Isabella Martinez
No podía ser
¿Qué hacía él sentado en el escritorio de mi jefe?
¿El era mi jefe?!
¿Me había costado con mi jefe?!
Dios porque me pasan este tipo de cosas justamente a mí?!
Recuerdo haberle dicho que toda la empresa creía que era un ogro.
— señor Villalobos vengo a presentarle a su nueva secretaria, Isabella Martinez, entiendo que es muy joven y tiene poca experiencia sin embargo el vicepresidente creyó que era la persona indicada ya que tenía los estudios que usted indicó y parece estar lo suficientemente capacitada para ser su secretaria de igual forma déjeme indicarle que yo me encargaré de su preparación para que sea perfecta para usted— dijo mientras pestañaba un par de veces intentando llamar su atención
Ya no me daba risa la situación me daba rabia
El hombre frente a nosotros se levantó de aquella silla y caminó hacia ella, su sonrisa se hizo un poco más grande, doblé los ojos con fastidio
¿Acaso ellos dos tenían algo?
¿Acaso el señor Villalobos le gustaba ir a las discotecas y acostarse con mujeres más jóvenes que él?
¿Era algo que solía hacer comúnmente?
Basta!
Ya no debo pensar ese tipo de cosas, él solamente es mi jefe y así tengo que ver lo de ahora en adelante ¿No?!
— Por favor retírate y déjame a solas con mi nueva secretaria — La sonrisa de aquella mujer desapareció de forma instantánea como si lo hubiesen golpeado tan fuerte y hubiese dolido muchísimo que le pidieron aquello.
Intentó disimular pero para mí fue evidente su molestia sin embargo para el señor Villalobos parecía pasar desapercibido.
— Claro que sí señor Villalobos como usted ordene— dicho eso la mujer se dio media vuelta me miró muy seria y se fue meneando sus caderas tratando de verse muy digna.
Apenas cerró la puerta quise esconder mi cabeza debajo de algún sitio donde no pudieran ver mi rostro.
Recordé cada palabra que había salido de mi boca la noche anterior como dije que creía que él era un ogro y un gruñón, mis mejillas se pintaron de rosa sintiéndome demasiado avergonzada.
Me van a despedir y si no me despide yo voy a renunciar porque no puedo verlo a la cara después de lo que hice con él.
— señor Villalobos
— no hace falta que me digas de esa manera, soy Lucas, lucas Villalobos
— Mi jefe— lo interrumpí rápidamente— de verdad quiero pedirle disculpas por lo sucedido anoche si hubiese sabido que usted era mi nuevo jefe definitivamente no hubiese permitido que nada de lo que pasó sucediera, de hecho iré inmediatamente a recursos humanos y me encargaré de presentar mi renuncia en este momento
— no hace falta que hagas nada de eso Isabella, lo que sucedió anoche quedó en aquella habitación de hotel y en aquella discoteca no tiene que llegar hasta esta la oficina, si quieres discutir lo que sucedió podemos hacerlo y olvidarlo pero si no quieres hacerlo, no tenemos que hacerlo, podemos simplemente hacer que nada sucedió y ya, nada de eso debe afectar nuestro trabajo, si te escogieron es porque estás capacitada para el puesto y sinceramente no tengo tiempo para que busquen a alguien más que haga una entrevista y que escojan a alguien que tenga una preparación similar a la tuya—me dijo
asentí
— ¿podemos simplemente hacer que nada sucedió?— le pregunté aunque sinceramente para mí sería difícil hacer que nada sucedió.
Solté un suspiro.
— Claro que sí, ahora por favor ve a tu oficina y prepárate para la reunión que tendremos en breve, todo está en mi correo electrónico, necesito que te leas eso lo más pronto posible y que arreglas la sala de reunión— asentí con la cabeza. Caminé hacia la puerta para salir nuevamente sin embargo la mano del señor Villalobos me tomó por el brazo haciendo que me detuviera por completo lo miré ya que estaba justo a mi lado, mi respiración se acelero al igual que mi corazón— pero antes de que lo olvidemos déjame decirte que fue una noche espectacular y que quiero agradecerte por dejarme tener tu inocencia y tu virtud, lo disfruté demasiado y fue un placer para mí poseerte por primera vez— dijo mientras me miraba los ojos me sentí tan avergonzada y sentí mis mejillas tan calientes, rápidamente me solté de él y salí de la oficina casi corriendo de la vergüenza que sentía en este momento
No podía creer que me había dicho eso.
Al salir me encontré con un muchacho joven con un gran parecido al Señor Villalobos.
traté de retomar la compostura y que las palabras del señor Villalobos no me afectarán tanto.
— Buenos días vengo a ver a mi padre— me dijo de forma sería
— disculpe mi ignorancia pero no sé quién es su padre— Le dije avergonzada, este estaba haciendo el peor primer día de mi vida.
Me sentía tan perdida en este lugar.
