Camilla. Camilla. Camilla. Ese nombre, atormentaba la mente de Kallias desde el preciso innstante en que habia salido de los labios de su amigo; sin embargo, y para tortura del chico, el no tenia mayor informacion al respecto. No había apellido atado a su nombre, ni tampoco una descripción. Y para empeorarlo todo un poco más, cuando Luca propuso de ir a tomar un helado con ella, una llamada de Oso arruinó la oportunidad de conocerla en persona. No porque Kallias deseara conocer la identidad de la bella dama, en realidad, él quería conocerla para encontrar un punto débil, algo vulnerable para acabarla, arruinarla. Pero primero, antes de todo, estaba el trabajo, estaba Oso. —Son cinco—explicó Oso a su mano derecha, mientras Kallias estiraba la oreja para intentar escuchar mejor la orde

