Kallias:
Un hordido gemido de dolor resonó por los pasillos de la mansión D'Angelo, en compañía del estruendo del disparo.
Al oírlo, Kallias apretó el paso, con una sonrisa de gato dibujando sus labios.
En su oscura y perversa mente, él ya podía imaginar la situación en la que alguno de sus amigos había arrebatado su primera vida, y como aquel cargo de consciencia lo acompañaría por siempre.
Cuando finalmente dobló la esquina, con horror y pánico vio el charco de sangre recubriendo el cuerpo de Alexander D'Angelo, hijo mayor y heredero del rey de la mafia.
Unos pasos más atrás, con rostro pálido y el corazón acelerado se encontraba Luca.
Su mirada gris tormenta, atestada de lágrimas sin caer, estaba clavada en el moribundo cuerpo del heredero del imperio.
El corazón de Kallias se sa
