Más Allá del Amor

Kira Lennox Tiro mi bolso al sofá completamente cansada, agotada y estresada de toda esta mierda de vida y por la maldita rutina en la que estoy consumida desde hace unos años y que lo único que hace es hundirme en mi propia miseria sin ninguna escapatoria. Me recuesto en el sillón cerrando los ojos mientras analizo mi vida. Yo debería estar estudiando, preparándome para ser la mejor actriz del momento, debería estar cumpliendo mis sueños, con los que ahora solo puedo soñar, ya que mi vida se fue al carajo hace tres años. Se que no es culpa de ellos, que mis padres no pidieron partir pero en días como hoy, en los que estoy absolutamente cansada de todo lo que me rodea, es cuando mas les hecho la culpa del porque nos abandonaron, del porque se fueron dejándonos solas y cero prepararas para la vida. Claramente es una estupidez e injusto para ellos el que yo piense así, ya que ellos no decidieron partir de este mundo y dejarnos solas, sino que fue culpa de un maldito alcohólico irresponsable al volante quienes les quito la vida y nos destruyo como familia dejando a dos chicas huérfanas Aquel día, aquella llamada que cambio todo para siempre, la tengo grabada en mi memoria como si estuviera sucediendo ahora mismo y como no, si desde ese momento todo lo que creía seria mi vida quedo en segundo plano. A veces parece un disco rayado en mi mente aquel día, pero no puedo evitarlo, por sobre todos los días en los que me siento tan frustrada y cansada, donde maldigo aquel día que me quito a mis padres. Padres que eran los mas amorosos del mundo, los que daban todo por nosotros, los que sin pedirles algo ellos nos daban de todo, los más compresivos y apañadores del mundo. Los extraño demasiado y más cuando recuerdo que dentro de unos días se cumple un nuevo aniversario más de su partida, de su lamentable muerte. Para el mundo que ellos ya no estén en vida, significo una gran perdida, por que ambos eran muy queridos por el público, mi madre era una de las mejores actrices de su momento y mi padre, el mejor guionista, donde ambos habían logrado los mejores éxitos de las taquillas los últimos años y que se ganaron el respeto y cariño de todos. El día que partieron, las noticias no dejaban de transmitir lo sucedido, un recordatorio mas de como cambio mi vida y que si bien, agradezco que hasta el día de hoy mis padre sigan siendo queridos, desearía que ya no mostraran más imágenes de ellos, porque me recuerda mi realidad la cual esta a un punto de volverme loca. Los extraño, los necesito, quiero volver a mi vida y quisiera volver el tiempo atrás para detenerlos que fueran a ese viaje, esa escapada romántica que habían planeado para alejarse unos días y disfrutar los dos solos, viaje que los arrebato de esta vida y de la de nosotras. El ruido escandaloso de mi teléfono me trae al presente y me hace abrir los ojos, busco el aparato que dejo de estar a la moda desde hace un par de años pero que debido a la escasez de dinero en mi cuenta en el banco me ha sido imposible poder cambiar. Al menos me sirve para lo que necesito, realizar y recibir llamadas, ver mi correo electrónico y mensajearme con los pocos amigos y familiares que me quedan. Veo la pantalla y no es otra que mi amiga, casi la única que no me ha abandonado después de toda la desgracia que cargo encima. - Hola – suelto junto a un suspiro. - ¿Cómo estas muñeca? No te escuchas muy bien – me dice Claudia, mi mejor amiga desde que somos niñas. - Igual que ayer y que desde hace tres años – le digo y ella se queda en silencio por unos segundos. - ¿Necesitas dinero? Sabes que puedes contar conmigo para lo que quieras – me suelta otra vez y como lo viene haciendo desde siempre. - No, no lo necesito, sabes que puedo sola – le digo ya harta de que me ofrezca dinero. - Lo sé, pero nunca esta demás recibir ayuda de quienes te quieren y preocupan por ti – me dice y cierro los ojos para no llorar, ya que las ganas de hacerlo son intensas. - Nena, lo se pero gracias, pero no. Estoy bien, lo juro – le digo una vez más. - Bien, no insistiré más con eso pero recuerda que no estas sola y que para lo que necesites estoy aquí para ti, para ustedes – suspiro y asiento con mi cabeza aunque no me este viendo. - Gracias pero dudo que me llamaras solo para eso – le pregunto levantándome de mi miseria yendo a la cocina por algo de beber. - ¿Cómo va tu hermana? – pregunta y suelto un gran suspiro. - Igual, no ha habido