- Sebastián dejó escapar una risa breve y ronca. -- Estoy completamente de acuerdo mi amor -- Se quedaron de pie junto a la gran ventana que daba a la ciudad iluminada. Paulina apoyó la frente en el pecho de él, respirando su aroma, ese que siempre la calmaba. Desde allí podía escuchar el latido firme de su corazón, y no pudo evitar pe

