Rastreo
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Escucho el zumbido de las balas que pasan cerca de mí, corro y me derrapó para llevarme al tirador con las piernas, esté que aún no asimila que una mujer con mi apariencia y en un atuendo nada apropiado lo derribara maldice con una soltura formidable.
Lo que me vuelve más salvaje, una vez de pie tiro de su corbata para darle un rodillazo a la vez que tomo su brazo con el que sostiene su arma, hago uso de su misma arma para apuntarle con ella y dispararle a un costado.
Saco mi arma y jalo el gatillo para volarle los sesos, salen más hombres de lo que supongo es el cuarto dónde controlan las cámaras que detectaron mi intromisión. Antes de que puedan hacer algo, a punto y disparo dos veces sin mayor problema, dando en el blanco, una bala en la cabeza de cada individuo.
Sigo por el pasillo y voy directo a dónde están las cámaras, puedo ver las habitaciones y el número de hombres, desde ya saco el cargador del arma y abastezco con más balas para reponer las que gasté, asimismo preparo otro cargador nuevo porque será necesario. Los hombres al no recibir el mensaje de que todo está en orden comienzan a avanzar, salgo del cuarto y podría decirse que se asemeja a un baile muy coreográfico, ni parece una masacre la que estoy dejando a mí pasó.
Luce fácil, pero solo ha sido el resultado de práctica y entrenamiento. Entre algunos golpes que recibo y la sangre que me salpica me comienzo a sentir sucia. Una vez que me deshago del último me dirijo a la habitación dónde se está llevando a cabo el intercambio.
Mi objetivo junto con el posible cliente se habían parapetado en una habitación con una puerta que tenía scan de retina para poder abrirse, le disparé, pero esto no ayudaría, saque de mi pequeño bolso una masilla más potente que el C4, basto una cantidad pequeña que puse en los goznes de dicha puerta para que con una explosión controlada ¡adiós puerta!
A veces creo que disfruto mucho de esto, la cara de los sujetos era fascinante, al salir de la sorpresa enviaron a sus elementos a subyugarme, mi puntería jamás me falla, esquive sus ataques, hasta un cuchillo me lanzaron el cual decomise por un breve momento, use el mobiliario para destrozarlo contra estos enormes hombres, sus armas fueron las mismas que utilice para aniquilarlos.
El cliente no lo identifique, no era alguien que me hubieran mostrado en el archivo que me entregaron, al parecer ni siquiera tenía toda la información de quién estaba tratando de infiltrarlos, al intentar huir le dispare en una rodilla, ya que necesitaba hacer algunas preguntas, por su parte el vendedor escondió la USB en su bolsillo como si eso me fuera a impedir que se lo arrebatara, ¡qué ingenuo!
Saqué la grabadora y la puse en una mesa de centro lista para la tarea, me senté a lado de esta, y empleé el cuchillo que previamente me habían lanzado para amenazar al idiota que estaba frente a mí sentado, pensaba que saldría de esta, pues se atrevió a flashearme con una sonrisa cínica.
—Necesito respuestas, y prefiero hacerlo sin tener que ensuciarme las manos —le dije viéndolo a los ojos sin ninguna emoción en mi voz.
—¡Lo lamento hermosa!, pero soy un contacto importante de la CIA, no querrás ser perseguida y eliminada —lo dijo con displicencia.
—No querido, te equivocas, la CIA te quiere callado y necesita de regreso lo que sustrajeron —al escuchar esto palideció y ese aire de seguridad que tenía lo abandono.
Hice girar el cuchillo por el aire y al atraparlo lo encajé en el dorso de su mano que estaba apoyado en su pierna, atravesando ambos miembros, no se hizo esperar el gemido desgarrador por el dolor.
—¡Maldita perra! —profirió en un chillido.
—¡Ja! ¿Ya no soy hermosa? Qué rápido cambio de parecer —espeté en tono burlón y cínico.
