PRIMER ENCUENTRO

1224 Words
HÉCTOR He tenido dos citas con Kassandra, ella es una chica muy superficial, trato de complacerla en todo lo que se le venga a la cabeza, sé que me tiene a prueba, porque ella también tiene dinero para gastárselo. Aun ronda por mi cabeza la plática de su padre, no sé qué tanto esconderán. Si lograra saber su secreto talvez pueda exponerlo en anonimato y la carrera de ese hombre se venga por un tubo. Mientras maquino como destruirles, meditando desde mi oficina, la secretaria entra con una pila de documentos los cuales me toca supervisar, aunque tenga un gerente en cada supermercado siempre me gusta llevar mis negocios bien de cerca. Tengo un trabajador que es bueno en sistemas quien es el que se encarga de la seguridad digital de mis negocios. Decido llamarlo. —Halo, señor, Héctor. —Hola, Milton, estás desocupado, para que vengas a mi oficina. —Solamente termino de instalar un software y llego. —Excelente. Voy a ver como logro mantener vigilada esa casa, ahora yo tengo acceso por medio de Kassandra, solamente es cuestión de tiempo para ella y yo intimidemos, eso me hará ganarme su confianza. Tengo que ser paciente, mi plan no tiene que tener errores, sé cuál es mi objetivo, mis ojos lo verán algún día, aunque me lleve toda la vida sé que lo lograré. —Señor, Milton, desea entrar. —Hágalo pasar. —Es un joven bien inteligente, se graduó con honores en sistema, ha creado varios programas para proteger mis intereses. —Señor, en que le puedo servir. —Siéntate, quería preguntarte si tú puedes obtener las imagines de un sitio remoto del cual no tengamos control. —Quiere las imagines de alguna cámara de seguridad que no pertenezca a las nuestras. —¡Exacto! —Lleva su tiempo, pero no es imposible, solamente tengo que saber cuál es el circuito y después pasar el sistema de seguridad de la empresa para la cual ellos han contratado. —Se oye complicado. —Lo es, pero con un poco de tiempo puedo hacerlo. —Te daré la zona y la mansión a la que quiero que invadas la privacidad, esto solamente tiene que estar entre nosotros dos, tus honorarios aumentaran si haces bien el trabajo. Le escribí en un papel la dirección de la casa de Kassandra, si este joven logra hacer que yo tenga acceso a su privacidad, me hará más fácil mi venganza. Trabaje todo el día, al atardecer me retire hacia el hotel, no puedo arriesgarme que ella descubra que vivo aquí en la ciudad. Más adelante le diré que compre una casa porque deseo quedarme más tiempo aquí. Cuando entro al hotel y paso por el lobby me sorprendí verla sentada en la sala de espera. —¡Kassandra! —Por fin llegas, pensé que me había equivocado de hotel. —¿A qué se debe esta sorpresa? —Ella me da un beso inocente en la boca. —Es que mis padres andan en un evento de veteranos, no quise ir, esas reuniones son aburridas. Reflexioné en ti. —¡Aquí estoy, solamente di que quieres! —Vamos a mi casa, aquí es muy público, no quiero que alguien nos vea. —¿Y si tus padres llegan? —Llegarán hasta mañana, siempre se quedan cuando el evento es lejos, esta vez les toco en otro sitio. —Si la cosa es así, entonces vamos señorita. Ella se enganchó en mi brazo, salimos del hotel, ella se subió a mi auto y conduje hasta su mansión, observe cuantas cámaras hay. Ella me sorprende observando, me dice que no me preocupe que ella las ha desconectado para que sus padres no se enteren de mi llegada, sonrió ante su astucia. —Te da miedo estar sola. —No, mis intenciones son otras, les dije a los empleados que tenían la tarde libre. —Eso significa que no hay nadie, solamente tú y yo. —Exacto, entremos. Desde el momento que ella cerro la puerta de su casa se me hace tirada, arremetiendo contra mi boca, le seguí su juego, nos besamos por cuestión de minutos, ella buscaba más de mí. La chica es atractiva y candente, mis manos se movieron por su exuberante cuerpo, ella gemía ante mis toques. —Vamos a mi recámara. —¡Tus mandas! Ella me tomo de la mano mordiéndose su labio, mientras subíamos a la segunda planta observe si en el interior había cámaras, no detecte ninguna. Entramos en la que se supone es su habitación, es como entrar a otra casa, ella tiene todo tipo de lujos, de inmediato me lleva hasta su recámara, me hace sentarme en la cama, se mueve una manera erótica y se desviste, se viene sobre mí, en ropa interior. Muy sexi, por cierto, me saca el saco y desabotona mi camisa. —¿Realmente quieres esto? —No te creas especial, no eres el primero. —Nunca dije eso, no soy muy despectivo. —Tengo mucha experiencia, en este momento te llevaré al cielo. Ella me termina de quitar la camisa, la observo con morbo, desde que mis padres murieron no tenía tiempo para este tipo de cosas, mejor me relajo y lo disfruto. Ella hace su magia, que estoy ansioso, me da una sorprendente mamada, que me deja sin una gota, no me he quitado aun mi pantalón, simplemente lo desabrocho e hizo su trabajo. No solo eso, sino que ella me tira a la cama para montarme cuando un ruido nos interrumpe, ella se levanta rápidamente y coge su ropa, yo hago lo mismo, me pongo mi camisa, y el saco. Ella me dice que guarde silencio, salimos de la habitación, escuchamos risas y voces en la planta baja, ella de inmediato me lleva por el pasillo y me hace brincar por una ventana hacia el patio trasero de la mansión. —Que demonios, ahora que hago. Miro a mi alrededor, me llama la atención una línea de cámaras que están enfocadas en la nada. Eso me da curiosidad, tiento una pared que está forrada con un tipo de enredadera, palpo para ver si encuentro algún tipo de puerta, pero nada que se asemeje a eso, lo curioso es que las cámaras están fijas hacia aquí. Me quedo viendo fijamente, en eso miro un botón oculto, lo aprieto y automáticamente se abre una puerta que yo no había detectado. Dudo entrar, está bien oscuro, saco mi celular y enciendo la lámpara, la puerta está por cerrarse, al parecer se mantiene abierta, cierto tiempo, decido entrar, al cerrarse, quedo en completa oscuridad. Avanzo despacio en eso las luces se encienden, son luces de movimientos, ya puedo ver que es un túnel, la estructura está bien construida, camino despacio las luces se encienden delante de mí. Llego a otra puerta, tiene un picaporte, la puerta está sin llave, la abro con cuidado, se ve todo blanco, en eso miro una cama con alguien sobre ella. Noto que la puerta no tiene cómo abrirse desde su interior, me quito el zapato y lo coloco en el piso a modo de servir de cuña, para que la puerta no se cierre, porque quedaría encerrado en este sitio. —¿Quién eres? —Una chica, con una bata blanca, está sentada sobre la cama, mirándome con asombro.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD