Capitulo 2 Desahogo

1383 Words
Domingo 6 de enero del 2013 Desperté y ya era de mañana y no estaba en mi cuarto ni mucho menos en mi casa. ¿Dónde mierda estaba? Me encontraba en una cama cubierta con una cobija, la levante con miedo de encontrarme completamente desnuda, solté un suspiro de tranquilidad al ver que me encontraba con un mono holgado y con una franela dos tallas más grandes que la mía. Luego caí en cuenta que si estaba vestida de esa forma, quiere decir que me desnudaron. Lleve mis manos a mi rostro mientras imágenes del día anterior venían a mi mente, mis ojos se volvieron a inundar de las lágrimas derramadas. -¡ahhhh! Grité de frustración, ¿Hasta cuándo sufriría por un hombre que no valía la pena, por un hombre que no valoró todo mi amor hacia él? Escucho unos goles en la puerta, me siento en la cama, y cubro mi cuerpo hasta el cuello con la cobija antes de decir un "pase" la puerta se brío poco a poco. -¿te encuentras bien? Pregunto un hombre, que inmediatamente reconocí como el hombre del parque, me di el lujo de detallar, era un hombre atractivo, tenía unos ojos azules que me recordaban el mar, sus boca era la perfección al menos para mí, tenía su labio superior un poco más fino que el inferior, la nariz era fina y un poco perfilada, su cabello era totalmente n***o, fui bajando mi mirada a su cuerpo bien trabajado tenía un pecho amplio, se podía apreciar a través de la camisa que llevaba unos brazos fuertes y musculoso, se veía que era alto como de 1 metro 85 centímetros o tal vez 90, rápidamente mis mejillas se tiñeron de rojo y las sentí arder, me sentí estúpida al recordar que un hombre así me había visto en aquellas condiciones y hecha un desastre, pero después recordé que ya no llevaba mi vestido puesto y la ira me invadió. -¿fue usted quien me cambio de ropa? Pregunte apretando mi mandíbula debido a la fuerza que estaba haciendo para no gritar. -no, tranquila, fue una de mis empleadas- respondió con una sonrisa en su cara. Y en ese momento me sentí más estúpida. No podía molestarme con el hombre que me ayudo. Imágenes de lo sucedido llegaron a mi mente, mis ojos se fueron llenado de lágrimas y empecé a llorar sin poder evitarlo, vi como el que aún estaba parado a un lado de la puerta, avanzó hasta que se paró a un lado de mí que aún me encontraba en la cama, se agachó hasta quedar a mi altura y tomar mis manos. -no sé, que te pudo haber pasado, pero todo tienes solución, lo que haya hecho que dejará a tu novio plantado, o que él no llegara, debe tener una explicación. - yo mire sus ojos después de esas palabras como preguntado el por qué él sabía algo. -lo digo por el vestido de novia que traía cuando te encontré y por las condiciones en la que estabas- aclaro -no hay nada, de que hablar y mucho menos que explicar, el me engaño y yo no lo perdonaré. Punto y fin. Dije a pesar del nudo en mi garganta y de mis lágrimas aún derramadas -creo que debes tomarte las cosas con calma. - me recomendó levantándose, rodeo la cama y se sentó a un lado de mí, recostó su espalda al cabezal de la cama, levanto sus manos y la llevo atrás de su cabeza, no pude evitar notar como se prensaba la camisa que llevaba pueda por la tensión se sus músculos, respire fuertemente, la tristeza me abandono en ese momento y la rabia se apoderó de mí. -el me engaño, ¿Vale? Hace dos meses casi tres que no hace el amor conmigo- dije sin mirarlo - hace un una semana fui a la casa donde viviríamos los dos una vez casados, él me dijo que estaría allí terminado ciertas cosas para cuando vivamos allí, yo no podía ir por cuestiones del trabajo, pero después de mucho pensarlo pedí permiso para faltar e ir a sorprenderlo, ese día me coloque la ropa más sexy que tenía abrí la