Al cabo de un rato obtuve la información, para mi desgracia no fue tan simple, hubo necesidad de emplear tácticas que doblegaran a estos sujetos. El que mayor fiereza presento fue el cliente, pero al último todos cantan cuáles preciosos pajarillos.
Para cuando termine con ellos, me rogaban porque terminará con su miseria, yo más que encantada les ayude a bien morir. “Bas” como dijo llamarse el cliente me advirtió que me arrepentiría, pues me acababa de echar encima a un enemigo peligroso.
Busque la USB y allí mismo comprobé que tuviera la información, al salir del lugar, fui directo a provocar un mini incendio en un cuarto que servía de almacén para funcionamiento del antro. No tardo en sonar la alarma de incendios provocando que toda la gente saliera.
Por último llamé al equipo que me dijeron contactara para que se encargara de hacer la respectiva limpieza de la escena del crimen, por mi parte yo ya había borrado las cintas de vigilancia, que me habían captado. Y era hora de salir de escena.
Flashback... (¿cómo llegue a Bruselas?)
No se puede confiar en la información que te dan estos sujetos, cuando te dicen que serán objetivos fáciles siempre es todo lo contrario, lo he aprendido de la forma más dura, algunas cicatrices muestran que por poco no la libro.
El sujeto al que venía siguiendo desde Ámsterdam no parecía nada del otro mundo y no se tenía información sobre este, eso era lo que me preocupaba, su contacto y doble informante de la CIA no aporto datos que me fueran de utilidad, así que realmente iba a ciegas, tanteando el terreno.
Luego de observarlo a la distancia seguía sin darme la certeza de que fuera a entregar la información que sustrajeron de la CIA, estos americanos nunca aprenden que no deben confiar ni en sus colegas más veteranos.
Lo seguí hasta Le Garage era un antro de moda aquí en Bruselas, pero se sabía que había negocios turbios en su interior, quizá lavaban dinero y que mi objetivo se dirigiera allí me hacía creer que pronto podría hacerme con la información, al parecer lo hicieron esperar para luego darle paso a una puerta que no dejaban de custodiar, dos hombres de complexión robusta con cara de enojo permanente.
Me mezclé un poco con la gente que se encontraba restregándose al ritmo de la música de moda, esto nunca fallaba, empuje a unos cuantos vaciándoles mi bebida encima, toque el trasero de una joven y señale a otro como responsable lo que originó un conato de pelea, los guardias tuvieron que intervenir, por suerte la puerta no tenía mayor seguridad que sus fieros ojos vigilantes.
Detrás de la puerta era una habitación con sillones, mesas y una cava con licores, pero el dispositivo de rastreo me mostraba a mi objetivo a algunos metros, busque por todos lados hasta que di con una puerta oculta que me llevo a un sótano.
Descendí las escaleras muy alerta y consciente de que posiblemente tendría que eliminar a más gente de la que me habían pedido, no saque mi arma, no hacía falta, confiaba en mi velocidad para usarla si fuera necesario, pues al parecer un sistema de cámaras les alerto de mi intromisión, varios hombres al ver que era una mujer se tranquilizaron, no contaron con que sería su último error.
Fin del Flashback
De regreso en Virginia, contacte a Lars, ese era su nombre con el que se presentó, le devolví la USB y le entregue la grabación que hice sobre la confesión de los implicados, enseguida dio la orden a un joven de lentes que nunca se bajó de una camioneta, y ¡ding! Se oyó mi celular, lo que indicaba que ahí se encontraba la transferencia bancaria que completaba mi pago por el servicio prestado a esta honorable agencia.
Esta ocasión por la premura del viaje no tuve oportunidad de hacerme de mi acostumbrada pieza, por lo que debía volver a realizar un viaje express por una pieza que ya tenía detectada con antelación, ahora tenía el dinero para adquirirla.
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Título original: Su Obsesión
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