mejoras en su estado aunque los doctores me piden que no pierda la fe y que en cualquier momento despertara – mi hermanita, sufrió un accidente un año después de la muerte de nuestros padres donde practicando natación sufrió un golpe en la cabeza, que la tiene en coma hasta el día de hoy y yo, cubriendo todos los gastos médicos. Los ahorros que nos dejaron nuestros padres sirvieron por un tiempo pero fueron insuficientes, tuve que vender la casa y comprar este pequeño departamento donde vivimos, tuve que vender los autos que teníamos y comprar el que tengo que solo me costo a lo mucho cinco mil dólares no es un coche ultimo modelo pero me sirve para movilizarme. El tratamiento médico, los costos asociados a tenerla conectada todo el día, con exámenes semanales, médicos y enfermeras a diario observando su avance se llevaron todo lo que nuestros padres nos dejaron o que podíamos ocupar en ese entonces, ya que nos dejaron unas cuentas de ahorro a nombre de cada una pero con un tiempo estipulado para poder utilizar. El mío lo puedo ocupar cuando dentro de un par de días y el de mi hermana cuando cumpla los 21 años, tiempos que llegaran en años porque mi hermana tiene solo 17 años recién cumplidos y yo, 21 años que cumpliré en menos de dos días. Pero dinero, al menos el mío, el que se ira destinado por completo a mi pequeña hermana. Quien diría que este tratamiento médico se llevaría todo con lo que teníamos para vivir y nuestras opciones de una mejor vida. - Debes ser optimista, si ellos dicen que despertara es porque así será. No pierdas la fe amiga mía – me dice Clau y yo sonrió sin ganas. - Quisiera, no sabes como quisiera tener el optimismo que todos me dicen que tenga pero es más fácil de decirlo que hacerlo o sentirlo y no sabes como me cuesta poder ser positiva con todo esto cuando cada día veo como me hundo un poco más. Deje mis sueños de lado por preocuparme de cosas que ni siquiera debería de estar viendo. ¡Estoy cansada! Cansada de que todos me jodan con su lastima, diciendo que todo estará bien, que todo pasara, que no hay mal que por bien no venga ¡NO LO HAY! Mis padres están muertos, mi hermana esta en coma, las deudas se acumulan cada día más y más, tuve que dejar a lado mis estudios por no tener ni tiempo ni dinero, mis sueños se fueron a la mierda y lo único que hago hoy en día es trabajar, trabajar y TRABAJAR. Lo siento pero no quiero escuchar mas los mismos discursos de mierda, estoy cansada y no quiero más – exploto con ella cuando se que no merece mis palabras, pero ya no puedo más. Estoy agotada física, emocional y mentalmente. No puedo más. - Muñeca…- dice Clau en un susurro, pero no quiero escucharla. - Lo siento, no merecías eso pero ahora prefiero no seguir esta conversación – le digo junto a un suspiro y las primeras lagrimas recorriendo mis mejillas. - Lo siento, te llamaré más tarde. Descansa y no olvides que te quiero – dice y yo asiento respirando profundo y elevando mi mirada al cielo sin querer llorar más. - Te quiero, hablamos – me despido y corto la llamada dejando mi teléfono lo mas lejos posible de mí. Bebo de la botella de agua que acabo de sacar del refrigerador, respiro profundamente e intento eliminar de mi mente todo lo que me hace daño y que me tiene mal. Tomo mi bolso junto a mis cosas y salgo del departamento, en pocos minutos llego al hospital donde mi hermana esta internada. - Señorita Kira ¿Cómo esta? No esperábamos verla hoy aquí – me dice una de las enfermeras que esta al cuidado de mi hermana. - Hola, lo sé pero terminé pronto mi trabajo así que quise venir a darle una pequeña visita – le digo con una sonrisa que claramente no llega a mis ojos. - Por supuesto, puede pasar a verla – me dice y señala el camino que conozco muy bien, ya que este lugar es prácticamente mi segunda casa. Asiento a sus indicaciones y me encamino a la sala donde esta mi hermana Victoria, la que es una viva copia de mi madre mientras que yo, soy mas parecida a mi padre pero con los ojos de mamá. Ingreso en su sala y como siempre, se ve profundamente dormida, como si estuviera descansando luego de una intensa jornada de actividades. Se ve tan pacifica, tan relajada, tan ajena a toda la guerra que estoy viviendo que por una parte me gusta que sea así, porque significa que no esta sufriendo pero por otro lado, quisiera que ya despertara para no tener que estar pagando mas este lugar, lo que es un sueño feliz entre todo mi caos. - Hermanita ¿Cómo estas hoy? ...