Entre tu y yo

Entre tu y yo

book_age16+
213
FOLLOW
2.2K
READ
HE
arrogant
drama
bxg
loser
lucky dog
campus
highschool
harem
like
intro-logo
Blurb

Mia, una chica inteligente y tímida, ha estado enamorada en secreto de su compañero de clase, Matt, durante años. Sin el valor suficiente para declararle sus sentimientos, decide pedir ayuda a su mejor amigo de la infancia, Oliver, un chico popular y carismático que siempre ha estado a su lado. A cambio de su consejo en el amor, Mia se compromete a ayudar a Oliver a mejorar sus calificaciones, algo que él necesita desesperadamente para mantener su estatus en la escuela.

Conforme pasan más tiempo juntos, Mia y Oliver comienzan a descubrir una conexión más profunda de la que esperaban. Sin embargo, hay un gran obstáculo: Oliver tiene novia, y su popularidad lo mantiene atado a un mundo que no permite errores. Ahora, Oliver debe enfrentar una difícil decisión: seguir siendo el chico popular que todos conocen o arriesgarlo todo por la chica que siempre ha estado a su lado, pero a la que nunca había visto de esa manera.

En este enredo de sentimientos encontrados, Mia y Oliver deberán decidir si vale la pena arriesgar su amistad y enfrentar las consecuencias de un amor que podría cambiar sus vidas para siempre.