puerta principal sin hacer ruido, me quite el sobre todo que tenía puesto y quede solo en ropa interior y aun con más silencio abrí la puerta de la habitación, pero la sorpresa no fue para el sino para mí, él estaba con mi mejor amiga desnudos, el sobre ella, estaban teniendo sexo sobre la que sería nuestra cama- dije, y volví a tomar otra bocanada de aire, lo mire y él tenía una cara de pena, quiso decir algo pero yo continúe hablando antes de que manifestará su lástima por mí, era lo que menos quería en ese momento.. -me quedé en silencio, no sabía qué hacer, si enfrentarlo y matarlo o marcharme de allí y esperar a estar más calmada para afrontarlo. De pronto escucho a mi "amiga" -dije haciendo las comillas con los dedos- gimiendo y pidiendo más y a él cumpliendo sus deseos, ella le decía que no se casara conmigo, y él le respondía que no pidiera eso porque él me quería, luego ella le dijo que estaba bien, que se conformaba con ser la dueña de su cama porque yo no sería capaz de despertar pasión, y él le dijo que no se volvería a repetir que sería la última vez que lo harían. Ellos hablaban de mi sin percatarse que yo estaba allí, no aguante más y salí de la misma forma en la que entre. -no entiendo, ¿Por qué si, viste y oíste todo eso seguiste con la boda? Pregunto ese desconocido, al cual me había atrevido a contar todo sin ni siquiera saber su nombre. -porque yo lo quiero, y pensé que como le había dicho sería la última vez que estaría con ella. -y ¿por qué justamente el día de la boda decides acabar con todo? -en realidad dije ¡No! Cuando me preguntaron que si lo aceptaba como esposo, y dije ¡No! Porque me percaté de las miradas que ambos se daban y sentí que la que sobraba era yo, y aunque tal vez sea verdad lo que ella dijo y no despierte deseo en nadie, no por eso me voy a amarrar a un hombre que fue capaz de engañarme... -primero, ere un mujer hermosa, capaz de despertar los más bajos instintos de cualquier hombre, y segundo si él te engaño es porque es un idiota que no te merece y no te valoró como mujer, porque sencillamente no te quiere. Dijo mirándome a los ojos, no sé por qué pero sentí que podía ver mi alma. Alma que llora sin consuelo por haber perdido tanto tiempo con un hombre que no valía la pena, alma que quería morir de tanto dolor porque a pesar de todo yo lo quería. Pensé en las palabras que este desconocido había dicho y empecé a llorar nuevamente, llorar por que él tenía razón Rafael no me quería de haber sido así no me hubiese engañado y llorar por que hacía mucho tiempo que nadie me decía que era hermosa, y ya mi autoestima ha tocado el fondo, no me sentía hermosa ni mucho menos atractiva y por ende menos me sentía capaz de despertar el deseo en un hombre. Sentí sus brazos rodearme y aproveche de apoyarme en su pecho aspire su aroma y me sentí más relajada, el pasaba una mano de arriba a abajo mientras me decía que todo estaría bien, nunca me sentí tan bien en los brazos de un hombre y mucho menos de alguien que no conocía. Levante mi rostro y lo vi a los ojos. -¿realmente crees que soy hermosa? O ¿solo lo dices para hacerme sentir bien? Pregunte ya un poco más calmada. -eres hermosa, no lo digo solo para hacerte sentir bien, lo digo porque es la verdad. - respondió pasando el dorso de la mano que antes acaricia mi espalda, por mi mejilla limpiando una lágrima solitaria que se había escapado.... nos quedamos mirando fijamente, yo me perdí el azul de sus ojos y de no sé dónde se me ocurrió una idea loca, no lo pensé dos veces y lo bese, no sé si fue la chispa del momento o fue la ganas de vengarme de la traición de Rafael, pero no quería parar hasta tener sexo con un desconocido.....
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