- le digo llegando a su lado para acariciar su delicada mano -…sabes, hoy estuve grabando, no fue la gran maravilla y tampoco me pagan mucho ya que soy una simple extra, pero me gusta porque estoy haciendo lo que amo…- le relato un poco de lo que han sido mis ultimas horas -…en unos días iré a otro casting, para ver si quedo, también es un trabajo de extra pero es trabajo y es dinero el que ganaré y que me hace mucha falta estos días…- suelto un suspiro y niego con la cabeza -…no quiero agobiarte con mis cosas, pero por favor, si me estas escuchando, despierta, abre esos hermosos ojos que tienes y vuelve a mí, tenemos una hermosa vida por vivir, viajes por hacer, sueños por cumplir. Te seré honesta, cuando regreses a mí no tendrás la vida que tenias antes, pero te juro que hare todo lo que este en mis manos y dentro de mis posibilidades para que seas feliz y para que tengas la mejor vida posible…- limpio mis mejillas -…te amo hermana y por favor, regresa a mí, no te rindas que todavía me tienes a mí y yo, jamás te abandonare – suelto consumida en esta tristeza eterna que cargo encima y me largo a llorar desconsolada dejando salir todo lo que tengo atorado en el pecho. Duele todo esto pero espero que mas temprano que tarde, mi vida mejore y todo sea, incluso, mejor que antes. Lo que quedo de la tarde me la pasé en compañía de mi hermana, estuve bastantes horas con ella, algo que siempre me relaja, me ayuda a pensar y me da las fuerzas necesarias para seguir adelante con todo lo que estoy viviendo. Los días pasaron rápidamente y sin darme cuenta ya estaba presente en la fila para hacer un nuevo casting como extra, no es mi trabajo ideal, pero son los que me dan para comer y pagar mis gastos básicos. Trabajos que me hacen vivir lo mas decente posible, sin lujos, pero tranquila. Los minutos pasan, las personas que estaban antes que yo avanza rápidamente, lo que me deja completamente nerviosa por que al parecer al director de la película no le gustan ninguna de las chicas y hace que mis nervios florezcan como la hierva mala. Me comienzo a mover inquieta en mi puesto, las chicas que están detrás que yo se ve que están igual o peor que yo. Quedan dos, solo dos chicas y será mi turno, por lo que intento mantenerme serena, respiro profundamente para no pensar cosas que no son. Pero el que una chica salga casi que llorando del lugar me deja con un nudo en la garganta, con las manos temblando, el corazón en la boca y con unas locas ganas de salir corriendo como si mi vida dependiera de ello. De hecho, la chica que estaba antes que yo toma sus cosas y se va, y unas que estaban más atrás de la fila también. ¡Dios mío! ¿Qué tan ogros deben ser los entrevistadores para que las chicas se vayan así e incluso salgan llorando? ¡NO, NO! No Kira, tú puedes, no dejes que la actitud de los demás afecte tu positividad. Podrás con este casting y todos los demás que vengan. - ¿Kira Lennox? – escucho mi nombre y doy un salto en mi lugar. - ¡YO! Yo soy – le digo a la chica y ella asintiendo con la cabeza me pide que la siga. Lo hago, temblando entera pero lo hago. Me señala un lugar para que deje mis cosas y sin demora, hago cada una de las cosas que esta mujer me pide y con suma rapidez. - El directo Enzo Di Santis es el que hará tu casting…- dice aquel nombre y mis ojos se abren como platos…- ¿Estas lista? ...- pregunta y yo voy a negar con la cabeza cuando me interrumpe -…bueno, da igual, ve que ya te esperan y al director no le gustan los retrasos – dice la chica y con un golpe en el hombre me pide que avance. Avanzo casi que por inercia con el corazón a punto de ser vomitado por mí pero quedo frente a una mesa donde hay tres personas y a los segundos llega la chica que me recibió dándome una sonrisa. Las manos me tiemblan, las cuatro personas que tengo frente me ven con atención, por sobre todo el, Enzo Di Santis, quien puede ser mi acceso para convertirme una estrella si lo hago bien. Se que este es un trabajo secundario, pero si logro captar su atención con mi actuación quizás algo más pueda suceder. Respiro profundamente, cierro los ojos por un par de segundos… “Mama, ayúdame donde quiera que estes” les pido ayuda a la única persona que puede entender como me siento ahora. Y sin más, siento como una suave brisa me roza el rostro dándome las energías y confianza que necesitaba. Sonrió y abro los ojos pegando de golpe con los de Enzo. Aquí voy…