— el señor Villalobos, veo que eres nueva por aquí
Oh, el era su hijo, tiene sentido es bastante parecido a él, solo que su padre es mucho más guapo
bien dicen que él vino...
basta Isabella!
el es solo tu jefe.
— por favor disculpe mi ignorancia soy la nueva secretaria de su padre Isabella Martínez — Me presente — ya me encargaré de avisarle a su padre que está aquí— le dije mientras me daba la media vuelta y caminaba nuevamente hacia la oficina, toqué la puerta no espere que me diera autorización para entrar solo la abrí, ahí estaba el señor Villalobos sentado mirando aquellos ventanales que también habían en su oficina, se veía tan atractivo y tan guapo, me regañé a mí misma de nuevo — señor Villalobos disculpe por favor la interrupción pero su hijo lo espera afuera
— hazlo pasar— ordenó, su tono de voz era tan serio y lo hacía escucharse más atractivo y ahora entendía por qué Susana parecía estar tan dispuesta a conquistar al jefe.
— como usted ordene señor— me aparté y le hice señas al joven que podía entrar, él me sonrió y se adentró a la oficina cerré la puerta y caminé directamente hacia la mía
Tenía mucho trabajo por hacer el día de hoy.
Espero que el día mejore porque si sigue cómo vas hasta el momento va a ser un muy mal día para mí.
Dejé mis pertenencias en la oficina guardé la tarjeta encendí la tablet y me encontré con una laptop guardada en la parte de abajo, la acomodé en mi escritorio y también la encendí.
Rápidamente me metí en los correos y pude ver que habían dos documentos era un resumen de las actividades del mes, las leí lo más rápido posible y luego me levanté y comencé a recorrer el lugar para saber dónde quedaba cada cosa en este enorme piso.
Encontré lo que parecía ser la sala de juntas, era grande y muy espaciosa, adecuada para ser la sala de juntas.
Seguir recorriendo lugar y encontré lo que parecía ser una pequeña cafetería así que hice café suficiente para al menos 10 personas no sabía cuántas personas vendrían a la reunión que tendría el señor Villalobos pero realmente quería hacer bien mi trabajo y no encontraba Susana por ningún lado, algo me decía que quería hacerme quedar mal el día de hoy, tendría que hacer bien mi trabajo sin su ayuda
Una vez que termina de hacer café encontré las tazas las llevé directamente hacia la sala de juntas al igual que vasos de vidrio para agua, me llevé la jarra del café y una jarra de vidrio llena de agua las coloqué en el medio imprimí el documento que estaba en el correo y la coloqué justo en la que creí que era la silla del jefe.
Caminé hacia mi oficina que no estaba muy lejos de la oficina del señor Villalobos.
Era tan extraño hablar del señor Villalobos y saber que era el mismo hombre con el que me había costado la noche anterior.
Cierre los ojos por un segundo y acaricé mis labios no pude evitar recordar cómo me besaba, me imagine caminando a su oficina quizás pidiéndome que me....
— señorita Martínez— Aquello me saco de mis pensamientos, abrí los ojos asustada, ahi estaba el joven Villalobos, el hijo del señor Lucas me sentí una vez más avergonzada
No me canso de hacerme pasar vergüenza a mí misma.
— señor Villalobos se le ofrece algo?— te pregunté tratando de verme lo más educada posible.
— acompañare a mi padre a la reunión solo queríamos saber si todo estaba listo ya que será en 15 minutos, mi padre me informó que hoy es tu primer día— me dijo de forma amable incluso podría decir algo coqueta
Seguro eran ideas mías
Asentí como forma de respuesta.
— No se preocupe me encargaré de que en 15 minutos todo esté completamente listo, vendré a avisarles cuando comiencen a llegar— el asíntio y se fue.
Debo hacerlo bien.
Caminé hace mi oficina tomé la tablet y luego de un rato salí de ella me paré justamente frente al ascensor luego de unos minutos, este abrió sus puertas y comenzaron a salir de ahí hombres trajeados.
Por la información del correo supe que eran ejecutivos de recursos humanos y del resto de las áreas.
Los guíe hasta la sala de juntas y le serví café a cada uno de ellos al igual que agua, una vez que los atendí a ellos, salí de la sala de juntas directamente hacia la oficina toqué la puerta "adelante" aquello me dio la autorización de entrar al hacerlo me encontré con que ambos estaban hablando, pude ver la similitud aún más estando uno junto al otro pero definitivamente el señor Lucas era incluso más atractivo que su hijo. —todo está listo para la reunión señor Villalobos— le informé a mi jefe
Me detuve a esperarlo, ellos se levantaron y comenzaron a caminar los seguí al llegar a la sala de juntas él tomó asiento justo donde pensé que lo haría.
Mientras los escuchaba hablar no podía evitar jugar con mis manos sintiendo mis nervios y tratando de tranquilizarme al mismo tiempo.
De vez en cuando el señor Villalobos me dirigí a una mirada que no sabía cómo descifrar lo único que sabía es que tenia que ignorar