chap-preview
Free preview
Una vida dificil
Su vida había trascurrido de forma dramática, desde los 11 años solo recordaba a sus padres peleando sin parar, como si jamás hubieran tenido ni una pizca de amor por el otro, era desgastante, su familia era disfuncional, lo supo desde siempre, su madre era una mujer sumamente insegura que siempre celo a su padre, eso poco a poco destruyó su relación y por supuesto a su familia, hasta el día en que su padre decidió abandonarlas, todo cambió ese día definitivamente. Tal vez algo de lo que vivió en esa época había influido en su inseguridad de hoy en día, no lo sabía con seguridad. Su vida ya era complicada, eso sin contar los comentarios y las miradas burlescas de las cuales era víctima en el colegio, se trataban de personas sin empatia que lo único que hacían era denigrar a una persona que era diferente a ellos para validar lo que eran en verdad. Se veía al espejo y se preguntaba ¿Qué estaba mal con ella? Siempre lo hacía. Su ropa era ancha y muchas veces parecía una ensalada de colores, pero eso no era malo, ¿o si? solo tenía su propio estilo, uno que a ella le agradaba. Se sentía bien estando cómoda y no lastimaba a nadie para eso. Aún así las personas seguían sin entenderla. Cuando Mia llegó a casa después de terminar el horario escolar, lo primero que hizo fue revisar a su madre, abrió un poco la puerta de su recámara y la observo recostada en la cama, durmiendo, suspiró cansina, no se veía bien. Había dejado toda la comida que dejo en la bandeja, lo cual era una mala señal. Ya no sabia que más hacer. Al paso que iba tendría que contratar a alguien para que la cuidara o tal vez podría recaer de nuevo y seguiría lo peor. Desde que su padre se había ido, Hoani se fue sumergiendo en una depresión sin precedencia que 5 años después seguía sufriendo. Se sentía en una montaña rusa, donde el descenso ya había durando demasiado. Al principio no era tan severa la situación, al menos su mamá trataba de salir de la cama e ir a trabajar, le echaba ganas o pretendía hacerlo, pero desde que se había enterado de la boda de su exmarido todo se fue en picada. Fue como si hubiera regresado el pasado a ese día donde su padre las abandono. No comía, no se aseaba, ni siquiera salía de la cama y prácticamente se la pasaba durmiendo todo el día, tratando de olvidar su fallido matrimonio. Mia no veía salida. ¿Qué se supone que tenía que hacer? Había intentado de todo, desde terapia, medicamentos, retiro espirituales, incluida las citas a ciegas y nada había tenido buenos resultados. ¿Y cómo? Si Hoani no ponía de su parte, ella se reusaba a seguir adelante sin importarle nada, ni siquiera su hija y todo lo que ella tenía que pasar por verla sufrir de esa manera. Mia bajó a la cocina luego de ver su estado y preguntarle si quería algo de comer, para su sorpresa había dicho que si, así que puso manos a la obra, no era buena cocinando, pero al menos sabía preparar ramen que si aún lo recordaba bien, era el favorito de su mamá. Cortó algunos vegetales y mientras esperaba que todo hirviera su mente regresó a lo sucedido esa mañana, no quería pero su subconsciente la arrastro hasta ahí. Sacudió su cabello con mucha frustración, regañandose por ser tan cobarde y timida. Que tonta, se decía una y otra vez. Pero a la vez se obligaba a ser realista al respecto, ni en mil años Matt se fijaría en ella. Eso sería casi un milagro. Salió al porche de la casa después de darse una ducha caliente y llevarle de cenar a su mamá y claro, ayudarla a comer. Se sentó en aquella banca que muchas veces ocupaba para contemplar el cielo, ese era el único recuerdo bueno que tenía de Hoani, en ese momento se dio cuenta que hablaba de ella como si ya no estuviera y desgraciadamente así lo sentía, era como si estuviera muerta en vida, esa mujer postrada sobre la cama había dejado de ser su madre desde hace mucho. Cuando apenas era una niña le enseño varias constelaciones y le leia cuentos sobre cada una de ellas. Eran tan mágicas esos momentos, de verdad las extrañaba. Por suerte esa noche era especialmente estrellada para poder verlas a todas. La pasaba ahí hasta que el sueño la venciera, por lo que decidió preparase una taza de té verde y mientras bebía un poco del líquido caliente escuchó el rugir de un motor, demasiado escandaloso para su gusto y como si eso no fuera poco lo acompañaba el sonido de una música ruidosa. No tenía respeto alguno. Cuando el auto se estacionó justo enfrente de la casa de alado, no le dio importancia, hace mucho que ya no lo hacía, casi podía decir que aquella escena era una que veía muy seguid, así que siguió en lo suyo, ya que sin verlo claramente sabia de quien se trataba. Su vecino y amigo (si aún podía decirle así) Oliver Silver. Subió los pies a la banca y se hizo un novillo cuando Oliver bajó del auto y escuchó como se despedida de todos sus amigos, el azabache caminó directo a su casa con una gran sonrisa, se la había pasado muy bien, pero paró apenas noto a Mia del otro lado de su jardinera. Trató de ignorarla como lo hacía siempre, la conocía mejor que nadie y sabía que si se encontraba a fuera de su casa, con una taza de Té y manta, era porque algo le pasaba, lo hacía siempre que quería sobrepasar algo. Entonces recordó aquellos tiempos donde su único hombro para llorar era el de él. Suspiró mirando hacia los lados y sin pensarlo mucho caminó hacia ella, sin que lo notara hasta que Mia sintió a alguien sentarse a su lado, al principio se sobre salto, nunca imaginó volver a ver a Oliver allí, sentado en su banca, lo miró extraño, era una sorpresa, si, aún se saludaban por pura cortesía, pero ya no era lo mismo, ya no eran cercanos, no eran Oliver y Mia contra el mundo. —Hola Mimi. —Oliver fue el primero en saludar. Se sintió bien decirle como solía hacerlo. —Hola, Ol... —Su expresión cambió y lo miró tranquila, aunque la sorpresa de verlo allí seguía en ella—. Hace mucho que no me llamabas así. —Mis dijo y sonrió amable, un poco sonrojada al escuchar el apodo que él le había puesto cuando aún eran unos niños —Hace mucho que tú no me llamabas así. —Le señaló. Mia pensó en que no era lo mismo, la mayoría de sus amigos lo llamaban de esa forma, resopló y se encogió de hombros sin darle importancia. —¿Qué te trae por aquí? —Fue directa al grano, no creía que su visita fuera por pura cortesía cuando hace mucho lo dejo de hacer. Lo miró curiosa con un poco de prima, lo cierto era que la soledad iba más con ella. —¿Qué? ¿Ya no puedo saludar a mi amiga? —objetó ofendido. Mia rio irónica, ese título no era la especificación correcta de su relación, más bien eran conocidos o ex amigos, pero de nuevo no dijo nada. El silencio reinó por unos minutos mientras seguía mirando el cielo, era extraño no saber de qué hablar con Oliver, antes era como un libro abierto cuando estaba con él, muchas de las veces él se trasformo en su fortaleza, su hogar cuando el suyo se desmoronó, extrañaba esos momentos donde podía leerla a la perfección sin decirle ni una sola palabra. —Y-y... ¿Cómo está Hoani? —preguntó poniéndole fin al silesio incómodo que se estaba formando. Al igual que Mia, Oliver se sentía desconectado. Hace mucho que no hablaban, ella había cambiado mucho, físicamente seguía siendo la niña de mejillas sonrojadas y anteojos de fondo de botella con su ropa colorida, pero por dentro sabia que ambos ya no eran los mismos, habían cambiado y ahora era polos totalmente opuestos.

editor-pick
Dreame-Editor's pick

bc

La embarazada sacrificada

read
2.9K
bc

Prisionera Entre tus brazos

read
101.2K
bc

Una niñera para los hijos del mafioso

read
45.0K
bc

La Esposa del Heredero Paralitico

read
16.6K
bc

Mafioso despiadado Esposo tierno

read
23.8K
bc

Venganza por amor: Infiltrado

read
64.3K
bc

Eres mío, idiota.

read
3.5K

Scan code to download app

download_iosApp Store
google icon
Google Play
Facebook