Enamorada de un hombre mayor

Capitulo 03

Isabella Martínez

El día había sido duro sin embargo no había escuchado absolutamente nada del señor Villalobos, no sabía si había hecho algo mal o estaba preparándose para despedirme el día de hoy.

Cuando mi reloj avisó que era a las 5:30 recogí todas mis cosas y caminé directamente a la oficina preparada para lo peor, toqué la puerta y esta vez no esperé que me pidiera entrar simplemente lo hice.

Ahí estaba él completamente solo.

No tenía saco puesto su corbata estaba algo suelta, sentí como todo mi cuerpo se estremecia.

— ¿Ya te vas Isabella?— preguntó con voz sensual.

aquella voz que había usado conmigo toda la mañana había desaparecido.

— si no necesita algo más señor— le dije tratando de sonar lo más profesional posible

Él se levantó de su silla y caminó acercándose hacia mí.

mi corazón se aceleraba cada vez más, le rogaba a Dios para que me diera tranquilidad.

— de hecho me gustaría hablar contigo— estaba muy cerca de mí así que me alejé de él caminando rápidamente hacia las sillas, después de un rato él volvió a su puesto inicial— quiero felicitarte por el día de hoy— aquello me tomó por sorpresa ¿felicitarme? pensé que lo había hecho todo mal— esperaba que te apoyaran con todo lo que había para el día de hoy sin embargo me sorprendió ver qué hiciste todo tú sola sin ayuda de nadie y que lo hiciste muy bien, la reunión estuvo excelente y me encantó el detalle de tenerles agua y café a cada uno de los ejecutivos— no puedo evitar sonreír al menos no todo había sido malo el día de hoy — Normalmente soy el único en ser atendido

— Muchas gracias señor de verdad me estoy esforzando para mostrarle que soy capaz de tener este puesto— le dije con sinceridad

Él se levantó de su silla y caminó hasta posicionarse junto a mí, estiró su mano, la tomé y me levanté de la silla dejando mi cartera en el escritorio.

sentía que mi corazón se saldría de mi pecho.

— sé que te estás esforzando mucho— no me sentía cómoda teniéndolo tan cerca de mí, podía sentir su aliento a menta y a whisky, no pude evitar cerrar los ojos por un segundo, disfrutar de aquel olor junto a su perfume.

Se sentía tan varonil.

Basta! Me grité a mí misma

Intenté alejarme sin embargo él aún tenía mi mano tomada y no me dejó soltarlo — debo irme señor si no necesita nada más de mí por el día de hoy— le dije tratando de retomar la compostura pero su olor lo hacía difícil.

El acortó un poco más la distancia entre nosotros cada vez lo sentía mucho más cerca, cada vez mi corazón latía mucho más, cada vez quería correr más de este lugar

— no hace falta que te vayas todavía, de hecho quería hacerte una propuesta

— ¿Laboral?— pregunté

— si quieres verlo de esa forma— Dijo con algo de picardía — ¿Te he dicho lo hermosa que eres?— Preguntó

Esto no está bien.

El es mi jefe

— Señor...

Él callo mis palabras colocando su dedo en mis labios, lo miré directamente hacia esos hermosos ojos claros.

— aquí puedes ser solo mi secretaria pero deseo que fuera de esta oficina seas mi amante— ¿Que? No! No puedo

Era solo una noche.

solo una noche y nada más que eso.

— disculpe señor pero debo retirarme— salí corriendo de esa oficina, llamé al ascensor y este abrió sus puertas para mí, me subí y cuando volvio a abrir sus puertas salí del edificio y tomé un taxi directamente hacia mi apartamento.

Mi corazón latia muy rápido, al llegar a mi edificio pagué y me bajé del auto, subí hasta mi apartamento, me adentré a él y me lancé el sofá sintiéndome tranquila y segura, aquí no pasaría vergüenza ni me vería mi atractivo jefe.

No puedo tener nada con él.

Es mi jefe, es un hombre muchísimo mayor que yo, hasta su hijo parece más contemporáneo conmigo.

Estar con él estaría mal ¿Verdad?

Bufe.

Camine hacia mi habitación y busqué mi laptop rápidamente coloqué su nombre

Lucas Villalobos

no tenía ninguna información de él, no sabía si era casado, si era viudo, divorciado, no sabía si quería engañar a su esposa conmigo si ya lo había hecho.

Rápidamente una foto apareció, vestía un elegante traje n***o con una pajarilla del mismo color, se veía tan atractivo en esa foto y un poco más joven quizás era una foto de hace unos años bajé para obtener información de él.

Lucas Villalobos creador de Villalobos Inc. Creado hace 35 años convirtiéndose en la mejor constructora del país con sedes en distintas partes del país.

Lucas Villalobos, edad 48 años, viudo desde hace 5 años, padre de Christopher Villalobos y emiliano Villalobos.

Actualmente soltero y deseado por las féminas de la alta sociedad.

Así que su esposa falleció.

Cerré la laptop de golpe, me deshice de mi ropa dispuesta a aclarar mi mente con un baño de agua fría, caminé hacia mi pequeño cuarto de baño abrir la ducha y me adentra en ella, apenas el agua comenzó a recorrer mi cuerpo no pude evitar cerrar los ojos y disfrutar de ella, intenté poner mi mente en blanco sin embargo sus ojos fue lo primero que comencé a ver y luego bajé mi mano poco a poco por mi cuerpo tocándome como él me había tocado anoche.

Basta!

esto nunca me había pasado

quién diría que tu primera vez realmente podría llegar a ser significativa.

Escuche cómo tocaba en la puerta de mi apartamento cerré la ducha me coloqué una bata de baño y mojando el piso caminé para poder abrir la puerta pensando que podría ser mi amiga y vecina para preguntarme por qué había desaparecido la noche anterior, lista para dar explicaciones abrir la puerta sin embargo ahí no estaba mi amiga estaba mi jefe sexy y atractivo

Sus ojos recorrieron mi cuerpo y cuando estaba por hablar se lanzó directamente hacia mis labios, lo más sensato de mi parte hubiese sido alejarlo, abofetearlo y pedirle que saliera de mi apartamento sin embargo he descubierto que con él no soy sensata

Correspondí aquel beso, escuché como cerraba la puerta de golpe me subí encima de él y enredé mis piernas alrededor de su cintura mientras el beso cada vez era más y más fogoso.

Sentí como soltaba mi bata de baño haciendola caer al suelo

Mi respiración cada vez era más acelerada y él seguía caminando supongo que tratando de encontrar mi habitación, mi mente estaba nublada y solamente podía disfrutar de los besos en mis labios y mi cuello y el placer que recorría cada parte de mi cuerpo.