Descansos

971 Words
Elías busca un documental y Nala se pone cómoda sobre la cama, se acuesta a su lado y le ve comer pastel mientras mira unos elefantes en la televisión. Él le pasa una manta encima y la acerca a su pecho, le da una cucharada de pastel y ala lo prueba, está verdaderamente rico, pero ha quedado muy satisfecha con solo el almuerzo, así que se niega a probar más. Elías le acaricia el pelo con cariño y cuidado, le besa sobre la frente y continúa acariciándola de esa manera tan cálida que la joven no tarda en quedarse dormida. Él la observa y deja los postres sobre la mesita de noche, se abraza a ella y cierra los ojos, no recuerda cuando fue la última vez que tomó una siesta, ni siquiera la última vez que durmió ligeramente bien, pero tenerle a su lado la relaja lo suficiente como para permitirse intentarlo. Descansar. Así como el príncipe del desierto descansaba entre los brazos de su novia, el príncipe heredero lo hacía en la cama de su esposa. Kamal sabía que la última vez que se permitió llorar como esa mañana fue el día de la muerte de su hijo más pequeño. Selene estaba tan ilusionada y él, en su mayoría, había pegado varones, pero esa había sido una niña y no podían dejar de sentir que en ello radicaba la diferencia con sus anteriores embarazos. La fortaleza de su mujer le había sorprendido al máximo Kamal estaba en la cama de su esposa tomando una siesta mientras la mujer le observaba en silencio, Selene había intentado leer, tampoco consiguió concentrarse en la vista de Nueva York, sin embargo; sus pensamientos le llevaban hacia Kamal. Él se incorporó sobre la cama y se pasó el dorso de la mano contra los ojos. Vio a Selene quien fue a hacer una llamada a servicio al cuarto, luego, se acercó. La cama en la cual estaba Kamal. Ante la inquisitiva mirada de su esposo se quitó el tirante del vestido que llevaba puesto y él observó en silencio hasta que el vestido toca el suelo, siu esposa se lleva las manos al pecho y dice: —No tengo… no tengo 17 años. No estoy flaca y tengo una cicatriz horrible y un hueco gigante. La joven se quitó el relleno del brasier, miró a su esposo angustiado, en espera de que saliera corriendo. Kamal, observó el vacío en la copa de lencería y decidió salir de la cama. Se acercó a ella y le acarició el pelo, le besó en la mejilla y se quedó junto a su piel, disfrutando del calor y del aroma, a jazmín que llevaba la joven. —¿Puedo tocar? —No sé si esté lista. —reconoce, con voz temblorosa. —A mí me parece mucho más hermosa ahora. —Esas son solo palabras. —La cicatriz recuerda lo valiente que has sido y hay cirugía plástica, a las diecisiete eras muy delgada, muy insegura, mucho más parlanchina, pero muy superficial, la mujer que tengo en frente. La Selene, de veintisiete, es la mujer de mi vida, es guapa, inteligente, valiente, segura de sí misma, trabajadora, y mucho más profunda y compleja. Selene se sostiene de los brazos de Kamal y se para de puntillas para besarle, Kamal le sostiene de la cintura y le besa lentamente con todo el cuidado del mundo, roza los labios con los de su mujer. Ella se entrega al beso y al cuerpo de Kamal, quien le acaricia y le acerca en busca de su calor y cuando se separan le pregunta al oído su le haría el amor, su esposo asiente encantado con la idea de redescubrir su cuerpo y dar tienda suelta a la química. Olvidarse del dolor y abrirle paso al perdón. Selene toma asiento sobre la cama y su esposo se acerca, le besa las mejillas, el cuello y desciende repartiendo besos. Él decide no tocar sus pechos hasta que Selene le invite a hacerlo, en su lugar, acaricia suavemente la piel alrededor de su abdomen y desliza sus dedos entre las bragas deslicen, ella eleva sus caderas para que él las baje lentamente y después juguetea con su clítoris. El joven nota la facilidad con la que su cuerpo se enciende y su sexo se humedece, como las terminaciones nerviosas de Selene responde de inmediato a sus caricias y sonríe antes de lamerle suavemente. La joven da un gemido de sorpresa y se acarra de la cabeza de su esposo, la dirige hacia su centro y siente la respiración de su marido contra su punto sensible, es cuando la lengua de Kamal se desliza contra su clítoris, que recuerda lo fácil que es sentirse viva, poderosa y llena de placer. Al mismo tiempo que sus hermanos. Disfrutaban de los beneficios de tener a alguien, Farah. Decidía darse un poco de amor y cuidado a. sí misma, la oven abrió una botella de vino, comió su pizza, disfrutó de unos capítulos de un programa americano que le resultó entretenido mientras se relajaba en la tina de baño. La princesa aprovechó para revisar las r************* de sus hermanos, las cuentas ocultas, y sonrió al encontrarse una fotografía de Nala comiendo junto a Elías. La joven comprobó la cuenta de Maximiliano, sus últimas fotos, y sus últimos días, y eso la llenó de más tristeza que la muerte en sí de su madre, extrañaba tanto a Max, porque definitivamente él pensaría que se había vuelto loca, pero le apoyaría. Su revisión se interrumpió ante los fuertes golpes en la puerta principal de su habitación y los gritos de Lorenzo. —Farah. ¡Farah! —le llama. Les prometo que ya mañana se ponen bonito y descubren lo que pasó entre estos dos, por ahora, espero que hayan disfrutado..
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